RECOMENDACIONES
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Zombieland: Tiro de gracia
Ya pasaron 10 años de la primera Zombieland que era una divertida lectura del género de los muertos vivos, principalmente por el encanto de los personajes, cierta originalidad visual y el buen humor. Algo de eso vuelve a estar en esta secuela que repite director (Ruben Fleischer), elenco (Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Emma Stone ) y una dosis de humor que, la verdad, pierde algo de la sorpresa de la original. Sin embargo, tiene buenos momentos, principalmente por el desenfado de la historia y por los disparates que hacen estos cazadores de zombies. Todo el tramo que transcurre en la Casa Blanca, por ejemplo, funciona bárbaro como también toda la clasificación del tipo de zombies. Y son esos los momento que la hacen una película fresca aunque muy sangrienta.
El irlandés
Es una película contundente y ese adjetivo (que esta vez no es nada exagerado) funciona tanto si se la ve en la pantalla grande de una sala o domésticamente en Netflix. Es, sin duda, uno de los acontecimientos del año por una lista de razones que pueden sintetizarse en que es la nueva película de Martin Scorsese, en la que se reúne con Robert De Niro, Joe Pesci y Harvey Keitel para volver a retratar el mundo de la mafia. Y además está Al Pacino. Y la produce y la exhibe Netflix. Y es una de las más seguras contendientes (en varias categorías) de los próximos Oscar. Y es puro cine.
De Niro es Frank Sheeran, sicario, guardaespalda, consiglieri y amigo de Russell Bufalino (Pesci), un capo de la mafia de Pennsylvania) y de Jimmy Hoffa (Pacino), el líder sindical más poderoso de la historia de Estados Unidos. Con esa clase de vínculos está claro que Sheeran fue testigo y protagonista de varios episodios violentos y políticos, una vinculación a la que acá Scorsese le dedica más espacio que en otras de sus películas de mafiosos. El irlandés es un cierre magistral de un ciclo del director que incluye Calles salvajes, Buenos muchachos, Casino, Pandillas de Nueva York e Infiltrados.
Acá, además, están todas las marcas registradas de Scorsese: los planos secuencias, los largos travellings, el humor negro y la violencia, siempre latente, a veces muy explícita. Y son las actuaciones (Pesci y Pacino, sobre todo), las que aportan el resto.
Scorsese criticó la invasión Marvel y ésta es su declaración más irrebatible sobre lo que debe ser el cine americano hoy: tener algo para decir y saber cómo hay que decirlo.
El buen mentiroso
Podría ser cualquier cosa: una comedia, un drama o un policial pero cuando se decide por una de las opciones lo hace medio a la fuerza. Helen Mirren es una viuda que, en un sitio de encuentros online, se cruza con un señor grande (Ian McKellen) y de apariencia encantadora, aunque rápidamente todos nos damos cuenta (menos la pobre viuda) de que es un estafador que, entre otros rubros, se aprovecha de señores buenas e inocentes. Bill Condon es un director británico en Hollywood y eso lo ha dejado claro en los vacuos preciosismos de sus películas (la última fue La bella y la bestia) y acá aporta poco más que dejar que brillen los dos protagonistas, que están muy bien.