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Los famosos y las fiestas tradicionales

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Fuegos artificiales iluminan el cielo de Manila. Foto: AFP

¿Cómo te sentís en diciembre y qué tal pasas las fiestas tradicionales?

Christian Font - Comunicador/crítico.

Me gustan mucho las fiestas porque es de las pocas instancias en el año que puedo reencontrarme con mi núcleo familiar casi completo. Lo disfrutó mucho desde la paternidad, a través de los ojos de los niños. Tengo recuerdos hermosos. Pasaba en la Unión y había bailes, se cortaba la calle Cabrera para prender fuego el Judas, la gente se convidaba con la comida; hoy lo vivo más puertas adentro. Diciembre no me gusta por la enajenación colectiva. Me afecta mucho la locura generalizada, estar corriendo una carrera para ver quién llega primero. Trato de tomarme con calma esa alienación. Las fiestas me dejan sensaciones encontradas. Te acordás de los que no están.

María Gomensoro - Comunicadora.

Me encantan las fiestas por la reunión familiar. En mi casa demorábamos una semana en armar el pesebre, el arbolito, era una ceremonia y nos entreteníamos. Festejo la Navidad porque soy cristiana, he pasado en Cabo Polonio, lo importante es estar juntos, no importa donde. Una semana antes del 24 nos juntamos todos (somos 43) en la casa de uno de mis hermanos, después cada uno pasa con su propia familia. Este 24 pasamos con una de mis hermanas en el Este. El 31 siempre playa y con amigos, aún no definimos si Punta del Diablo o La Pedrera. Lo que le sacaría un poco a las fiestas es el tema consumo, es lo único que me da bastante pereza. Siempre digo que no voy a hacer nada pero al final empezás a envolver porque te atrapa.

Turco Abdala - Abogado/comunicador.

No me gustan nada las fiestas, ni la fecha, ni la previa, la obligación que genera estos días donde te tenés que mamar, bancar gente en reuniones sociales donde no querés estar. Estoy en el club de los que quisiera escaparse el 23 y volver el 8 de enero. Yo hago reunión en mi casa por mis hijos, si fuera por mí, pongo una bomba y me voy a la mierda. Hubo años que me borré y tampoco pasé bien, estás en el exterior y pensás, puta, mi madre, mi abuela. Te da culpa. Inevitable el tío borracho que genera momentos inoportunos, se instala la tía que no bancas. En las fiestas aparecen todos los muertos de la familia, hasta en ese elemento tiene un componente de tortura. El 31 rajo. Paso afuera.

Patricia Fierro - Modelo.

Diciembre es un mes de emociones. Amo las fiestas. El espíritu navideño en mi familia es un clásico. El 24 y 31 nos reunimos y desde temprano se arranca a prender el fuego, armar la mesa con arreglos artesanales que hacemos nosotros mismos. Jamás faltan las nueces y las pasas.

De fondo siempre suena música popular y folclore hasta altas horas de la madruga. Nos divierte mucho ponernos a cantar.

En mi familia siempre hemos vivido estas fechas como un gran acontecimiento donde la familia se une y por sobre todas las cosas se la pasa de una manera súper divertida.

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Fuegos artificiales iluminan el cielo de Manila. Foto: AFP

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