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Diego y Junior, un cuento con final feliz ante tanto fuego

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La columna de Luis Ventura

Un reencuentro que replantea el mapa de conflictos familiares. Cambia, todo cambia, escribe el poeta y nada más cercano a la realidad maradoniana que hoy consagra el encuentro menos esperado de un hijo y un padre que estuvieron negados durante 29 años y recién ahora descubren que se aman.

Hablo de Diego Armando Maradona y su hijo biológico y luego legalizado por la justicia italiana, Diego Junior. El napolitano.

Hasta hace unas semanas parecían enemigos acérrimos de la vida, imposible de imaginarlos juntos y hoy se prometen amor eterno ¿Qué nos perdimos? ¿Qué pasó para que esto sucediera? Vaya uno a saber lo que ocurrió dentro de la cabeza y el corazón de Maradona para llegar a esta decisión de aceptar a ese hijo que en algún momento fue rechazado, negado, humillado y descalificado.

El mismo hombre que afirmó que se olvidara de la parte de la herencia patrimonial, que escupió públicamente sobre la mención del nombre de "Junior" y que ordenó a sus entornos que lo borraran de sus agendas y listas, hoy despertó a la realidad que Dieguito es su hijo primogénito, desplazando de esa condición a la mismísima Dalma Nerea, el fruto de la pareja matrimonial disuelta con Claudia Villafañe, hoy su peor enemiga.

De esta manera, Maradona después de mil y una tempestades asume los cinco hijos que tuvo con tres mujeres que pudieron estar en algunos casos superpuestas y que demuestran que Diego Armando finalmente se sacó su último desvelo al asumir que el hijo napolitano que fuera reconocido ante un magistrado italiano, finalmente se conoce en la Argentina y en el mundo que el mismo Maradona ya lo había aceptado ante la Ley pero no ante los medios que lo torturaban con la historia inconclusa. Para el Diego de la multitud, el de los ardores populares y mediáticos, ya tiene a todos sus hijos con sus apellidos y asumidos de la forma que pudo y finalmente quiso.

Ahora llegó la hora de empezar a unirlos a ellos entre sí para llegar a alguna fiesta navideña con una postal familiar con arbolito y guirnaldas incluidas en la foto que Maradona siempre soñó, con la mujer o la pareja que él elija en ese momento para su plan de vuelo final.

El culebrón del hijo de un sueño escribió su último capítulo con un final feliz, que estamos convencidos que no necesariamente debe seguir de la misma manera, conociendo al Planeta Maradona como yo lo conozco.

Pero es muy válido que todos hoy sepan disfrutar el momento que les ha tocado transitar que no es para desaprovechar. Sépanlo ver.

MIRADA

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