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Diana Piñeyro: "En el ambiente del fútbol los comentarios pueden ser hirientes"

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Diana Piñeyro.

ENTREVISTA

La periodista de 26 años, oriunda de Young (Río Negro) lleva cuatro temporadas cubriendo de cerca las instancias del fútbol local.

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En el presente, Diana Piñeyro hace periodismo de cancha para las transmisiones de Galaxia FM lideradas por Marcelo Sansó, donde hizo un alto por la suspensión de la actividad derivada de la pandemia. Si bien reconoce que se mueve en un ambiente machista y que los comienzos fueron duros (“volvía a mi casa llorando”) hoy confiesa haberse ganado un lugar y un respeto entre colegas y los jugadores. “Ser mujer puede ser una ventaja a la hora de las notas”, dice.

-¿Como fueron tus orígenes en el periodismo deportivo?

-Comencé en el programa radial Rumbo al ascenso, hace unos cuatro años. Trabajaba en producción de ese programa que cubría las instancias de la B y de la C.

-¿Y en cuanto a lo vocacional? ¿Siempre te gustó el fútbol? ¿Lo practicaste?

-Toda la vida estuve vinculada al fútbol. Yo soy de Young y si bien no lo jugué, sí en mi familia. Mi madre era golera. Mi hermana también jugó. Siempre me gustó la parte más organizativa. Me acuerdo que en la escuela armé un equipo que se llamaba Rampla femenino. Jugando era mala, así que más bien agarré para el lado de la "dirigencia", si se quiere. Después me di cuenta de que cuando venía alguna cámara o micrófono a cubrir lo que sucedía con la liga de baby fútbol, era la que más le gustaba hablar. Quizás nació de ahí mi interés. Cuando cumplí la mayoría de edad, le dije a mis padres que quería hacer comunicación. Hice la FIC y una optativa que era periodismo deportivo. Ese fue un poco el comienzo.

-Luego se abrieron las oportunidades...

-Sí, después de el programa sobre el ascenso, estuve en la 1410 y más tarde Galaxia FM, donde estoy hasta ahora. Para AUF TV hice trabajos vinculados a los clásicos femeninos.

-La emergencia sanitaria suspendió el fútbol. En lo particular, ¿frenó algún proyecto tuyo?

-Sí, algunas ideas quedaron por el camino. Pero estos días he tenido reuniones. Hay un proyecto importante dedicado al fútbol femenino que tiene grandes chances de salir junto a otras comunicadoras muy importantes.

-¿En las transmisiones de Galaxia estás en el rol de cancha?

-Sí, hago el trabajo de "vestuarios" por llamarlo así. Estamos con la previa, con las notas, conferencias de prensa. Voy a los entrenamientos.

-¿Cómo ha tomado el ambiente tu labor? Es un trabajo que mayoritariamente hacen hombres...

-Al principio fue un poco chocante y hay que tener personalidad para sobrellevar la situación. Si bien se quiere cambiar, es un ambiente muy machista. Pero cada una va ocupando su lugar si tiene claro lo que quiere lograr. Desde el principio me mentalizo mucho en mostrar lo profesional que soy o que quiero llegar a ser. Hoy creo que tengo el respeto que busqué. Llevó tiempo. Al principio me llegaban comentarios muy dolorosos. Volvía de las canchas y lloraba.

-¿Por qué?

-Es un ambiente en el que se murmura mucho. Una gurisa joven en el ambiente deportivo, ¿qué busca?, ¿qué quiere?, ¿qué intenciones tiene? Con 22 años, viniendo del Interior, si sos sensible pensás que todo el mundo es bueno y la realidad es otra. Hoy me siento súper cómoda trabajando. Me respetan mucho. Trabajar con gente que admiro también ha sido un gran logro para mi carrera.

-¿Los comentarios más ofensivos provenían de colegas de los medios, de los jugadores?

-De ambos. Porque el hilo es muy fino entre el soy simpática y quiero llevarme bien con todo el mundo a un exceso de confianza. Cuando aprendés a marcar la línea, todo empieza a ir bien. Con 22 años era difícil marcar ese punto.

-¿Tuviste que enfrentar alguna situación concreta o a alguna en particular?

-No. Porque creo que lo principal no es enfrentar, sino demostrar que una no estaba para esos comentarios. Que no había ningún asidero. Vine a Montevideo a trabajar y a estudiar. Creo que pasa por ese lado. Y la seguridad que tengo hoy me la ha dado la experiencia. No soy esa chiquilina que llegó de Young. Claro que me puedo seguir equivocando pero tengo confianza en mí misma.

-Las mujeres en el periodismo deportivo son cada vez más pero da la sensación de que el medio les sigue reservando un lugar secundario o con cierta cuota. ¿Lo sentís de esa forma?

-Los medios está cada día más abiertos al trabajo de mujeres profesionales, pero las puertas no están abiertas de par en par. Ojalá fuera así. Aunque hay más mujeres en los medios, la falta de oportunidades para nosotras es evidente. Hay algunas profesionales muy buenas, que respeto y admiro. Pero aún no se les da los mismos espacios que a los hombres. En los informativos más importantes siempre hay hombres. La mujer en TV suele ser presentadora. No hay una mesa de opinión que la tome en cuenta.

-¿Es más difícil el abordaje a los jugadores para hacer nota?

-No. Al contrario. Los jugadores respetan mucho el trabajo nuestro y en especial, el de las mujeres. Paran, saludan, responden las preguntas. Por un lado, marcan cierta distancia, que no parezca que hay una exceso de confianza y por otro, son corteses. En la bajada de un ómnibus o la salida a la cancha, suelo tener “ventaja” ante mis colegas, porque paran, dicen alguna palabra, aunque sea un “no puedo hablar”. Con los chiquilines no siempre pasa eso porque los jugadores están acostumbrados a ver a 15 vestuaristas hombres y a mí.

-¿Has tenido malas experiencias con alguno?

-No. Soy un medio calentona cuando no me dan una nota, pero forma parte de nuestra rutina de trabajo. Nos conocemos casi todos. No hay ningún tipo de problema.

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