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Damián Frascarelli y Vicky Turusha: Amor y cuarentena en Ecuador

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Frascarelli y su novia.
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CORONAVIRUS

El futbolista uruguayo que se desempeña como golero en Aucas pasa su confinamiento en uno de los países más golpeados por la pandemia en América.

Frascarelli y su novia.
Recién casado con la modelo y conductora de origen ucraniano Vicky Turusha, el deportista uruguayo de 34 años vive una intensa convivencia.

-¿Cómo recuerdas los inicios de la cuarentena para ustedes?

-El 14 de marzo se suspendió la liga. Nosotros jugábamos al otro día y recuerdo que ya no concentramos. Desde ese momento estamos en cuarentena. Ya son más de 30 días. Con mi esposa seguimos a rajatabla todas las normas y no salimos. Salgo yo solamente una vez a la semana para ir al supermercado. Las medidas son muy estrictas: hay que usar barbijo, lentes y guantes si no, no te dejan entrar al súper. También hay una reglamentación con los horarios.

-¿Solo de mañana?

-Es verdad. Después del mediodía, el gobierno decretó toque de queda y no se puede salir. Hay mucho control de la Policía y del Ejército. Con el uso de los vehículos también las reglas son estrictas. De hecho, solo podés usarlo un día a la semana. En mi caso, por ejemplo, mi matrícula termina en 1 y solo puedo usar el auto los días lunes, cuando aprovecho para ir a hacer el surtido para el resto de la semana. El resto de los días se habilita a otras terminaciones y el fin de semana nadie puede circular en vehículo.

-El nivel de acatamiento es alto o se dan excepciones...

-En Quito la gente ha sido respetuosa de las normas. Seguramente, por eso no se ha producido aquí la tragedia que estamos viendo en Guayaquil. La conciencia es importante. De todos modos, hay debate sobre la efectividad del toque de queda en la tarde, por ejemplo. Desde entonces, uno ve más gente en la calle de mañana que cuando no había toque de queda. La consciencia era más importante que la orden. Ahora que se dictaminó el toque de queda, las aglomeraciones son más factibles en horas de la mañana, como si el virus no madrugara. Igual, repito, en Quito la gente tomó conciencia. En nuestro caso, estamos en una zona residencial cuyo nivel de vida permite que se pueda hacer una cuarentena plena. En otras zonas del país, la necesidad de salir de la gente es imperiosa para conseguir la plata para la diaria.

-¿Fue el caso de Guayaquil?

-Sí, eso combinado con una falta de conciencia ha llevado a que se saturaran emergencias, ambulancias, hospitales, servicios fúnebres. La gente se muere en las casas y no vienen a retirar los cuerpos. Se han visto cosas increíbles. Tenemos gente conocida en Guayaquil y nos dicen que están viviendo una pesadilla.

-¿Conocen algún caso cercano?

-Tengo un compañero de cuando jugué en Guayaquil City a quien se murió un sobrino y un hermano. Mucha gente con la que he hablado tiene un conocido afectado.

Frascarelli y su novia
Con el estallido de la epidemia en Ecuador, que suma unos 8.000 casos y cientos de fallecidos, la pareja evaluó venir a Uruguay pero luego decidió quedarse en ese país.

-¿Cómo es la rutina de ustedes en casa?

-Tratamos de mantener una rutina de entrenamientos y de horarios. Se disfruta un poco más de la cama pero tratamos de mantenernos activos y motivados. Vivimos en un edificio con gimnasio y lo usamos nosotros prácticamente. Le agregamos pesas, botellones de agua y vamos todos los días a entrenar. Nos ejercitamos juntos con mi esposa. Me hace de entrenadora de arqueros, por ejemplo, me tira los pelotas en un pedacito de sintético que hay en el edificio.

-¿Cómo te entrena? ¿Te patea penales?

-No, patear no porque para eso tenemos que tratar de mejorar la técnica. Pero sí me tira la pelota con las manos. Le indico la altura y los tiempos y me la lanza. Hago giros y diferentes trabajos. Nos complementamos muy bien con Vicky.

-¿Cuál es tu situación laboral? Algunos clubes en el mundo han optado por la licencia, otros por un seguro de paro...

-La situación nuestra es diferente. Se van a tomar medidas en cuanto al salario. Va a haber una rebaja acordada entre los directivos y el plantel. Estamos dispuestos a dar una mano. Está perfecto que se nos baje al salario, pero por el momento no está el acuerdo sobre el porcentaje.

-Vicky trabaja en medios, también se detuvo esa actividad...

-Sí. Lo único que funciona son los servicios esenciales. De todos modos, ella sigue trabajando desde sus redes sociales. Hace tutoriales de maquillaje, nutrición y belleza. Está estudiando nutrición además.

-Ya estaban mucho tiempo juntos, pero ahora la convivencia es de 24 horas. ¿Les está afectando?

-Es verdad que ahora son 24 horas que estamos juntos pero lo tratamos de mantener en horas ocupadas, que no nos queden muchos espacios de ocio. Además, hay ratos para que ella esté dedicada a lo suyo y yo a lo mío. Juntos disfrutamos mucho también. Cocinamos juntos, jugamos a las cartas. Le enseñé a jugar al truco y a la escoba de 15.

-¿Cómo estás siguiendo la situación en Uruguay?

-La verdad es que estoy agradecido y orgulloso por lo que veo que sucede en Uruguay. Se está logrando lo que quería gobierno y es que la curva se aplane y no haya picos descontrolados de contagio. Es cierto que esta semana arrancó la construcción, aumentó la frecuencia de ómnibus... y me preocupa. Hay que seguir tomando las medidas para que no pase la catástrofe.

-Las informaciones que llegan de Ecuador, con algunos videos muy impactantes incluidos, llaman a preocupación. ¿Cómo le transmitís tranquilidad a tu familia en Uruguay?

-Mi familia, mis hermanos y muchos amigos me han escrito. Después de ver los videos se contactaban preocupados por la situación y por mí. Tengo familia en Argentina y también me escribieron. Les damos la tranquilidad de que nosotros estamos cumpliendo las reglas al 100%. Esa situación está un poco alejada de nosotros porque se da en Guayaquil. Al mismo tiempo, les pedimos que por favor que sigan las recomendaciones en Uruguay. El uruguayo es por naturaleza algo rebelde para seguir las normas, más cuando hay que ser constantes. Esperemos que prime la conciencia y el bien común.

-¿Qué perspectiva se plantea en Ecuador?

-No hay un panorama claro. El manejo de la situación no fue bueno de parte de las autoridades. Algo que también valoro de Uruguay es que el presidente y los ministros salen todos los días a dar la cara y contar cómo se está desarrollando la enfermedad en el país. Aquí, el presidente ha hablado poco, renunciaron dos ministros de salud... Eso no te da mucha tranquilidad.

-¿Evaluaron en algún momento viajar a Uruguay y pasar aquí la cuarentena? Algunos futbolistas lo han hecho...

-Sí, teníamos mucha inseguridad al principio. De hecho, hablamos con el cónsul uruguayo en Quito planteándole la posibilidad de irnos a Uruguay. Pero luego lo pensamos en frío y decidimos quedarnos. Cuando vamos a Uruguay, queremos ver a familiares y amigos entonces iba a ser lo peor para todos: si los veíamos, por verlos y exponernos y exponerlos. Y si no lo hacíamos, estando tan cerca, no nos íbamos a sentir bien. Así que optamos por quedarnos.

-Vicky tiene familiares en Europa y en Argentina, ¿cómo están viviendo la situación de pandemia?

-Sí, sus padres están en Buenos Aires. Tenemos contacto muy seguido con ellos y están bien. Eso es favorable para nosotros porque en un futuro, cuando termine el contrato en Aucas, que lo firmamos por tres años, queremos radicarnos en Uruguay, donde está mi hijo y mi familia. A mí me gustaría retirarme en River Plate de Uruguay y ella, trabajar en la televisión uruguaya. El otro día estuvimos en contacto con La hora de los deportes. Alberto Sonsol quiso hablar con Vicky y ya le hablamos de la posibilidad que hagan un programa juntos. Estamos tirando líneas para que ella haga su trabajo en Uruguay. Así tendremos a los nuestros bien cerca.

-Se casaron en diciembre pasado, ¿qué planes tienen?

-Vivir en Uruguay es el plan mayor. En cuanto a lo inmediato, la pandemia trastocó nuestros planes de luna de miel. El campeonato iba a tener un parate en junio y lo íbamos aprovechar para un viaje pero ahora no sabemos qué puede pasar en esas fechas.

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