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Cinco cosas que no sabías de Owen Wilson

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Foto: Archivo El País.

Grabó Bottle Rocket (1996) sin saber que se haría famoso. Luego vino Zoolander, Los excéntricos Tenenbaum,Tras las líneas enemigas, Los Rompe bodas, Marley y yo. Lo dirigió Woody Allen en Medianoche en París.

1 - JAMÁS SOÑÓ CON HACER CINE.

Su real pasión era escribir y haciéndolo entró en Hollywood.

Antes de ser artista sirvió café y redactó mails en una firma legal, y escribió para el diario Dallas Times - Herald. Nunca fue a clases de actuación porque no soñaba con trabajar en cine, "era una ambición ilógica. No estaba en mis planes". Todo cambió cuando entró en la Universidad de Texas. Era compañero de cuarto del hoy director Wes Anderson y juntos escribieron un guión para un corto. Se titulaba Bottle Rocket y Wes insistió en que los hermanos Owen y Luke Wilson hicieran los roles principales. El corto gustó y lo transformaron en largo. Salieron a tocar puertas para vender el guión y lo compró James L. Brooks, uno de sus ídolos. Éste no buscó actores profesionales, quiso que estuvieran los Wilson. Y así empezó todo.

2 - HOMBRE FIEL Y SENSIBLE.

Salió con Kate Hudson, Sheryl Crow y Demi Moore.

Pensaba que se casaría y formaría una familia con 30 años, pero en un momento le agarró fobia al compromiso y recién encaró la paternidad a los 43. Tuvo su primer hijo (Robert Ford Wilson) con Jade Duell en 2011, y tres años después nació Finn Lindqvist Wilson, producto de una relación casual con su personal trainer, Caroline Lindqvis. Owen Wilson salió con varias strippers mientras fue adolescente en su Dallas natal, y confesó que se vuelve muy sensible cuando una mujer le interesa. Si alguien le cierra la puerta, no insiste más, salvo que le dé una pizca de esperanza. Dijo ser un hombre fiel y cuando se enamora no tiene ojos para mirar a otra mujer. Estuvo en pareja con Kate Hudson, y en una de las tantas rupturas que tuvo con la actriz, intentó quitarse la vida. Se cortó la muñeca izquierda y tomó varias pastillas. Debió ser hospitalizado y emitió un comunicado para pedir a los medios que respetaran el difícil momento. Desde aquel trágico episodio en 2007, no volvió a hablar sobre el tema en ninguna nota.

3 - NIEGA SER SUPERFICIAL.

Se define como un luchador y dice ser buen perdedor.

Reconoce que lo tildan de tener una actitud frívola, pero él se encarga de desmentir que sea así. "Soy un luchador, me ha costado mucho llegar adonde estoy. Nadie me ha regalado nada", asegura Owen Wilson. Cada tanto aprovecha los beneficios que le otorga la fama. El actor contó que una vez se hospedó en un hotel ubicado en la capital francesa y pasaron mil veces el filme que protagonizó, Medianoche en París (Woody Allen, 2011). "Los quería matar pero fueron tan atentos que me consiguieron la única habitación donde se podía ver la Torre Eiffel desde la cama". Este actor es feliz cuando practica surf en el océano y si dispone de tiempo para leer. Le fascinan los deportes y juegos: ping pong, tenis, dominó y backgammon. Es buen perdedor y competir no le quita el sueño. Se divierte jugando. Solo una vez tiró una raqueta al piso, le pareció un comportamiento infantil y nunca más hizo algo similar.

4 - TIENE FOBIA A LAS ENTREVISTAS.

Es neurótico y supersticioso.

Cuando le preguntan por sus miedos se anima a confesar que es bastante neurótico. Le teme a las audiciones porque lo pone muy nervioso. Si Owen Wilson tuviera que dirigir una película no haría un casting, sino que se iría a cenar con la persona que considerara que se acerca más a lo que pretende del personaje. Tiene mil manías pero hay una que lo inquieta más: su fobia a las entrevistas. "Me da miedo decir algo que vaya a avergonzar a mis padres o herir los sentimientos de alguien", justifica. En 2007 sufrió una fuerte depresión que lo llevó a intentar suicidarse y desde entonces son pocos los reportajes que ha concedido solo: prefiere hacerlos acompañado de sus compañeros de elenco.

5 - DICE TENER HUMOR SOFISTICADO.

No se considera el payaso de la clase.

El protagonista de Los Rompe bodas (David Dobkin, 2005) y de la saga Zoolander (Ben Stiller) está dispuesto a reírse con todo tipo de humor, pero identifica el suyo como "muy sofisticado". Navega por los canales y pasa horas viendo Beavis and Butthead, "que es lo más estúpido que existe". Dice que Will Ferrell y Vince Vaughn son únicos por su originalidad: "No pretenden seguir las modas del momento. Ellos van por lo libre". No se describe como el payaso de la clase y prefiere ser políticamente correcto en cuanto a la comicidad para evitar caer en la crueldad y la maldad. "El humor ha cambiado mucho en el cine. Las escenas cómicas de las películas de los 60 no tienen nada que ver con el estilo de hoy".

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Foto: Archivo El País.

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