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Cinco cosas que no sabías de Gael García Bernal

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Foto: Archivo El País

La convocatoria de González Iñárritu para protagonizar Amores Perros cambió la vida de García Bernal, y se convenció de que podía actuar profesionalmente. Luego vino Y tu mamá también, El crimen del padre Amaro, Diarios de motocicleta y La mala educación.

1 - NO QUIERE REPETIRSE.

Asume roles que le signifiquen un reto en su carrera.

El último personaje que interpretó Gael García Bernal fue un director de la filarmónica en la serie Mozart in the jungle. Para poder pararse frente a músicos profesionales estudió la disciplina, aprendió movimientos, y poco a poco ganó confianza para encarnar a Rodrigo "con propiedad". Lo percibe como un "alma torturada" y el actor mexicano se vio motivado a aceptar el reto porque no se parecía en nada a lo que había hecho hasta la fecha.

"Quiero formar parte de historias que despierten mi curiosidad y se acerquen a mi manera de pensar", declaró. Es que actuar para él es más que su profesión, supone una herramienta que le permite encontrar su identidad como ser humano. "Lo más importante es tener respeto por el trabajo".

2 - ES ACTOR POR HERENCIA.

Se convirtió en intérprete para pasar más tiempo con sus padres.

Es hijo de dos artistas: su padre era director y actor y su madre actriz y modelo. Se crió en los sets de grabación y ahí le agarró el gustito a la cámara. Con 11 años ya trabajaba en telenovelas mexicanas junto a Salma Hayek.

García Bernal dice que empezó a actuar solo para compartir más tiempo con sus padres. Es más, fue el primer latino en ser admitido en el Central School of Speech and Drama de Londres pero él dice que no se decidió por la interpretación hasta que cumplió 21 años.

En un principio lo vivía como un hobby, incluso cursó otros estudios en paralelo (idiomas y filosofía) y en ocasiones se lamenta de no haber continuado con las letras.

Quiso mantener la actuación como un juego, su sueño era viajar hasta que lo llamó González Iñárritu para que protagonizara Amores Perros (2000) y su vida pasó de "la perspectiva ambulante a una completamente afortunada". Hay una máxima que repite sin cesar: "El cine es un acto de fe, así que más vale que creas en lo que haces y que lo disfrutes". Así vive su vocación García Bernal.

3 - GRAN CONCIENCIA SOCIAL.

Su gran activismo lo motiva a hacer cine y ser artista.

Es fanático de Silvio Rodríguez y se siente parte de una izquierda ética, no política. Viajó a Brasil para participar de una convención que tenía como fin despenalizar la marihuana. El nacimiento de sus hijos, Lázaro y Libertad, lo volvió mucho más idealista. "Veo imágenes de hambrunas en África y se me revuelve todo, como nunca".

Fue el "Che" Guevara en Diarios de motocicleta (2004) y se fijó como meta humanizar el mito. "El mayor riesgo de interpretar al Che es que todos tenemos una versión distinta acerca de quién fue realmente".

Para la producción de Sin nombre, filme que aborda el tema de la migración centroamericana, recorrió la ruta que hacen estas personas con la cámara en mano y descubrió que lo más temido por ellos son los secuestros. Cuando dirigió los cortos documentales Los invisibles quiso abordar la temática de la migración quitando el estereotipo. "Soy de aquí, esa la diferencia. No voy a decir, ah, mirá qué cosas pasan en México".

4 - ROMPE LOS ESQUEMAS DE HOLLYWOOD.

No haría el rol prototípico reservado a los latinos.

Evalúa las propuestas en función de los guiones y el equipo. Si lo convence, decide interpretarla. No traiciona su ideología por dinero, dice que "no sirve de nada soñar con Hollywood porque al final es Hollywood el que te elige" y opina que llegar allí no es la cima.

Se considera un privilegiado por no encerrarse "en el mundo exclusivo de Hollywood". Es que García Bernal tiene otras prioridades: conocer diferentes culturas, viajar, disfrutar, hacer muchas cosas en distintos países. En 2003 entendió que debía expresar su sentir sobre la guerra de Irak y lo hizo en plena ceremonia de los Oscar porque "quería dormir tranquilo. No compartía los argumentos para encarar la guerra y me negué a ser parte del show".

5 - FUE CHICA POR UNAS HORAS.

Se travistió en un boliche y sacó material para el rol en La mala educación.

Almódovar no escatimó en elogios al afirmar que García Bernal es tan atractivo como hombre que como mujer. El director español eligió al actor mexicano para que encarnara un triplete de papeles arriesgados en La mala educación (2004).

En ese filme le tocó ponerse en la piel del travesti Zahara y salió airoso de este desafío. Además de los altos tacos, las cortas minifaldas y las interminables horas de maquillaje para verse y lucir tal cual una mujer, García Bernal fue más allá y probó su costado femenino en una discoteca madrileña. Primero lo usó como experimento para sacar material, y luego fue pura risa. "Me di cuenta del increíble poder que tienen las mujeres: ellas pueden hacer que el mundo gire a su alrededor".

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Foto: Archivo El País

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