Ganó su primer Oscar por su brillante actuación en Room y se convirtió en la nueva estrella de Hollywood. Tiene un par de películas pendientes por estrenar y está rodando Kong: Skull Island (2017) junto a Samuel L. Jackson y Tom Hiddleston.

La prensa y la crítica la ubicaron como la futura estrella de Hollywood y no se equivocaron. Fue nominada al Oscar por primera vez por su rol en Room, filme basado en la novela de Emma Donoghue, y se quedó con la estatuilla tras vencer a Cate Blanchett, Jennifer Lawrence, Saoirse Ronan y Charlotte Rampling.

 Es una artista inquieta. Escribió y dirigió el cortometraje The arm, que se estrenó en el festival de Sundance y ganó un premio al mejor guión de comedia. Y filmó otro que tuvo gran recepción en el circuito internacional. Confesó que su prioridad hoy es la actuación, pero no dejará de explotar su veta de escritora. Su meta es dirigir su primer largometraje en un par de años.

Su verdadero nombre es Brianne Sidonie Desaulniers pero se hace llamar Brie Larson porque es más fácil de pronunciar y recordar. Es algo más que un seudónimo: la actriz de 26 años decidió tomar el apellido de uno de sus abuelos.

Se trata de la nueva estrella de Hollywood. Se coronó como Mejor Actriz por su labor en Room (Lenny Abrahamson) al ganar su primer Oscar. Estudió teatro en un conservatorio de San Francisco y debutó a los 9 años con un sketch en The tonight show junto a Jay Leno.

Fue la primera en experimentar con las historias de carros de Disney en Todo sobre ruedas (2003), pero cuando Lindsay Lohan estrenó Herbie su brillo se vio opacado. Dos años después, lanzó su álbum debut Finally out of P. E -Physical Education- (¡Por fin afuera de P.E!) y confesó que lo tituló así debido a un profesor que le hizo la vida imposible durante su paso por el instituto. Brie pudo haber sido una estrella pop pero descartó la música para dedicarse por completo a actuar.

Cuando especulaba con la chance de obtener el Oscar siempre aseguraba que al regresar a su casa sería la misma, "me toca sacar la basura, dar de comer a mis perros y limpiar su popo". Los premios son reconocimientos y eso sí le llena el alma porque le demuestran que ha logrado conectar con los demás, "algo que nunca me creí capaz de hacer".

En el colegio no sobresalía por su belleza, ni era la más popular, pasaba desapercibida, "como si no existiera". Percibía seguridad en sus pares y creía que solo ella era "un mar de confusiones". Hasta que se aferró al cine para sentirse contenida, liberar y explorar esos sentimientos que le aterraba experimentar en la vida real. Con Room retrocedió a aquella mudanza de California a Los Ángeles para instalarse con su madre y su hermana en una pequeña pieza similar a aquella donde estuvo en cautiverio en este filme. Las tres dormían en la misma cama y comían tallarines todos los días.

La película cuenta la historia de Joy, secuestrada por un hombre que la embaraza, da a luz a Jack (Jacob Tremblay) en cautiverio y crea un mundo ideal para su hijo. Fue a retiros de silencio para comprender mejor a esa mujer que estuvo dos años en completa soledad. Se entrevistó con un especialista en trauma, investigó sobre abusos y violaciones, armó un álbum con recortes de diarios y habló con víctimas de secuestros.

Trabajó desde lo físico, "pensé en el desgaste de su cuerpo: su nutrición era pobre, no tenía vitamina D, ni shampoo". Recordar los llantos ahogados de su madre tras el divorcio de su padre cuando ella era niña le sirvió para acercarse a su personaje e incluso se inspiró en ese vínculo para crearlo.

Su vida no fue color de rosas. Atravesó una dura infancia, sus padres se divorciaron, se mudó con su madre y su hermana, hacían muchos sacrificios y eso dejó cicatrices con las que aún carga. Confía que el secreto está en aprender a perdonar. Considera milagroso el amor, los amigos y la cercanía con los padres.

"La fuerza puede venir de muchas cosas: una noche bien dormida, una comida deliciosa, la risa, el perdón..." Se siente bendecida por la familia que le tocó, los amigos y la pareja que eligió y sus perros, Bowie y Jonathan. La naturaleza es otro escape. Cuando se estresa, se concentra en una planta, observa cómo crece cuando está a la sombra y "cómo se retuerce para encontrar la luz. Es la misma manera como vivo mi vida".

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