Es pésima para recordar fechas pero el 3 de agosto de 2011 no lo olvida: se estrenó Diario de una princesa y "muchos de mis sueños se hicieron realidad".Su carrera ha ido en ascenso: ganó el Oscar por Los Miserables, actuó con Meryl Streep y filmó su última película junto a De Niro.

Los padres de Anne Hathaway le inculcaron el catolicismo y durante la niñez quiso ponerse el hábito. Podría haber vivido en un convento pero abandonó esa idea con 15 años al enterarse que su hermano mayor era homosexual: no podía estar afín a una religión que limitara y cuestionara la decisión de su querido Michael. "Toda la familia se convirtió a la iglesia episcopal cuando mi hermano salió del armario", declaró a la publicación GQ. La actriz, que debutó a los 14 años en un comercial televisivo para una revista inmobiliaria, se alejó también del anglicanismo; hoy dice, "soy… nada. Soy un trabajo en progreso". Y aplaudió a Nueva York cuando legalizó el matrimonio igualitario: "el resto del país debería aprender, terminemos con las tonterías".

Raffaello Follieri conquistó a la actriz de Diario de una princesa (Garry Marshall, 2001) hablándole de sus vínculos con el Vaticano; la llevó a conocer al Papa y a una reunión con Bill y Hillary Clinton en un jet privado.

Se conocieron en 2004, la relación duró cuatro años y ella no supo que había convivido con un estafador hasta el día que cayó preso, "sentí que el mundo se derrumbaba a mis pies", confesó Hathaway a la revista W. La policía requisó el diario íntimo de la actriz para encontrar pruebas incriminatorias contra Follieri.

Éste decía ser abogado, millonario y sabía cómo embelesar a los inversores para quedarse con su dinero. Tenía acceso a Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano y se saludaba con el cardenal Egan (arzobispo de Nueva York) como si fueran íntimos amigos. Usó esos artilugios para embaucar a un montón de empresarios hasta que en 2008 el juez John Koeltl lo sentenció a cuatro años y medio de prisión por estafa, conspiración para el fraude y lavado de dinero.

En una de las tantas actividades promocionales de su último filme, Pasante de moda (Nancy Meyers, 2015) visitó The Graham Norton Show junto a Robert De Niro. La entrevista viró hacia un lugar más distendido y Anne mostró su faceta más cómica: entonó el estribillo de Baby one more time y dio cátedra de canto (fue soprano en un coro estudiantil).

De Niro y el conductor del ciclo quedaron boquiabiertos por su similitud al imitar a Britney Spears. No es la primera vez que deja atónito a uno de sus artistas favoritos: en medio de la entrega de los Premios Kennedy hipnotizó a Meryl Streep, quien fue su compañera en El diablo se viste a la moda (David Frankel, 2006) con un excelente musical donde demostró destrezas vocales, habilidades gimnásticas y en danza. Esa noche de 2011 interpretó Hes me pal, canción que Streep había cantado en la película Ironweed (Hector Babenco, 1987) y la consagrada actriz aplaudió a Hatawhay de pie.

Defiende a ultranza a los animales pero abandonó los fundamentalismos por salud (fue vegetariana durante años y vegana una temporada) El rodaje de Interstellar (Christopher Nolan, 2014) resultó clave para que decidiera cambiar sus hábitos alimenticios.

Grabó escenas en Islandia con un traje que pesaba 20 kilos y ello suponía gran desgaste físico y energético, "no podía conseguirlo a base de tofu y garbanzos, así que fui a un restaurante, comí pescado y me sentí mejor", confesó a Harpers Bazaar. Cuando encarnó a Fantine en Los Miserables (Tom Hooper, 2012) se mimetizó con esa prostituta enferma de tuberculosis, quiso dar una imagen moribunda y su dieta se redujo a 500 calorías diarias: bajó 11 kilos y solo comía barras de avena.

A los 13 años recibió 50 dólares por 13 semanas de trabajo y corrió a comprarse un pantalón de cuero que hasta el día de hoy está guardado y archivado en su ropero.

La ganadora del Oscar y el Globo de Oro como Mejor Actriz de Reparto por Los Miserables confesó que le encanta ir de compras e incluso llevó de shopping al talentoso Robert De Niro mientras rodaban la película Pasante de moda.

Si bien hoy no tiene que cuidar su bolsillo, espera ansiosa las liquidaciones "y cuando encuentro un descuento del 70% grito de alegría". Eso sí, sus diseñadores favoritos están a la altura de una diva: Valentino, Isabel Marant, Sarah Burton y Vivienne Westwood.

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