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César Bianchi habla de su regreso al dial

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César Bianchi. Foto: Juan Manuel López

Desafío

El periodista de trayectoria en varios medios estrena Apuesta D10 el próximo 4 de marzo a las 22.30 por Radio Universal. 

En pleno año electoral, el periodista César Bianchi vuelve a ponerse al frente de un ciclo periodístico después de cuatro años. Llega a Radio Universal junto a Elsa Levrero para hacer Apuesta D10. u201cQueremos sumar debate sobre los temas que importanu201d, promete Bianchi, que ya tuvo experiencias radiales en Sarandí, El Espectador y La Catorce10. En diálogo con Sábado Show, recuerda el caso con el inspector de tránsito que lo alejó de Santo y Seña en 2016.

-¿Qué implica para vos volver a la radio?

-Un placer enorme. Es un medio que me encanta, que tiene una magia especial, una conexión única con los oyentes. Volver a la radio, y a una emisora que está creciendo, sumando figuras y proyectos interesantes, es un gran desafío, más en un año electoral. Quiero agradecerle al nuevo gerente de Universal, Diego Sorondo, y a Producciones D10 por haber confiado en mí para este nuevo emprendimiento.

-¿Cuál va a ser el eje de los contenidos del programa?, ¿cuál va a ser la incidencia de la campaña electoral?

-El programa se va a llamar Apuesta D10 y será un típico periodístico, donde comentaremos y analizaremos las noticias más importantes del día, a la vez que u201capostaremosu201d qué puede llegar a suceder al otro día. En tal sentido, la idea es tener un ida y vuelta con la gente, para hacerlo más descontracturado, dado que será un programa nocturno (de 22.30 a 0 hora). Habrá columnistas, humor, una entrevista central, y debate. Queremos sumar debate sobre temas que importan a la radio uruguaya, y sobre todo a la noche. Y claro que la agenda noticiosa, especialmente política, será la que más va a nutrir el programa.

-¿Cómo es la química con Elsa Levrero?

-Muy buena. Si bien no hemos trabajado juntos todavía, a Elsa la conozco desde hace unos cuántos años, la respeto y la aprecio mucho. Es una profesional con muchos años en esto, con oficio, y creo que al aire podemos llegar a hacer muy buena dupla. Hace tiempo que veníamos hablando de hacer algo juntos en radio, y ahora se dio. Estamos ansiosos por arrancar.

-¿De qué te ha servido estar unos años alejado de los medios masivos?

-Si bien he estado alejado de la televisión, no he estado nunca alejado del periodismo. Haberme alejado un tiempo de la tele y de un programa exitoso, me sirvió para muchas cosas, pero sobre todo para darme cuenta quién es quién: quiénes eran amigos por conveniencia, o meros oportunistas, y quiénes van a estar siempre y te van a apoyar así estés en la CNN o en una radio comunitaria de Atlántida.

-¿Por qué pensás que en estos años no se ha dado una vuelta a la televisión?, ¿se te sigue condenando por aquel video viral que precipitó tu salida de Santo y Seña?

-Al principio sí, seguro. Eso influyó. Pero me costaría mucho creer que hoy no me convocan por aquel episodio con el inspector de tránsito, sobre todo porque reconocí mi error, me disculpé públicamente y renuncié. Nunca dejé de estar en los medios, nunca paré de trabajar y nunca dejé de tener proyecto nuevos. Tengo ideas para programas propios y muchas ganas de volver a la tele en cualquier proyecto que me resulte atractivo, no es volver a la tele por la tele en sí. Solo espero que la oportunidad se dé, me tengan en cuenta y me valoren por quién soy como persona y como profesional. Sé que es cuestión de tiempo, pero tampoco me estresa. Lo importante es estar haciendo periodismo.

-¿Has vuelto a hablar con Ignacio Álvarez?, ¿cómo es tu vínculo con él ahora?

-Coincidimos un par de veces en instancias judiciales que teníamos pendientes. En ambas oportunidades estábamos del mismo bando y por suerte ganamos. No he vuelto a tener un diálogo profundo con Nacho, pero yo no tengo ningún problema con él. Le estoy muy agradecido por haber confiado en mí, y creo le supe corresponder esa confianza con mi trabajo durante cinco años.

-¿Cómo estás viendo el inicio de la campaña electoral?, ¿cuáles son los temas principales que se van a discutir en la campaña?

-Avizoro una campaña dura, con acusaciones y señalamientos, ya viene tomando ese cariz acusador. No creo que sea, para nada, una campaña de guante blanco, excepto la interna del Frente Amplio donde sí parece haber existido un pacto de no agresión. Creo que la ética y los casos de corrupción conocidos van a estar a la orden del día: unos van a hablar de Sendic, De León, Pluna y el despilfarro de Ancap, los otros van a hablar de Bascou, Sanabria y algún otro. Espero que la discusión se vea enriquecida con argumentos y ojalá tengamos precandidatos que debatan, sin invitaciones que se parecen a u201ccortá para la salidau201d. El otro tema que creo se va a imponer en la agenda es la seguridad, el tema que más le preocupa a los uruguayos, y en tal sentido ojalá no se olviden de la situación carcelaria, una parte importante de la seguridad. Pareciera que preocuparse por la seguridad y la dignidad de los presos no fuera prioridad, y no hay que olvidarse que esos reclusos algún día van a salir.

-¿Qué panorama pronosticás? ¿Cuáles precandidatos terminarán definiendo la elección?

-¡Imaginate que pueden errarle los propios analistas y las principales encuestadoras! Pero me animo a hacer un pronóstico periodístico de lo que parece verse a comienzos de 2019. Hoy veo a Lacalle Pou despegado en la interna blanca, a Daniel Martínez como favorito -aunque no por mucho- frente a Carolina Cosse y la gran revolución que fue el regreso al primer nivel de Sanguinetti. Creo que se definirá en segunda vuelta entre Martínez y Lacalle Pou, y ganará el que logre captar más indecisos en el centro. La postura que asuma La Alternativa (con Mieres y Valenti a la cabeza) y el Partido de la Gente, que parece el más tirado a la derecha, será el fiel de la balanza.

-Vos adquiriste mucha notoriedad en Santo y Seña de la mano de informes sobre las iglesias evangélicas, ¿cómo ves el vínculo que estas iglesias tienen hoy en la política uruguaya?

-No me parece sano, no me gusta e incluso creo que le resulta contraproducente a quienes quieren aliarse con esos sectores religiosos. El caso más notorio es el de Verónica Alonso y su acercamiento a la iglesia Misión Vida (con los hogares Beraca, tan cuestionados, y que nosotros investigamos en el programa). En un artículo de revista Noticias, Diana Cariboni contaba cómo las iglesias evangélicas se habían reunido en una convención bastante discreta y donde no se admitieron periodistas en Punta del Este, y explicitaban su aspiración a meterse en el Parlamento para tirar abajo la agenda de derechos, que tanto costó aprobar en el país, y luchar para derogar el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto o movimientos como el feminismo. Flaco favor le van a hacer estas iglesias al grupo que decidan acompañar. Un politólogo me contó que un precandidato que estudiaba una alianza con el sector de Alonso, había dicho: u201cSi viene con los pastorcitos, no graciasu201d.

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