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Bailar, un regalo de Papá Noel

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Paulo Aguiar y los niños que bailarán en "El Cascanueces"

EL CASCANUECES

El 21 se estrenó El Cascanueces en la Adela Reta y hay funciones hasta el 28. El 24 habrá ballet a las 11:00. Para los pequeños artistas que estudian en la Escuela Nacional de Danza del Sodre recibir el aplauso y sentir la ovación del público es el mejor regalo de Navidad. Aquí sus testimonios. 

Paulo Aguiar y los niños que bailarán en "El Cascanueces"
Paulo Aguiar junto a los niños que bailarán en "El Cascanueces". 

Lola Santullo tiene 10 años y baila desde los 3. Cuando su hermana comenzó la Escuela Nacional de Danza del Sodre, Lola le insistió a su mamá para que la dejara acompañarla y fue un camino de ida. Modificó varias rutinas diarias por esta pasión y el sacrificio no le pesa. "Me tuve que cambiar de escuela por el horario. Salgo más temprano y corro para llegar a tiempo", cuenta la pequeña que participó en Cuentos de la selva y será niña y ratón en El Cascanueces. Diana Alkhimovich es la mayor del elenco de El Cascanueces. Tiene 15 años y se metió en el mundo del ballet porque su madre la incentivó. Terminó de convencerse de que era su pasión cuando vio El lago de los cisnes, cinco años atrás. Dice que vale la pena correr desde el liceo hasta la parada y comer arriba del ómnibus para poder llegar a clase. Le tocó sostener un farol en Romeo y Julieta y estuvo igual de nerviosa que si encarnara un protagónico.

Marcación.

Los 14 niños que bailan en El Cascanueces tienen entre 9 y 15 años. Paulo Aguiar, director de la División Ballet del Sodre, asegura que el trabajo con los más pequeño es más distendido porque "están mucho más abiertos a cualquier sugerencia, y no se hacen problema por nada. Los adultos son más cuestionadores, a los niños les gusta bailar". Y ese disfrute se percibe.

Lola y Diana hacen papeles de niña y de ratón, pero el segundo rol lo disfrutan más porque implica desarrollar una coreografía. "El segmento de los niños es figurante, están en la fiesta, pero no bailan", explica Paulo, que entiende que los ratones interpretados por niños imprimen mayor frescura a este ballet navideño de Piotr Illich Tchaikovsky.

La coreografía para este Cascanueces fue marcada por Silvia Bazilis. Paulo miró muchos videos para observar las cuentas, los pasos específicos y los momentos en que se cambia la formación. "Todo eso con la música es repetición y repetición". El Ballet Nacional estuvo de gira. y los niños ensayaron dos horas por día solos durante tres semanas. Se juntaron 15 días antes del estreno, y si bien "se acoplaron muy bien, hubo momentos en que no sabían para dónde ir porque el escenario es mucho más grande que el salón donde practicaban", comenta Paulo.

Diana y Lola coinciden en que lo más complejo fue combinar los movimientos con la expresión. Usan trajes enormes con una tela que les tapa buena parte del rostro, son muy caluroso y transpiran mucho. "Aunque no se nos vea mucho la cara tenemos que marcar mucho la expresión para que se note", apunta Lola. Paulo explica que es preciso exagerar la expresión para que "toda esa energía que irradian se perciba y se transmita más allá de los trajes".

Ilusión.

Diana y Lola recibieron la noticia de que serían parte del staff de El Cascanueces a través de sus madres. Llegó un mensaje al grupo de Whatsapp de padres de la escuela de danza y le comunicaron a ambas la buena nueva. A Diana le coincidió con el día de entrega del carnet y la felicidad fue doble.

Para algunos de estos niños significa el debut en un escenario y lo viven con gran responsabilidad. "Compartir con los bailarines profesionales a quienes admiran no es poca cosa. Es estar en el lugar justo para lo que ellos se preparan y aprenden", dice el director.

Diana tenía como ídola a Giovanna Martinatto, hoy retirada, y se dio el lujo de intercambiar mensajes con ella y pedirle consejos cuando fue jurado de un examen que dio la joven. Lola se cruzó con María Riccetto en varios ensayos de El Cascanueces y quedó fascinada porque le marcó pautas y movimientos sin que la niña se lo pidiera.

Paulo interpretó al Rey Ratón en 2012 y le emociona transmitir su conocimiento a estos niños. "He estado en la misma situación que ellos cuando era chico y he sentido todo lo que ellos sienten. Atesoro esas experiencias. Son momentos mágicos".

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