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Annasofía Facello: "Ya no tengo prejuicios"

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Annasofía Facello. Foto: Karin Topolanski

Dueña de una enorme sonrisa y una inigualable espontaneidad, Annasofía Facello se abrió un lugar en la pantalla. Acompaña en la conducción de Escape Perfecto desde 2014 donde despliega su histrionismo, buen humor y contagiosa alegría. Esa Annasofía es la misma cuando se apagan las luces de las cámaras.Pero también es la que busca sacudir la quietud uruguaya con fotos jugadas en redes sociales, a la que se le humedecen los ojos cuando recuerda la época en la que era víctima de bullying escolar, la que apoya la candidatura presidencial de Edgardo Novick y la que acaba de transitar el dolor de una separación. Una charla de café con todas ellas.

—¿Cómo estás viviendo este momento profesional al integrar los éxitos de Escape perfecto y Escape perfecto famosos?

—Es un momento muy bueno. Tengo el privilegio de seguir haciendo lo que me gusta. Estoy agradecida con el canal que me da la oportunidad y con la gente que nos elige semana a semana. También estoy feliz con el excelente equipo que trabaja detrás de cámara. Me divierto mucho y creo que eso traspasa la pantalla y llega a la gente.

—¿Cómo son las jornadas de grabación del programa?

—Intensas. Yo estoy todo el día: de mañana grabo el programa con Alberto (Sonsol) y después con Claudia (Fernández). Son rodajes como de 12 horas. Termino agotada porque delante de cámara hay que estar al 100%. Pero realmente paso bien. No podría fingir, se me notaría.

—¿Cuál es la diferencia entre acompañar en la conducción a Alberto Sonsol y a Claudia Fernández?

—Tienen diferentes estilos de conducción. Yo intento amoldarme dentro de mi forma a cada uno de ellos. Con Alberto ya tenemos esa dinámica porque es la cuarta temporada que hacemos juntos. Él está enchufado igual que yo. Y con Claudia somos amigas. Hacía mucho tiempo que quería trabajar con ella. Además tenemos mucha complicidad por ser mujeres.

—¿Por qué creés que están funcionando tan bien este tipo de programas de juegos?

—Canal 10 ha tenido el ojo para saber elegir qué formato puede funcionar. A los uruguayos les gustan mucho los programas a los que va a participar la gente, como Escape Perfecto o ahora Masterchef. El público se siente identificado con la gente que participa. Y en el caso de la versión con famosos se suma que es un programa solidario, porque los premios van para alguna fundación. Además, lo que tienen los programas de Escape Perfecto es que son para toda la familia, los mira tanto el abuelo como el nieto. Es un juego descontracturado, sano y que mezcla suspenso, humor y entretenimiento.

—Te caracterizás por mostrarte espontánea, alegre y extrovertida en los programas en los que participás. ¿Cómo sos cuando se apaga la cámara?

—Soy igual a esa, es mi forma de ser. Al aire me río y me emociono de verdad, y cuando estamos en el corte también soy así. Me calmo un poco cuando llego a casa y repongo energías. Ahí cierro un poco el pico. Y si bien es cierto que soy extrovertida, eso pasa solamente en los ambientes en los que me siento cómoda. Cuando iba a pedir trabajo me daba mucha vergüenza. Y cuando empecé a trabajar en la tele me temblaban las piernas y las manos, se me secaba la boca. Hay que hacer las cosas aunque cuesten, así se van superando.

—¿Te gusta ver los programas en los que estás?

—Cuando empecé me daba vergüenza mirarme. Después me miraba sin audio porque no me gustaba mi voz. Ahora me miro y me río conmigo. Me divierto como si estuviera mirando a otra persona. Me disfruto.

—En una entrevista para Búsqueda dijiste que habías sufrido bullying en la escuela. ¿Te agarraban de punto con algo en particular?

—Lo sufrí en la escuela y en el liceo. En cuarto de escuela era rellenita y me tomaban el pelo con eso. Después en sexto pegué el estirón, pero me agarraban de punto por ser amiga de una, y otras se ponían celosas. Cosas de adolescentes.

—¿Cómo lo enfrentabas?

—Me lo tuve que fumar en pipa. La agresividad no se puede manejar con agresividad. Lo mejor es la indiferencia. Todo deja un aprendizaje.

—¿Qué aprendizaje te dejó?

—El tema de aceptar el cuerpo de uno y no dejarse llevar por las presiones sociales. No hay que intentar tener el cuerpo perfecto ni verse bien siempre, hay que estar saludable y tener coraje para seguir nuestros sueños. Es el mensaje que intento dejar a través de las redes, donde me siguen muchas chicas.

<b>Dama de redes.</b> Además de la exposición que tiene en pantalla, Annasofía logra mucha repercusión a través de Instagram. Más de 25.800 usuarios siguen su cuenta, donde comparte fotos muy producidas y reflexiones varias.
Dama de redes. Además de la exposición que tiene en pantalla, Annasofía logra mucha repercusión a través de Instagram. Más de 25.800 usuarios siguen su cuenta, donde comparte fotos muy producidas y reflexiones varias. "Hay gente que escribe para agradecerme", asegura.. Foto: Karin Topolanski

—En las redes has ido mostrando una fuerte transformación: de la ingenuidad que te caracterizaba hace unos años a fotos transgresoras y jugadas que publicás ahora. ¿A qué se debe?

—A que voy creciendo y cambiando. Estoy viendo diferentes versiones de mí misma, me voy redescubriendo. Con la actuación me doy más permisos que antes, me siento una persona más libre. Ya no tengo prejuicios y me acepto más a mí misma. Las fotos más hot buscan provocar un poco en este país que está tan quietito. Quiero sacudir las mentes. Hay gente que no lo entiende, pero yo creo que el mensaje llega igual. Por lo menos llama la atención, y dentro de la superficialidad del Instagram puedo hacer que alguien se detenga a pensar en algo por un momento. Comparto muchas reflexiones y preguntas sobre la vida misma y hay gente que me manda mensajes para agradecerme.

—¿Los cambios de look también van en esa dirección?

—Cambiar de look me divierte. Hacía tiempo que me lo quería cambiar y me surgió la propuesta de hacerlo a través de Loreal Professionel. Yo elegí el color castaño, nunca lo había tenido así. Tiene que ver con los procesos y con que todo el tiempo voy mutando. Está bueno animarse a los cambios: si te lo teñís y no te gusta, te lo podés volver a cambiar, y si te lo cortás y te arrepentís, después crece.

—¿Te gustaría desarrollar más tu faceta actoral?

—Me gustaría hacer ficción, que es lo que vengo estudiando hace más tiempo. En Uruguay no se hacen muchas películas por año y no es fácil conseguir un casting para participar. Quiero empezar a actuar para seguir aprendiendo. Ahora estoy yendo a cuatro escuelas diferentes para estudiar actuación. En agosto me voy a hacer un curso a Indonesia de entrenamiento actoral, que es como un viaje más espiritual pero para seguirme formando.

—¿Cuál género te entusiasma más?

—Me gusta mucho el drama. La comedia está cubierta por lo que hago en tele. Si tuviera la oportunidad de actuar preferiría mostrar otra faceta y hacer algo dramático.

—Te recibiste de periodista, ¿te gustaría trabajar en algo vinculado a ese rol?

—No, en tele no me gusta lo serio. Prefiero la espontaneidad. Uno cuando trabaja se da cuenta de cuál es el tipo de formato que saca lo mejor de uno, y a mí la cuestión acartonada no me va. Tuve la oportunidad de trabajar en móviles serios y no me sentí del todo cómoda. No me gustaría estar en un informativo ni trabajar de periodista. Lo que más disfruto es trabajar con la gente del público, como lo hago en Escape Perfecto.

—¿Te gusta que tu papá (el diputado Guillermo Facello) se dedique a la política?

—Me gusta que sea feliz y que haga con su vida lo que lo haga feliz. Es lo que hace desde que es joven y sé que lo apasiona. Estoy más o menos al tanto de lo que pasa con su carrera, hablo mucho con él y lo apoyo en donde sea que esté. De todos modos no soy fanática de la política. Me interesa en la medida justa.

—Tu padre fue el primer legislador en irse hacia el partido de Edgardo Novick, ¿qué te parece esa figura política?

—Me gusta. Me parece un muy buen candidato y ojalá que le vaya bien y sea elegido presidente.

—¿Cómo llevás la soltería?

—Bien. Me separé hace un año y estoy sola y tranquila. Mantengo mis días ocupados con varias actividades. Tengo mi casa y tiempo para mí. Me junto con amigas a cenar, pero no soy de salir a romper la noche.

—¿Qué determinó la separación?

—No voy a decir qué pasó... La vida pasó. Yo estaba enamorada, pero son cosas que pasan. Estuve triste y transité mi dolor. Aprendí que el amor es así. Tengo una excelente relación con mi ex, lo quiero muchísimo y le deseo lo mejor como sé que él me lo desea a mí.

—¿Te ha vuelto a llamar la atención otro hombre?

—No, desde que me separé no me ha pasado. Cuando sea el momento conoceré a alguien. Ahora estoy enfocada en mis cosas. No estoy buscando nada y no me interesa estar en pareja.

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Annasofía Facello. Foto: Karin Topolanski

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