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Andrés Parra en la serie Sitiados

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Foto: FOX

Se estrena mañana en Fox1, Sitiados, una co-producción de Fox International Channels Latin America y la chilena TVN basada libremente en el Sitio de Villarica, en que 500 españoles fueron aislados en su fuerte por los indios mapuches. La serie cuenta con un elenco de actores latinoamericanos entre los que destacan el chileno Benjamín Vicuña y el colombiano Andrés Parra. Este último, que alcanzó gran fama internacional por interpretar a Pablo Escobar en El patrón del mal, encarna a un tirano conquistador español. De cómo fue el rodaje -en plena Luna de Miel-, la historia y más, habló en una rueda de prensa internacional de la que participó Sábado Show.

En Colombia, Andrés Parra (37 años) es un actor de teatro, TV y cine muy conocido, señalado por muchos como el mejor de su país. Fuera de fronteras, donde es más difícil que se conozca su trabajo aunque hoy la globalización todo lo puede, es más común que se lo identifique como el actor que hizo de Pablo Escobar en la exitosa serie El patrón del mal, que en Uruguay emitiera Monte Carlo TV.

El personaje y la interpretación de Parra fueron tan fuertes, que por años siguió atado a ese rol. Además, previamente había participado en la película El cartel de los sapos, también con el narcotráfico como tema central. Fue así que al actor se lo identificó durante mucho tiempo con las llamadas "narconovelas", de las que hizo varias.

Sin renegar del género que le dio muchas satisfacciones y premios, en el último tiempo Parra ha buscado que su carrera explore otros caminos. La convocatoria para ser parte de la serie de TV, Sitiados, ha sido entonces una excelente oportunidad para mostrar lo versátil que puede ser como actor. "He tratado de alejarme no tanto de la novela tradicional, sino de la que llaman la narconovela. La exploré muchísimo hace unos años y fui muy feliz. Ya había decidido alejarme de esa temática y de la novela tradicional en cuanto a la duración, de diez u once meses de grabaciones", explica en una rueda telefónica de entrevistas con medios latinoamericanos de la que participó Sábado Show.

"Sitiados cumplía con todas las características para el cambio: corta duración, mucho tiempo dedicado a no tantas escenas. Hicimos ocho capítulos en cuatro-cinco meses, que es lo ideal, nunca me había pasado y no sé si me volverá a pasar. En la telenovela tradicional se trabaja con muchas más escenas por día. La premisa era, sobre todo, la calidad", continúa el colombiano al explayarse sobre la co-producción de Fox International Channels Latin America y Televisión Nacional de Chile (TVN) que se estrenó el pasado 2 de mayo por FoxPlay+, la plataforma premium online de Fox+, y que desde mañana se podrá ver por Fox1, todos los domingos, a las 23 horas.

"Para un actor, tener la posibilidad de trabajar en una serie medieval, en una película medieval, en una obra de teatro medieval, siempre va a ser muy tentativo. La producción estuvo a la altura del proyecto ambicioso que quería realizar. Entonces, a Sitiados, desde cualquier punto de vista, no podía negarme, tenía que estar", continúa Parra sobre esta ficción libremente inspirada en el Sitio de Villarica, ocurrido en territorio chileno entre 1598 y 1601, en el que 500 españoles quedaron prisioneros de los mapuches y sitiados en su fuerte, logrando sobrevivir apenas 22 de ellos.

Andrés Parra encarna al temible maestre Juan De Salas, al mando de esta "ciudad española" que sobrevive en la Araucanía chilena. Sus pobladores mantienen una tregua precaria e incierta con los mapuches, la cual se quiebra tras un imprevisto y desemboca en el sitio que deja a los habitantes de Villarica encerrados en su propio fuerte.

"Juan De Salas es un miserable maravilloso, caído en una desgracia. Tiene todos los elementos: es déspota, arrogante, autócrata en todo el sentido de la palabra, es un tirano, un represor. Al mismo tiempo es un ser un tanto vulnerable que ha sufrido una traición de su familia. Me parece que tiene todos los ingredientes para ser un personaje de esos. Es un miserable maravilloso", cuenta de uno más de los tantos villanos que le han tocado interpretar en su carrera.

La traición familiar a la que Parra hace referencia viene de parte de la única hija de Juan De Salas, Rocío (la argentina Macarena Achaga), quien vive un amor prohibido con Nehuén (el chileno Gastón Salgado), el joven líder de los mapuches, obligada entonces a decidir entre el amor o la obediencia a su padre.

El panorama se completa con Isabel de Bastidas (la mexicana Marimar Vega), una mujer que esconde un secreto que la llevó a huir de España y refugiarse en el lugar más recóndito del Nuevo Mundo. En medio del caos, descubrirá la forma de organizar al pueblo y, junto con Agustín González (el chileno Benjamín Vicuña), un valiente y misterioso guerrero, se convertirá en una líder en la lucha por la supervivencia.

Integran también el gran elenco panregional, los chilenos Francisco Melo, Julio Milostich, Erto Pantoja, Tito Bustamante, Tato Dubo y Gabriela Aranciba. Participaron más de 2.100 actores y un equipo compuesto por 300 personas.

Producción internacional.

Dirigida por el chileno Nicolás Acuña, Sitiados se compone de ocho capítulos de una hora filmados íntegramente en Chile, en base a una idea original de Carmen Gloria López, quien estuvo a cargo de los guiones junto al argentino Wilfredo Van Brook.

Los escenarios principales fueron la Araucanía chilena y un gran fuerte construido especialmente para la ficción, de más de 600 metros cuadrados. Fueron entre cuatro y cinco meses de rodaje en el sur de Chile, en una época bastante inhóspita en materia de clima. "Fue tremendo porque nos encontró en el invierno, cuando el sur chileno se pone bastante inclemente", recuerda Parra. "Era muy duro, teníamos que tener muchos sistemas de calefacción que nos ayudaban. Los pobres actores que tuvieron que hacer los personajes de los mapuches la pasaron mucho peor. Los que interpretábamos a los españoles teníamos muy buena ropa, pero ellos iban de torso desnudo, además estuvieron mucho en el agua, en los lagos. Ellos la pasaron muy mal; nosotros, mal pero no tanto", acota un poco en broma.

Sitiados requirió la confección especial de más de 300 trajes y 100 armaduras, con los que los actores debieron aprender a moverse y actuar. "Ni bien llegamos a Santiago, las primeras semanas estuvieron dedicadas a clases de equitación, de combate, de uso de armas, aprender a montar a caballo con armadura, uso de la espada… fue aproximadamente un mes. Eran espadas muy pesadas y había que aprender a manejarlas", detalla el actor quien, como anécdota, tiene para contar que ese tiempo formaba parte de su Luna de Miel. Es que tenía previsto casarse por la fecha en que se empezó a rodar la serie y no estaba dispuesto a postergar tal compromiso. Entonces, con su esposa decidieron casarse y partir enseguida a Chile para cumplir con su trabajo.

"Yo sabía que me tenía que ir a Chile y no me quería ir sin haberme casado. Pero tuve la suerte de que en el primer mes de rodaje tuve que grabar muy poco, entonces tuve la oportunidad de visitar mucho el sur de Chile. Fue muy loco porque nuestro comienzo de matrimonio fue prácticamente solos en una parte del país a la que nunca habíamos ido, viviendo cuatro meses en un cuarto de hotel. Fue distinto, raro, chévere. Esa especie de Luna de Miel que tuvimos fue muy sabrosa porque el sur chileno es realmente maravilloso", rememora.

Además, aprovechó el tiempo libre para interiorizarse de otros temas que despertaban su curiosidad, como la dictadura chilena. "Me interesaba muchísimo escuchar distintas opiniones y encontré interlocutores muy válidos, gente muy interesante, muy enterada. Es muy chévere porque se encuentran muchas versiones de lo mismo, versiones encontradas, otras contradictorias. Lo mismo le pasaría a un chileno si lo llevaras a Colombia, con temas como el proceso de paz, la guerrilla".

Parra ya había estado en Chile hacía un par de años, promocionando El patrón del mal. "Me había gustado muchísimo, la gente, la comida. Tanto la ciudad de Santiago como el sur me parece que tienen una magia muy, muy chévere. Se quejan mucho de su tráfico, pero si lo comparan con otras partes del mundo, es bastante decente. La arquitectura me gustó mucho, pero sobre todo la gente. Tuve la posibilidad de conocer mucha gente. Al chileno, a pesar de ser más reservado que el colombiano, lo encuentro muy amoroso", señala.

Caracterización.

Cuando su personaje demandó más horas de rodaje, la cosa ya no fue tan liviana para Parra. "Cuando empezamos a grabar, eran jornadas de trabajo normales, muy respetuosas con el horario. Trabajábamos doce horas diarias y hacíamos alrededor de tres escenas por día. Un trabajo muy arduo en cuanto al nivel de perfección que buscaba el director en nosotros. Podíamos estar cinco horas para sacar una escena adelante, pero no importaba. Los departamentos de arte, vestuario, maquillaje… cada cual tenía su espacio. Trabajábamos de lunes a sábados, a veces. Hubo algunos rodajes nocturnos, donde rodábamos toda la noche. Tuve entonces la posibilidad de trabajar en un nivel de dignidad profesional de muy alto estándar. Se va a notar en la serie".

El colombiano destaca el trabajo de la maquilladora chilena Margarita Marchi, quien lo ayudó mucho a transformarse en este temido conquistador español. "Creo que eran aproximadamente 45 minutos de maquillaje. Me tuve que dejar el pelo un poquito largo, barba. Además, estaba el trabajo de los dientes, del color de la piel, porque es un personaje que vive mucho a la intemperie", describe.

En cuanto al acento, aunque su personaje es español, no se le pidió nada especial. "Nunca me pidieron hacer acento español, pidieron que cada actor tuviera su acento de la manera más justita posible. Hay una tendencia a pensar que el espectador tiene un solo acento y yo no estoy de acuerdo con eso. Cuando hay una serie lo suficientemente entretenida e interesante para el espectador, el acento tiene que quedar en un segundo plano. Y ese experimento lo están haciendo particularmente con esta serie. Están apostando a que mañana puedan unirse actores de todos los países para hacer grandes producciones sin que el acento sea un problema porque no tiene por qué serlo. Y creo que para los actores es complicado si además de tener que actuar te exigen un acento que a lo mejor no es necesario. Que no suceda es algo que yo agradezco mucho y creo que el experimento va a funcionar", opina.

Ayudó mucho también la recreación de época llevada adelante por Fox y TVN. "Asumieron el reto de hacer una serie medieval de manera frontal y construyeron un pueblo medieval en las afueras de Santiago. Estaba impecable, como si fuera un parque temático de Disney. Era realmente increíble trabajar ahí. Era importante recrear lo ruda que era la época, entender estos personajes que no tenían buen acceso al agua, a la higiene, que comían con la mano", apunta el actor.

Hasta ahí lo que le llevó ser Juan De Salas por fuera, pero también hubo un aprendizaje por dentro, por ejemplo de la historia de América Latina y del conflicto mapuche. "La base fue, sobre todo, la conquista, antes que el tema mapuche de manera puntual. Lo que yo quería era explorar el personaje desde el conquistador tradicional, que se enfrenta a una tierra que es un poco más hostil que las demás. En ese sentido, me basé más en la parte histórica, no de Chile sino en general de la conquista. No creo que la serie esté buscando, necesariamente, ser un reflejo histórico documental de lo que pasó. Está inspirada en lo que pasó, pero tiene mucho contenido de ficción para que pueda ser una serie de televisión", aclara. Consultado sobre lo que piensa de que el conflicto mapuche siga aún vigente en Chile, responde que para él muchos de los temas que toca la serie están vigentes. "Los manejos políticos, la corrupción, la lealtad, la perdición. Creo que la serie es un gran espejo de lo que somos como sociedad, militar y políticamente, en Latinoamérica".

Fama y futuro.

Quizás con Benjamín Vicuña, Parra sea la cara más conocida de Sitiados por este lado de Latinoamérica. El colombiano nunca había trabajado con el chileno ni sabía mucho de su carrera. "Me pareció un actor muy generoso, siempre fue muy buena persona con todos nosotros, amigable, colaborador… un gran anfitrión y un gran profesional. Muy serio, muy comprometido, muy disciplinado, siempre puntual. Nunca hubo ningún problema con Benjamín ni con nadie. En Chile todavía prima mucho el talento, lo cual se agradece", destaca Parra.

El actor recibió más propuestas de TVN para seguir trabajando con la cadena chilena, algo que le gustaría hacer pero que en lo inmediato no es posible por compromisos ya contraídos por ambas partes. "Gracias a Dios hay un interés mutuo de volver a trabajar juntos. En algún momento se planteó la posibilidad de hacer una teleserie tradicional, que yo tenía muchas ganas de hacer y estaba dispuesto. Si mañana resultara algo, yo sería el primero en ir, feliz".

Son señales que indican que Parra está bien encaminado en ese deseo de desprenderse de la pesada figura de Pablo Escobar, algo que considera que logró, si bien al público le cuesta un poco más aceptarlo. "Yo no me quedo nunca con nada de los personajes. El que se quedó con algo de Escobar creo que fue el público, no lo ha sabido superar en ese sentido. Para mí fue como cualquier otro personaje, como el de La suegra, La bruja, La semilla del silencio… Es cuestión de tiempo y de tratar de quitarlo del imaginario de la gente. Es una cosa que, primero, no me corresponde, es una pérdida de tiempo. La gente se queda con lo que le gusta y por mí está bien, pero a mí no me quedó nada", deja bien en claro.

Ahora toca verlo en la piel de este temible conquistador, personaje en el que podremos disfrutarlo durante ocho capítulos, o más si hubiera más temporadas de Sitiados. "¡Yo feliz! Todos felices… Marimar, Macarena, Gastón, Benjamín y yo estaríamos felices. Todo depende de cómo nos vaya. Yo creo que la serie se merece más temporadas. Vamos a ver".

Agustín González.

Un valiente y misterioso guerrero que ayudará a Isabel a organizar al pueblo para sobrevivir.

Isabel de Bastidas.

Esconde un secreto que la llevó a huir de España y refugiarse en el lugar más recóndito del Nuevo Mundo.

Juan de Salas.

Temible maestre español de Villarica que aplica la autoridad con mano dura. Tendrá conflicto familiar.

Rocío de Salas.

Hija de Juan De Salas, vive amor prohibido con Nehuén, joven líder de los mapuches. Debe elegir entre él o su padre.

Nehuén.

Líder de los mapuches que, por un imprevisto, terminan sitiando a 500 españoles en Villarica.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Foto: FOX

el conquistador

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