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Andrea Ghidone habla del confinamiento, su temporada teatral y su vida en Buenos Aires

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Andrea Ghidone; cuarentena a la uruguaya. Foto: Darwin Borrelli

ENTREVISTA

La bailarina se encuentra en nuestro país haciendo la cuarentena y habla de su éxito en Argentina, su camino a la fama y sus variados proyectos

Andrea Ghidone; cuarentena a la uruguaya. Foto: Darwin Borrelli
Andrea Ghidone; cuarentena a la uruguaya. Foto: Darwin Borrelli

Desde antes que comenzaran las medidas de aislamiento social, Andrea Ghidone se encontraba en Uruguay, donde tuvo que armar una casa desde cero ya que todas sus pertenencias (incluso su pareja) se encuentran en Buenos Aires. Allí no solo tiene sus diversos emprendimientos, también su gran carrera en teatro que la llevó tener su espectáculo entre los diez más importantes y con mayor recaudación en Argentina, lo que la llena de orgullo. Desde hace casi dos meses, Ghidone atiende los negocios de su familia en este lado del charco mientras termina algunos estudios. Sobre la cuarentena, las medidas de seguridad, la planificación familiar, sus planes para volver a los escenarios con Tango en Rose, el espectáculo que creó, dirigió y protagoniza y también sus cuestiones sentimentales charló Ghidone con Sábado Show.

—¿Desde cuándo estás en aislamiento?

—Me vine para Montevideo cuatro días antes que decretaran la cuarentena obligatoria en Buenos Aires y llegué a la casa y estamos guardadas desde ese momento. Salgo apenas, al supermercado a comprar pero lo mínimo. El miedo mayor no es contagiarnos, porque no podemos evitar que eso pase, pero que sea de una manera suave. Lo que lamentaría sería si hubiese que aislar a las personas mayores, en eso tomo muchos recaudos, sobre todo pensando en mi mamá, porque el daño más grande se lo llevan ellos. Uno sigue laburando, sigue haciendo una dinámica, pero para ellos es durísimo, quedan como demasiado fuera del sistema porque son los menos los que se contactan por Zoom o Whatsapp. Entonces los dejás en un aislamiento que para ellos es durísimo.

Andrea Ghidone; cuarentena a la uruguaya. Foto: Darwin Borrelli
Andrea Ghidone; cuarentena a la uruguaya. Foto: Darwin Borrelli

—¿Cómo ha sido ir al supermercado? Dudo que todos los días tus vecinos se cruzan con Andrea Ghidone en el súper.

—Me muevo en el barrio, vivo entre el Prado y Paso Molino porque acá está donde estoy. Y la gente, aunque salgo con tapabocas y todo, hay quienes me reconocen por la voz. He ido, porque me tuve que instalar, hacer mi casa en 15 días con platos, vasos, acolchados, porque venía acá de forma transitoria, de paso por lo de mi hermana pero no para instalarme. Así que tuve que salir a socorrerme; y encima en Buenos Aires te suman 30 por ciento lo que comprás con tarjeta. Así que bueno, todo es una situación compleja dado lo que hay, pero feliz que estamos todas juntas, armando equipos y viendo de qué manera se sigue. Porque no es que uno milagrosamente no nos vamos a contagiar. Dejemos de lado el pensamiento infantil de Disney y encaremos la situación de manera adulta y responsable.

—¿Toman precauciones para cuidarse cuando salen?

-Sí, tenemos un lugar cerca de la puerta para cambiarnos y bañarnos ahí. Dejamos la ropa afuera y de esa manera entramos a la casa haciendo que mi madre esté lo más alejada que pueda de la puerta. Y desinfectarte, desinfectar la casa y ponerte en un monto de acciones que de verdad no sé de dónde las aprendí, pero las sabía. Y disfrutando de mi familia que son las que están y me parece la mejor manera de aprovechar el tiempo.

Andrea Ghidone en "Tango en Rose". Foto: Difusión
Andrea Ghidone en "Tango en Rose". Foto: Difusión

—¿Quedaste con proyectos suspendidos por el coronavirus?

—Estábamos en calle Corrientes. El año pasado hicimos Madame Tango que fue un espectáculo maravilloso que llevó 70.000 personas. Culminamos de manera feliz porque no teníamos esa expectativa. Arrancamos por un mes en el teatro Regina y después de ese mes seguía funcionando, pasamos a Calle Corrientes, conseguimos un teatro precioso como el Lola Membrives y a partir de ahí desencadenó ese espectáculo que me hizo estar entre los 10 shows de toda Argentina. Además fue creación mía, dirección mía y vestuario, y todo. Eso hizo que este año fuéramos por un espectáculo más grande con una escenografía tremenda. Guillermo Fernández como coprotagonista y una orquesta en vivo que éramos 12 personas arriba del escenario y ocho más abajo. Con Carlos Rotemberg, con quien estoy en el Tabariz decidimos parar hasta que esto vuelva a la normalidad. Y la escenografía, así como vestuarios, efectos personales, todo me quedó adentro del teatro. Porque el teatro cerró sus puertas y no volvió a abrir. Hice lo mismo con mi casa, y acá estoy.

—¿Tenés negocios acá en Uruguay?

—Tengo una empresa familiar que con mi hermana nos ocupamos desde que mi papá falleció. Y en Argentina con mi productora me encargo de hacer eventos que hoy obviamente quedaron en pausa y sin saber cuándo volverá a la normalidad, porque los últimos en volver serán los que tienen que ver con llevar masivamente gente. Pero bueno, veníamos con Tango en Rose que habíamos arrancado en enero y teníamos la temporada hasta abril; y la idea después era seguir y hacer gira a fines de año, con lo cual todo pasará para otro momento, cuando estén las condiciones dadas para que la gente pueda salir y poder disfrutarlo.

Andrea Ghidone en "Tango en Rose". Foto: Difusión
Andrea Ghidone en "Tango en Rose". Foto: Difusión

—¿Tenias muchos empleados en Argentina?

—Sí, y les tuve que comunicar a todos mis empleados que hasta nuevo aviso no tenemos chances de hacer nada. Nuestro lugar es muy complejo porque los artistas damos clases, trabajamos en cosas que tienen que ver con todo lo que se prohibió. Por eso la oficina de mi papá que tiene que ver con gestoría y servicios, de alguna manera, estamos funcionando. Pero bueno, estoy acá, hay que estar reinventándose como siempre; la vida te invita a nuevos desafíos y emprendimientos, y a ocuparse de esas cosas que uno tenía postergadas para cuando pudiera. Así que invirtiendo el tiempo en eso, feliz, disfrutando de la familia y esos momentos que de verdad, desde que me fui a Buenos Aires hace 11 años atrás no paré gracias a Dios. Y nunca tuve el tiempo para hacer lo que hoy estoy haciendo en Uruguay y eso me encanta.

—Si, cuando se inicie esta nueva normalidad se te van a ir los momentos para estudiar.

—Sí, en Buenos Aires hacía de miércoles a domingo teatro con lo cual eso te genera una dinámica, y la hora en la que te levantás no es la misma que me levanto ahora, a las ocho y media de la mañana y me acuesto temprano. Cuando uno hace teatro no se levanta tan temprano, se organiza de otra manera, así que adaptar el cuerpo a eso por suerte ya se me acomodó y disfruto del día y de poder hacer cosas.

Andrea Ghidone. Foto: Darwin Borrelli
Andrea Ghidone. Foto: Darwin Borrelli

—Siempre has sido una mujer emprendedora.

—Sí, una uruguaya a full, y creo que la gente en Buenos Aires me quiere porque soy constante y trabajadora. He tenido algunos enfrentamientos, pero siempre me centré en trabajar, en ponerle profesionalismo. Allá tengo un equipo hermoso con el que armamos todas estas producciones y son 22 personas hoy. Éramos cuatro cuando arrancamos, y no es fácil posicionarte en calle Corrientes. Tenemos productores mega como Yankelevich que nos hacen competir, pero veníamos bien, entre los 10 desde hace casi un año y medio. Y para mí es una gran alegría porque fue un producto propio, un libreto propio, una idea propia, y es mi forma de ver el tango que no tiene nada que ver con la forma en que se muestra en tango en Argentina. Porque el turista quiere ver tango for export y yo armé una historia. El libreto se centra en mi personaje que vuelve a su casa después de 10 años viviendo en Europa, y mirá la paradoja que yo hoy vuelvo después de 10 años afuera y transitando todo lo que relato en la obra, entonces es muy fuerte para mí lo que me está pasando ahora.

—¿De qué se trata Tango en Rose?

—Tiene que ver con el tango color de rosa, para mí en mi vida me marcó una forma distinta de interpretar la vida de encararla. Eso hizo sacar de mí una personalidad no te voy a decir arrabalera, pero sí de ir para adelante, asumir responsabilidades y de creerme todo lo que fui haciendo y decir: ¿Por qué no hacer mi propio espectáculo y mis luces? Y así lo hice y que Rotemberg me abra las puertas de su teatro y sentarme a hablar con él y planificar un año de laburo, para mí que cuando llegué era una opción más dentro de una compañía maravillosa, ha sido un gran avance, pese a todas las dificultades. Porque no es fácil imponer un producto y un estilo. Es una obra de teatro que se acompaña con el 2 por 4, y una historia y un relato y todos cantamos actuamos y bailamos en este espectáculo que es distinto a los formatos que existen en Argentina.

Andrea Ghidone en "Tango en Rose". Foto: Difusión
Andrea Ghidone en "Tango en Rose". Foto: Difusión

—El tango te abrió las puertas de Buenos Aires, desde estar en el programa de Marcelo Tinelli a bailarle a los Rolling Stones.

—A medida que pasa el tiempo siento que me abrió las puertas de Calle Corrientes de tener un teatro propio, de obviamente pequeños avances que no se dan de la noche a la mañana en mi caso pero que se dieron y están.

—En este intermedio, ¿cómo estás?

—Debo de reconocerte que el año pasado y este me fue muy bien en todo eso y en este libro que como fue escrito por mí, aunque no lo creas, tiene una parte maravillosa que es derecho de autor y los derechos de autor que cobré el año pasado es lo que me está ayudando ahora a mantenerme y todo lo que he generado en cuanto a derechos propios, donde me ha dejado una base donde implemento, más allá de la oficina de mi padre y los emprendimientos que tengo en Buenos Aires. Son unos apartamentitos que se alquilan para turistas y hoy están frenados y los demás emprendimientos tenían que ver con el turismo, entonces sí, hay que adaptarse a la situación. Como le explico a mi familia, estamos atravesando una pandemia cuyo único objetivo que hay es sobrevivir a ella y el plan es de guerra: eso quiere decir que hay que reformular cosas que se hacían de una manera y hay que saber administrarnos, porque no sabemos el tiempo que esto va a llevar.

Andrea Ghidone
Andrea Ghidone. Foto: Archivo

—¿Sos de planificar los gastos de la semana?

—Como jefa de hogar me encargo de esas cosas. Hago un plan de las cosas que se compran en la semana, lo que se va a comer en la semana, eso tiene que estar planificado para que estas cosas no te impacten tan fuerte y te adaptes a una normalidad que no estábamos acostumbrados. Hay que tener los pies sobre la tierra porque esto va a parar y hoy tenemos que hacer cosas de las que mañana no te tenés que arrepentir. Hoy no vas a poder hacer determinadas cosas y hay que organizarse para que la cabeza sobre todo no se dispare.

—¿Estás estudiando algo en este tiempo?

—Este año termino una carrera de coaching que empecé y de verdad me ha hecho muy bien. Estudio emprendimiento y realización de proyectos este año, también inglés. Hay que organizarse y aprovechar. El tiempo que tenía antes para el teatro ahora lo utilizo haciendo otras cosas. Hay que tener la flexibilidad y apertura de mente en este momento para poder transitar esto, no poniéndose peor de lo que uno ya está.

Andrea Ghidone; cuarentena a la uruguaya. Foto: Darwin Borrelli
Andrea Ghidone hace la cuarentena en nuestro país. Foto: Darwin Borrelli

—¿Y cómo estás con los temas del corazón?

—El corazoncito o mi media naranja está en Buenos Aires. Hace más de 50 días que no nos vemos, pero bueno, estamos viendo cómo replanteamos nuestra historia una vez que esto termine. Porque esto te lleva a dos lugares, o se termina o se formaliza.

—Imagino que lugar para la fiesta vas a encontrar.

—Me encanta, pero es así. En este momento las cosas toman un rumbo, o son o no son. Creo que es el nuevo paradigma del mundo que viene y en este momento uno tiene que ir con la verdad, no con pensamientos infantiles. En este momento estamos tratando de llevar adelante nuestra relación ya que nos queremos, tenemos buenos sentimientos y nos estamos extrañando. Queremos tener un proyecto más afianzado después de esto.

—¿Costó desprenderse de la imagen de mediática?

—Cuesta, cuesta muchísimo. La oportunidad la encontré con 29 años, porque cuando llegué a Buenos Aires no tenía mucha oportunidad para elegir. Había un montón de opciones y la vida me abrió esa puerta y entré. En Buenos Aires la gente ya me conoce, y que te reconozcan porque tenés una compañía o una obra en calle Corrientes y no porque te vieron en el programa de Rial, ya es un paso. Y es el tiempo que uno le tiene que dar a la gente para que te conozcan. Por eso siento que gastar mi tiempo en discusiones no era algo que quería hacer. Hablar mal de alguien no lo quería seguir haciendo, fueron cosas que no fue que dije un día: de esto no hablo más, ya soy del tango, no te opino de nadie más.

—¿Y cómo lo lograste?

—Es hablar con respeto, ser consciente de lo que está diciendo, y si bien no es mi responsabilidad la forma que te impacta lo que digo de vos, es mi responsabilidad como persona. Eso fue lo que me hizo cambiar, ¿para qué me sirve? Para nada. Y uno va eligiendo. Cuando recién llegué no podía elegir, así que cuando tuve la oportunidad la aproveché. Y uno se va dando cuenta que esas cosas no son lo que querés, vas viendo otras opciones y a medida que vas conociendo te das cuenta que hay cosas que no van más. Mi opinión no define al otro y ha pasado que cuando otros hablan de mí, me encanta escucharlo porque así conozco sus miserias, pero no me define lo que digan de mí. Cuando entendí que lo que habla el otro dice más del otro que de mí, pienso: qué suerte, porque ahora sé quién sos vos.

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