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Sumergidos: Rocha aún pide soluciones

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En la zona norte de Rocha fueron afectadas 330.000 hectáreas. Foto: Ricardo Figueredo
Vista aerea de Inundaciones, crecida y desborde del río Cebollatí en Lascano, 20160424, foto Ricardo Figueredo, Rocha
Archivo El País

En abril de este año, y luego en los meses de julio y agosto, la zona norte del departamento de Rocha resultó gravemente castigada por inundaciones. Hace décadas que se plantearon soluciones, pero nunca se han cumplido. En tanto las condiciones climáticas empeoran.

Una amplia zona de Rocha quedó sumergida poco antes de que comenzara el invierno. Los estragos causados por las inundaciones, las peores en la historia local, ocasionaron pérdidas por encima de los US$ 25 millones. Los productores de la zona cercana a la ciudad de Lascano perdieron cultivos —arroz, soja y trigo—, ganado, y viviendas arruinadas por la creciente. Las intensas lluvias que superaron todas las marcas históricas dieron lugar al desborde del río Cebollatí, y como consecuencia de ello el gobierno declaró en abril pasado la emergencia agropecuaria. También el gobierno prometió una pronta solución a un problema que se ha vuelto recurrente, pero hasta ahora las soluciones no asoman.

Los productores de Lascano, empero, no se han quedado quietos. En el último Consejo de Ministros ofrecieron al ministro del ramo, en este caso el de Transporte y Obras Públicas, un plan integral para mitigar los daños, ofreciéndose como parte de la solución al poner mano de obra y maquinaria al servicio del plan. Pero no improvisaron sobre la marcha, las soluciones al problema ya habían sido pensadas hace más de 80 años por un hombre al que hoy consideran un visionario en Rocha. El ingeniero Florencio Martínez Bula lanzó en 1935 una iniciativa que contemplaba tanto la regulación hídrica de toda la zona de bañados como la generación de energía eléctrica. Ha pasado casi un siglo y las soluciones vistas por el ingeniero rochense distan mucho de ser puestas en práctica

Un plan más reciente fue aprobado en 2004, cuando se realizó un Plan de Regulación Hídrica, contenido en el Decreto N° 229 de ese año. Según estimaron integrantes de la Sociedad de Fomento Rural de Lascano, tan solo el 5% de ese plan ha sido ejecutado a la fecha.

Creciente histórica.

"Esta fue la crecida más grande que tuvimos, no sé si las inundaciones del 59 llegaron a esta marca, pero en abril tuvimos 7,45 metros", recuerda el productor rochense Aníbal Nogueira.

Nogueira señaló que ya en agosto del año pasado habían tenido una creciente grande, aunque no había llegado al récord mencionado.

"En mis campos llegué a tener (un acumulado) de 640 milímetros", dijo el hacendado.

La creciente del Cebollatí sumergió a alrededor de 330.000 hectáreas. Unas 180.000 hectáreas cultivadas quedaron bajo agua, de ellas 4.000 eran de arroz.

Nogueira y un grupo de productores rurales de Lascano elaboraron junto a ingenieros agrónomos el conjunto de iniciativas que ahora le reclaman al gobierno. El ministro Víctor Rossi recibió el lunes pasado el plan de manos del grupo de trabajo y prometió dar respuesta.

El ingeniero agrónomo Alberto Ruiz dijo a El País que confiaba en la receptividad de las autoridades. Explicó que el de las inundaciones se ha vuelto un tema persistente, merced al cambio climático. "Se estima que antes estas cosas pasaban una vez cada ocho años. Ahora están empezando a pasar una vez por año, ya tuvimos en 2015 y ahora en abril de este año", explicó.

"Las inundaciones ocurren cuando llueve más de 250 milímetros en dos días y las provoca el escurrimiento de la zona alta del departamento que lleva al desborde del Cebollatí", señaló.

El territorio involucrado, explicó Ruiz, es una gran planicie con una inclinación general hacia la Laguna Merín. Las zonas afectadas por las dos últimas crecientes se encuentran comprendidas entre las secciones judiciales 2°, 3°, 4°, 5°, 6° y 9° de Rocha. En abril el acumulado de lluvias llegó a los 420 milímetros promedio en toda esa zona, y en algunos sitios fue aún superior.

Paliativos.

El plan original concebido en Rocha supone la creación de cuatro represas ubicadas en distintos puntos del curso del Cebollatí, un río que atraviesa los departamentos de Lavalleja, Treinta y Tres, Cerro Largo y Rocha.

Pero aun antes de la ejecución de estas obras de mayor porte, los productores rochenses reclamaron una serie de medidas paliativas que incluyen la limpieza de algunas zonas y el levantamiento de un terraplén para contener el desborde como primera medida para asegurarse ante futuros embates.

La iniciativa recoge los pasos del plan de 2004 que, en los hechos, aún no se ha puesto en práctica. "Tiene por objetivo el escurrimiento natural de las aguas hacia la Laguna Merín, evitando la salida de agua dulce hacia el balneario La Coronilla, que se pretende recuperar", explicó el ingeniero Ruiz.

Entre varios puntos se incluyen obras de derivación sobre la margen izquierda del río, limpieza en la cañada Agosto-Cabrera, la cañada La Perra, Isla Negra, paso de Averías, Cañada Grande y una presa derivadora en cañada de los Indios, así como la limpieza el estero de Pelotas.

"Proponemos la creación de un terraplén de contención del desborde del Cebollatí, una obra que nosotros estimamos tendría un costo real que no superaría los US$ 900.000", señaló el ingeniero Ruiz. Originalmente para esta obra el Estado había previsto un costo de US$ 3 millones, sin embargo Ruiz sostiene que si se acepta la propuesta de la Sociedad Rural de Lascano la obra tendría un costo sensiblemente menor. "Nosotros le estamos ofreciendo la mano de obra, la maquinaria, la contratación de empresas de acá, todo lo que reduciría bastante el costo", explica.

Asimismo, la limpieza del estero de Pelotas estimó que tendría un costo no superior a los US$ 250.000 si el grupo de productores se hiciera cargo, con la autorización y la ayuda del MTOP.

"Pero todo esto creemos que serían soluciones paliativas, las soluciones definitivas serían las represas en la parte alta, cuatro ubicadas aguas arriba del Cebollatí, con lo que se estaría protegiendo un total de 640.000 hectáreas de campos de Rocha, Lavalleja y Maldonado", aseguró Ruiz.

El plan de fondo

Es mucho más ambicioso y supone la solución definitiva a un problema que ya se avizora como permanente para el futuro inmediato. Lo que los productores e ingenieros que participaron en la elaboración de la iniciativa reclaman no es, en rigor, otra cosa que la puesta en práctica de los estudios ya realizados por la Comisión Mixta de la Laguna Merín a partir de 1968, en lo que entonces se conoció como un Plan de Recuperación para la Zona Este.

Este plan original contemplaba la construcción de cuatro grandes represas: embalse del río Cebollatí en la Sierra del Tigre, embalse del arroyo Aiguá en Paso del Puerto, embalse del arroyo India Muerta en Paso de las Tropas, y embalse del arroyo Sarandí en Paso del Álamo.

De estas represas la mayor sería la de Sierra del Tigre que controlaría 380.000 hectáreas y almacenaría más de un millón de metros cúbicos, con una altura de 15 metros y un lago con una superficie de 11.000 hectáreas.

"El ingeniero Martínez Bula ya había previsto todo esto, con una visión increíble, fíjese a la altura que estamos y él ya estaba hablando de riego, generación de energía y turismo, que son las cosas que hoy se quieren seguir impulsando", apuntó Ruiz.

Lascano pasó el peor año de su historia, aún no consigue levantar cabeza. Las pérdidas fueron millonarias, también hubo muertes ocasionadas por la crecida como la de un peón rural de 76 años que fue arrastrado por la corriente. Las respuestas todavía no llegan.

Los 100 días de lluvias que causaron retrasos

En una reciente comparecencia ante la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados, el ministro Víctor Rossi reconoció que el plan de obras referido a la caminería rural y rutas lleva un enorme retraso. "Yo no llevo exactamente la cuenta, pero me han dicho que se ha suspendido cien días por las lluvias. Como ustedes saben, los contratos de obras implican una compensación de los días no trabajados por lluvia. A mi modo de ver, cien días de lluvia, cuando el año todavía no terminó, es una enormidad y genera una distorsión que, desde luego, se suma a la necesidad que tenemos de hacer un gran esfuerzo para recuperar terreno", argumentó Rossi. Estas obras también resultaron directamente afectadas por las inundaciones.

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En la zona norte de Rocha fueron afectadas 330.000 hectáreas. Foto: Ricardo Figueredo

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