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Elecciones en sindicatos develan desinterés y poca participación

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Sindicato docente de Montevideo. Foto: Francisco Flores

EN GREMIO DE LA EDUCACIÓN VOTARON 550

El sindicato docente en Montevideo realizó elecciones para nombrar sus autoridades hace algunas semanas: votaron 554 personas de un universo de unos 2.000 afiliados, y en una ciudad con unos 16.000 docentes. El caso es solo un ejemplo de la crisis de representatividad que atraviesan varios gremios.

Cada vez que la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) -la pata montevideana del sindicato- llama a un paro, lo que hace es convocar a 16.000 profesores a no ir a trabajar. En los últimos años esta medida se ha tomado comúnmente para pedir más presupuesto o mejoras en infraestructuras, o luego de que algún profesor recibiera algún tipo de agresión. Del otro lado de estos reclamos, están los 72 liceos capitalinos y los más de 74.000 estudiantes que, en teoría, perderán horas de clase -en teoría, porque no todos los profesores paran.

Hace dos semanas hubo elecciones en ADES y solo fueron 554 personas las que votaron. O sea, no son 16.000 docentes los que llaman a parar todo el sistema, sino un sindicato con poco más de 2.000 afiliados de los cuales solo un cuarto de ellos fueron a sufragar.

La lista 1, emparentada históricamente con el Partido Comunista pero que hoy cuenta entre sus filas con frentistas de todos los colores, se coronó ganadora con un caudal de 211 votos, lo que le permitirá tener tres asientos en una mesa representativa de siete. Otros dos van para la lista 3, la de los anarquistas, que tuvieron 173 votos; y los dos restantes para la lista 1996 de la Agrupación 1° de Mayo, de concepción marxista, en la que hay varios miembros del Partido de los Trabajadores.

Luis Martínez, el presidente saliente de ADES, miembro de la lista 1996, advierte que “las cifras oficiales que dicen que son unos 16.000 los docentes, están infladas”, y al mismo tiempo reconoce que cuando hay elecciones en su sindicato siempre votan unas 500 personas. “La cantidad es esa, pero el resto de la participación depende de la coyuntura. Hay asambleas importantes a las que van 1.000 docentes”, relativiza Martínez.

Hubo circuitos, como el del liceo N° 6 del Prado, donde votaron solo 15 profesores. En el N° 11 y el N° 15, del Cerro y la Unión, respectivamente, los sufragios fueron 20 en cada centro. En el N° 5 del Parque Rodó, el N° 9 de Colón y el N° 12 de Parque Batlle, se recibieron 21 votos por liceo. La gran excepción, si se quiere, fue el N° 16 de Bella Vista, donde 136 docentes fueron a expresarse a través de las urnas.

Los problemas de representatividad en los sindicatos de la educación se hacen notar en la cancha. Cifras oficiales advierten que la adhesión a los paros a nivel nacional no suele ser mayor al 30% de los profesores, tanto en los liceos públicos como en las escuelas técnicas de la UTU. Incluso en algunos casos solo ha faltado el 5% de los docentes. En cuanto a las escuelas, aunque los gremios de primaria suelen acatar más, nunca se llega al 50%, salvo en casos de agresiones a maestras. Estas cifras se desprenden de informes de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) que fueron solicitados por el consejero Robert Silva y publicadas en una nota de Qué Pasa en mayo pasado.

Silva es una prueba viva de los problemas de representatividad pues él, que pertenece al Partido Colorado, ocupa su silla en la ANEP porque fue elegido por los propios docentes, pese a sus discrepancias con sus colegas sindicalizados. El consejero también pidió los datos sobre la adhesión a los paros de ADES, pero estos no le fueron entregados.

En la salud

El conflicto que se da en ADES entre la cantidad de votos, la cantidad de afiliados y la cantidad de docentes, no es algo exclusivo del sector de la educación. Un ejemplo de esto fueron las elecciones que se celebraron semanas atrás en la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP). Votaron 7.059 personas: 4.294 en el interior y 2.465 en Montevideo. Fueron 400 más que en la elección pasada, pero muchos menos que la cantidad de miembros del sindicato, que son unos 16.000.

La ganadora de la elección fue la lista 27, del director en representación de los trabajadores en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Pablo Cabrera, que pese a ocupar ese puesto jerárquico se presentó como candidato a presidente. Cabrera, que fue denunciado por otras listas por hacer campaña en un auto oficial de la administración, obtuvo 2.372 votos. La lista que salió segunda, la 70, vinculada al Partido Comunista, logró 1.941 sufragios.

“Ojo, porque nosotros fuimos a las elecciones con un padrón que no está depurado, hay jubilados y muertos ahí”, relativiza en este caso Gabriela García, de la lista 70, cuando se le pregunta por qué ha votado menos de la mitad del padrón.

La FFSP representa, en teoría, a todos los trabajadores no médicos. Los números, sin embargo, demuestran que tampoco son todos los que están afiliados. Según las últimas cifras procesadas por el Ministerio de Salud Pública, de 2017, solo los enfermeros son 29.782: 6.176 licenciados en enfermería y 23.606 auxiliares en enfermería.

La situación es similar en el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), según lo demuestran los datos de la elección del pasado 30 de mayo, en la que resultó reelecto el líder de la agrupación Fosalba, Gustavo Grecco. Fueron 8.567 personas las habilitadas a votar: 8.068 médicos y 499 estudiantes. Sin embargo, solo sufragaron 2.312 médicos (el 28,7%) y 192 estudiantes (38,4%), lo que implica un total de 2.504 votantes. Desde el SMU advierten que la cantidad de gente que vota es siempre más o menos la misma.

Además, según los datos del MSP, los médicos uruguayos son muchos más que los asociados al gremio. A 2017, los registrados eran 16.268.

En los bancos

En el caso de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), son 14.604 los habilitados para sufragar: 5.124 pertenecen a la banca oficial, 5.593 a la banca pública y 3.887 son jubilados. Sin embargo, en las últimas elecciones, que se celebraron en abril pasado, fueron 9.766 los que concurrieron a emitir su voto.

“Los niveles de votación son esos y se vienen manteniendo elección tras elección”, señala la presidenta electa de AEBU, Lorena Lavecchia.

Ella advierte que no sufraga más gente por un tema logístico. “Las cifras no son mayores porque tenemos algunas dificultades, sobre todo en el interior, porque son los propios compañeros los que ponen las mesas de votación; en los edificios centrales se encarga el sindicato, pero en las sucursales y agencias lo tienen que hacer los compañeros de ahí, y a veces están con otras tareas y no pueden dedicarse a ello. A veces ayuda algún jubilado, pero no siempre”, justifica.

En la bebida

En la bebida. En tanto, el histórico dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Richard Read, sostiene que cada vez que hay comicios en su sindicato no vota menos del “87% u 88% de los trabajadores”. También señala que en este caso “el 97% o 98%” de los empleados están sindicalizados. El caso es atípico en comparación con los otros gremios analizados en esta nota.

“El tema es que la afiliación depende de la voluntad, no hay afiliación compulsiva u obligatoria. Pero no pasa solo en los sindicatos. La Cámara de Industrias elige sus representantes por menos de 300 votos. Esto, en un universo de más de 180.000, no es ni el medio por ciento”, dice Read. “¿Tienen representatividad? Sí, porque en el marco de sus estatutos esto funciona así. Y lo mismo pasa con los sindicatos”.

El País pidió a la Cámara de Industrias estos datos para chequearlos, pero no obtuvo respuesta.

MÁS

La representatividad en cinco candidatos

Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES-Montevideo): En el caso del sindicato de la educación en la capital, la cantidad de votantes en sus elecciones representa menos del 3,5% de los docentes que dan clases en los liceos montevideanos. Además, solo el 12,5% de los profesores son parte del gremio.

Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP): En la última elección votó el 44% de los afiliados. La FFSP, además, no logra captar a todos los trabajadores no médicos. La última elección fue conflictiva puesto que, estando con licencia sindical, el director de ASSE, Pablo Cabrera, se presentó como candidato.

Sindicato Médico del Uruguay (SMU): A fines del mes pasado se realizaron las elecciones en el sindicato de los médicos, y votó el 29% de los profesionales afiliados. Según el último censo del MSP, los médicos en Uruguay son 16.283, lo que implica que poco más de la mitad de los doctores son los que están afiliados.

Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU): En las últimas elecciones que se realizaron en AEBU fue casi 67% del electorado el que se presentó a sufragar. La participación suele ser siempre la misma y advierten que no es mayor por dificultades al instalar mesas en el interior.

Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB): El dirigente de la bebida, Richard Read, advierte que su sector tiene entre un 97% y 98% de los trabajadores sindicalizados. En las elecciones, en tanto, suele sufragar un 88%. También dice que no votar está mal visto en la FOEB.

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