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Cuando dar la beca rinde sus frutos

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El dinero que reciben les permite financiar sus gastos en educación.
AFP fotos - FRANCE-EDUCATION-BACCALAUREAT - EDU - school - French students work on the test of philosophy as they take the baccalaureat exam (high school graduation exam) on June 16, 2014 at the Jacques Decour high school in Paris. AFP PHOTO / FRED DUFOUR ESTUDIANTE ALUMNO ESTUDIANDO PARA EXAMEN , EXAMENES, PARCIALES, LICEO FACULTAD UNIVERSIDAD ESTUDIANTES PRUEBA PRUEBAS FRANCE-EDUCATION-BACCALAUREAT - Paris - Paris - FRANCE - FRED DUFOUR - FD/MR
FRED DUFOUR - AFP - AFP/AFP

Los programas de apoyo económico a estudiantes han crecido en los últimos años y los resultados de los becarios suelen estar por encima del promedio. No obstante, el Ministerio de Educación reconoce que la dispersión y ausencia de coordinación es importante y apunta a crear un sistema de becas.

No podemos negar que la plata ayuda para que sigan estudiando, pero no es lo único", afirma Nicolás Ambrosi, coordinador del programa Compromiso Educativo. Dentro del sistema educativo, que se abre paso bajo fuego cruzado por sus magros resultados, un sistema de becas dirigido a estudiantes de Secundaria (4°, 5° y 6°) y UTU (1°, 2° y 3°) de todo el país cumple cinco años y, para sus responsables, los objetivos se han alcanzado.

Este año se anotaron más de 20.000 jóvenes para acceder a una de las 7.000 becas que se otorgan por un valor de $ 8.000 anuales y que se pagan en cuatro cuotas a lo largo del año. Para seleccionar a los beneficiarios del apoyo económico, se aplica un índice que permite visualizar la situación económica de los aspirantes y se pondera con su trayectoria educativa.

El índice ordena los veinte mil estudiantes y se eligen los primeros siete mil, aunque cada centro educativo tiene un margen para proponer cambios.

Ambrosi destaca que el universo de jóvenes becados y que también participan de otros componentes del programa aunque no incluyen apoyo económico, tienen mejores rendimientos que el resto de los estudiantes de UTU y liceos.

A modo de ejemplo, Ambrosi destaca que el 76% de los estudiantes de Compromiso Educativo aprueba, mientras que la media en Secundaria y UTU es del 60%. También en materia de desvinculación los resultados son mejores. Solo un 13% de los estudiantes del programa deja sus estudios, cuando entre los estudiantes de centros que no participan de Compromiso Educativo la deserción ronda el 30%.

Ocho de cada diez de estos estudiantes becados o que tuvo algún contacto con el programa se inscribe nuevamente al año siguiente, mientras que en el resto del sistema este indicador es del 67%.

El estudio también revela que los estudiantes de Compromiso Educativo aprueban más que el resto, repiten menos por rendimientos e inasistencias y tienen una mayor tasa de reinscripción.

"Este será nuestro quinto año del programa y estamos satisfechos con los resultados", explica Ambrosi. El programa seguirá siendo aplicado en 95 centros educativos debido a que el presupuesto disponible es igual al de 2014.

Las becas demandan una erogación anual de 56 millones de pesos. Para atender a todos los que se inscribieron para acceder a la beca sería necesario aumentar el presupuesto en 84 millones de pesos, poco más de tres millones de dólares.

"Los jóvenes reciben cuatro cuotas de dos mil pesos, no es un gran monto ni les cambia la vida, pero les sirve a muchas familias para solventar el costo de los estudios. Hay que tener en cuenta que muchas de estas familias es la primera vez que tienen un hijo que llega a Bachillerato, y para ello la beca o el resto de los apoyos que reciben a través del programa ha sido clave. Esas familias, y ese estudiante en particular, sienten que el Estado llegó a ellos y les está dando una mano. Eso genera un compromiso y lo cumplen", sostuvo Ambrosi.

Todos los estudiantes que reciben la beca firman un acuerdo educativo. Se cita a la familia y al becado al centro de estudio y allí se elabora un plan de trabajo con objetivos. "La intención es desarrollar una estrategia puntual de trabajo. Por ejemplo, se planifican las materias para salvar, los parciales, etc. Es para ordenar la trayectoria educativa y se trabaja mucho con la familia para que entienda la importancia de que el joven siga estudiando y lo priorice", explicó.

Compromiso Educativo también contempla a los "referentes pares": son estudiantes de nivel terciario que de forma voluntaria se ofrecen para trabajar con los alumnos y, fundamentalmente, enseñarles a estudiar. Este año se presentaron 650 voluntarios, con los que el sistema educativo en general logra unas 2.000 horas de trabajo por semana que no tiene que pagar.

"Tenemos estudiantes que se anotaron en este programa cuando estaban en cuarto de liceo. Hoy ya terminaron y se anotaron, por ejemplo, en magisterio. Pero además vienen para ser referentes voluntarios y así ayudar a otros becados. Hay muchas historias, es un lado muy noble de la educación", sostiene Ambrosi.

"Pagarle a los estudiantes no soluciona los problemas de la educación. Además del dinero, que no voy a negar que incide, aquí hay otros factores. Los estudiantes asumen un compromiso y lo cumplen. Además, por Compromiso Educativo pasan otros miles de estudiantes que no reciben dinero pero que se suman a otras actividades, y en ellos los resultados también son mejores que los del resto. El programa está dando resultados porque además de la educación se contemplan otras dimensiones de los estudiantes. Estamos hablando de jóvenes que ante una oferta laboral no dudan en dejar de estudiar, o incluso toman esa decisión ante problemas propios de su situación de vulnerabilidad social o su edad. Por eso el apoyo de los referentes pares, que en muchos casos ya han pasado por su misma experiencia, resulta importante", explica.

En los últimos años, el sistema educativo ha extendido sus programas de becas. En Educación Media, el Ministerio de Educación y Cultura otorgó 946 becas en 2005 mientras que en 2007 llegó a 1.396, en 2011 pasó a 1.436, al año siguiente fueron 2.894 y en el 2013 se asignaron 3.719 (2.998 en el Ciclo Básico y 721 en los Bachilleratos). Entre 2012 y 2013 el incremento de la cantidad de becas fue del 28,5%.

El Programa Uruguay Estudia contó con becas de apoyo económico y para la culminación de ciclos. Se otorgaron en el 2013 un total de 4.993 becas para distintas modalidades. Por ejemplo, para culminación de Educación Primaria se dieron 899 becas y para formación Profesional Básica (UTU) se entregaron 3.000. También se apoyó a 373 estudiantes para becas de culminación de magisterio y profesorado, según datos del Anuario Estadístico del Ministerio de Educación y Cultura.

Las becas "Julio Castro" beneficiaron en 2013 a 799 estudiantes. La Agencia Nacional de Investigación e Innovación otorgó 165 becas.

En todos el sistema de becas los resultados suelen estar por encima del promedio. De todas formas, el MEC, en su anuario estadístico, advirtió: "Uruguay cuenta con un conjunto de programas de becas que actúan en los diferentes niveles educativos, que tienen cobertura nacional y que están logrando un nivel creciente de coordinación. Pero aún no cuenta con un Sistema Nacional de Becas que otorgue de manera articulada e interconectada la ayuda económica que, con la finalidad de fomentar y facilitar la permanencia y/o conclusión de estudios, se destina a los estudiantes".

Y agrega el MEC que "tomando en consideración las becas otorgadas por el Fondo de Solidaridad y otros programas, el total de becas otorgadas en 2013 llegó a 22.716, implicando un nivel de asistencia a la permanencia, continuidad y culminación de estudios, casi cinco veces superior a las otorgadas en 2005 (4,7 veces más).

El Fondo de Solidaridad entregó 7.455 becas en 2014.

El Fondo de Solidaridad lleva otorgadas 87.500 becas a estudiantes de la Universidad de la República (el año pasado ascendió a $ 5.638). En 2014 se entregaron 7.455 becas (el 74% a mujeres) y hubo 10.114 aspirantes. Fue el año en que más becas se otorgaron, prácticamente el doble de las concedidas en 2002, cuando comenzó el programa. El 36% de los becarios convive solo con su madre y en un muy amplio porcentaje, los padres no tienen educación terciaria. En 2013, 17 de cada cien egresados de la Universidad de la República recibieron la beca, y el 85% de ellos proviene del interior del país.

Las becas se financian con el Fondo de Solidaridad que aportan obligatoriamente los egresados, un universo de 105.709 contribuyentes. En 2014 la recaudación fue de US$ 16.953.057.

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