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El caudillo que sabe reinventarse

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Andrés Lima por Arotxa

LAS MUCHAS CARAS DE ANDRÉS LIMA

Una lluvia de denuncias cae sobre el intendente de Salto, Andrés Lima, muchas de ellas alertadas por viejos aliados: nepotismo, desorden en las finanzas, sueños de crear una dinastía. Él les da pelea militando puerta a puerta.

A veces la fila llegaba hasta la calle. Todos entre nerviosos y esperanzados, compartiendo mates, contándoles sus desgracias a los vecinos. El despacho de "Andresito", así le decían, porque lo conocían de chico, porque había vivido siempre frente a esa, la sede del Partido Demócrata Cristiano (PDC), abría la puerta dos veces por semana. Recién recibido de abogado, se disponía a recoger las consultas: una jubilación que no salía, un inquilino al que querían desalojar, un despido que no se pagaba… Él escuchaba, trataba de tranquilizarlos, analizaba la situación e intentaba buscar soluciones. Muchas veces tenía éxito.

"Así trabaja Andrés Lima, siempre lo hizo así. Lo hacía cuando no era nadie, lo hizo cuando fue edil, también cuando fue diputado y ahora como intendente. Él está cerca de la gente y la gente después, claro, le responde", señala con naturalidad uno de los más allegados al jerarca dentro de la comuna en Salto. Prueba de esto es que, en el pasado período, cuando era representante, tuvo un alto ausentismo en la Cámara. Él estaba siempre en Salto. Ahí está su gente, y sus votos.

Es un político de a pie. Recorre permanentemente el departamento. Y conoce por apellido, nombre y/o apodo, a muchos de los que en él viven. No se toma muchas vacaciones. Y aprovecha enero y febrero para ir al interior del departamento. Lo hizo ahora, como se puede ver en su perfil de Facebook: "Puerta a puerta con las familias de Pueblo Belén", escribió el 7 de enero, y colgó cuatro fotos con distintos grupos. En una de ellas posa frente a un árbol de Navidad hecho con botellas de plástico recicladas. El 20 de enero puso una foto de él en un almacén de ramos generales posando bajo un viejo cartel que en letras rojas decía: "Por su bien y el de todos entregue su arma al comerciante. Gracias". Él conoce el "folclore", así le llama, del interior profundo.

Lima se hace retratar con su sonrisa finita mientras el barco se le tambalea: sueldos que no se pagan a tiempo, acusaciones de que tiene a su novia trabajando en la comuna y nepotismo en general, con la contratación de familiares de sus más allegados, y hasta alguna condena judicial —como una por difamar a tres ediles por decir que habían fraguado una boleta, poniéndole un cero de más a una factura de $ 400, convirtiéndola en una de $ 4.000. Él parece ponerse de pie siempre, trata de no pelear públicamente, y mientras los demás lo critican se encarga de militar cuerpo a cuerpo.

Cuerpo, también, es el que sabe acomodar con rapidez. En 2014 llegó a la intendencia con la ayuda de la lista 711, de Raúl Sendic. El exvicepresidente iba una vez por semana a Salto para acompañarlo en sus recorridas de campaña. Pese a esto, fue uno de los primeros en soltarle la mano cuando se supo que Sendic no era licenciado, en 2016, y decir que el acuerdo con su lista no era algo seguro para 2020.

Es un caudillo del siglo XXI. Casi siempre viste camisetas de manga corta y jean, y si puede evitar la camisa, la evita. Nunca, jamás, un traje. Habla con un tono pausado y no hay quien declare haberlo visto levantar la voz alguna vez. "Él piensa y después hace", dice alguien que fue su aliado y que ya no lo es. En Facebook suele colocar más de un posteo por día y, aunque los comentarios que recibe son pocos, nunca son negativos. "A él lo quieren, de eso no hay dudas", señala el mismo exaliado. Pero lo cierto es que enemigos no le faltan. Y no son solo opositores. Él sabe de divorcios —en el amor y en la política—, de pasar de incondicional compinche a acérrimo enemigo. La pasión y el odio en su vida, dicen muchos, son dos caras de una misma moneda.

Amores y desamores.

Nació el 31 de octubre del 73, cuatro meses y cuatro días después de iniciada la dictadura militar. Creció jugando un poco al fútbol en la vereda, pero lo que más le gustaban eran los soldaditos de plomo, cuenta una persona que lo conoció de niño. Su comida favorita era —y sigue siendo— la milanesa con papas fritas. Su papá tenía un pequeño campo, su mamá trabaja en la salud. Fue ella la que quería que aprendiera piano y, para darle el gusto, estudió hasta convertirse en profesor. Siempre fue a la educación pública: primero a la escuela N° 3, después al liceo N° 1, luego hizo bachillerato en el N° 5 y la carrera de abogado en la Regional Norte de la Universidad de la República. Es el mayor de tres hermanos; le sigue otro varón, también abogado; y una mujer, que es escribana. Ni bien se recibió, a fines de la década del 90, intensificó su militancia y abrió su despacho en la sede del PDC.

"Mi vieja siempre me decía ‘no te pelees con Andrés’”

El exintendente Couitinho fue denunciado por su sucesor, Andrés Lima. Foto: Archivo El País
Germán CoutinhoExintendente de Salto

Lima se casó por primera y única vez en marzo de 2010. Lo hizo de mañana, en la Capilla San Antonio, en Paysandú. Su madre "lució muy elegante con blusón de gasa estampado en los tonos gris, celeste y terracota, y falda de largo Chanel", publicó la prensa local. La fiesta fue en la casa de los padres de la novia. Tuvieron dos hijos y estuvieron casados hasta 2015. Su exmujer lo ayudaba en su militancia, de hecho era la encargada de actualizar su blog. Cuando se casaron, Lima acababa de salir diputado en una elección atípica. Venía de ser edil, tenía 35 años, y era la gran promesa del departamento. Cuando se divorciaron —de golpe, sorprendiendo a muchos—, él había sido electo intendente y, dicen algunos, ya era otra persona.

Su llegada a la Cámara de Diputados ocurrió luego de una fuerte crisis interna del Frente Amplio en Salto. "Dada la cercanía que tenía con la gente queríamos que fuera el candidato a diputado del PDC. El problema era que había algunos que querían que Ramón Fonticella, que entonces era intendente, fuera el candidato", dice el ahora ex secretario general de la lista 888, en ese momento también dentro del PDC, Felipe Mutti.

Se hizo una elección interna: Lima arrasó (250 contra 30 votos), pero la cúpula del partido insistía con que el candidato fuera Fonticella. El PDC se dividió, no había otra: incluso los allegados a Fonticella llegaron a poner un candado en la sede para que los otros no pudieran entrar más. Tras esto, Lima y quienes lo respaldaron crearon la Agrupación Humanista Armando Aguirre, también dentro del Frente Amplio. Se presentaron, entonces, los dos: Lima y Fonticella. Y Lima, con solo dos meses de formada la nueva agrupación, se impuso con 14.000 votos.

Cambia, todo cambia.

El Lima diputado no tenía nada distinto al Lima edil, tampoco al mero militante: seguía recibiendo gente, ahora en la sede de la lista 888, y recorriendo los barrios. El cambio se dio, dicen, cuando llegó a la intendencia. Sigue con las puertas abiertas para quien lo requiera, pero quienes fueron sus aliados lo han acusado de no poder equilibrar las finanzas, de gobernar sin siquiera escuchar las consideraciones de su entorno político y de querer generar una "dinastía" dentro de la intendencia, a partir de la contratación de familiares y amigos. "Lo que él quiere es una dinastía. Ese es el verdadero razonamiento de Andrés", ha dicho Mutti, que ha sostenido que su plan es promover a su hermano Álvaro en 2019 a la diputación, buscar él su reelección en 2020, ir al Senado en 2024 y que en 2025 Álvaro se quede con la comuna por cuatro años, hasta que él vuelva.

Lima, que no quiso hacer declaraciones para este artículo, ha dicho que lo único que quiere es gobernar en la intendencia para todos, sin importar si son amigos o enemigos. "Tengo dos perspectivas distintas de él que van más allá de las consideraciones políticas. El loco, hasta que ganó la intendencia, era otra persona. Tenía un perfil más bien bajo, aspecto de tipo bueno, incluso mi vieja siempre me decía no te pelees con Andrés", cuenta el exintendente, el colorado Germán Coutinho. "Pero después que ganó empezó a ser otra persona, se convirtió en una mucho menos conciliadora; cambió, incluso, la manera de hablar".

La pelea de Coutinho con Lima durante la campaña fue descarnada. Coutinho sacó más votos que Lima, pero el frentista ganó gracias a la ley de lemas. La izquierda obtuvo 1.748 votos más. Pocos días antes de asumir, falleció su padre. Sendic fue y habló de lo que significó para él el dolor de perder a su progenitor. Luego tomó el micrófono Lima, y dijo que su intención era quedarse en la intendencia por al menos 10 años y acusó a Coutinho de dejar un agujero de 1.000 millones de pesos. La Junta Departamental le votó un fideicomiso para tapar el déficit. Al mismo tiempo, ordenó una serie de despidos. Sin embargo, las denuncias por nepotismo ahora no paran de caerle encima.

Además de tener a su expareja como subdirectora de Gestión Humana, hay varios cargos más. Esto, según Martín Pertusatti, que se fue con Lima del PDC a la 888, pero que luego de que este lo denunciara por fraguar boletas de viáticos en un cargo que tenía en la intendencia, se pasó al Partido de la Gente. Tanto dirigentes de la fuerza de Edgardo Novick como del FA critican la contratación de varios familiares de jerarcas: en algunos casos familias enteras.

Lo que le achacan a Lima, a él le sirve para hacer campaña: Mutti diciendo que no responde a su partido, Pertusatti que se va al Partido de la Gente acusado por fraguar boletas… Esto, señalan sus más cercanos, le sigue dando fama de "intachable". La lista 888, la que armó para convertirse en diputado y darle la espalda a Fonticella, sigue existiendo, pero él ya no es parte de ella. En octubre anunció que se iba de la agrupación. Poco después anunció la formación de una nueva, Baluarte Progresista, lista 800. Allí lo acompañan muchos de su actual gabinete en la intendencia —que fue cambiando en virtud de sus amores y desamores políticos, y que fue lo que generó una de las principales críticas de los de la lista 888, que lo acusaban de "acomodar" gente para ponerlos luego como candidatos. La segunda principal figura es su hermano Álvaro. Él, igual, asegura que quienes dicen que quiere generar una dinastía hablan porque tienen voz, y solo buscan perjudicarlo. En tanto, sigue caminando el departamento. Esto, hasta ahora, no le ha dado más que buenos resultados.

Amenaza del sindicato de paralizar a la comuna.

Desde que asumió Andrés Lima, se han generado desfasajes en el pago de los salarios en la intendencia. Esta semana el sindicato anunció que si se siguen repitiendo estos errores en los sueldos harán un paro total de las actividades y responsabilizarán directamente al jefe comunal. Adeom Salto denuncia problemas permanentes en las liquidaciones salariales, que afectan la economía de los trabajadores. Un funcionario de Termas de Arapey contó a El País que en diciembre a un trabajador le pagaron $ 3.000 de más, y en enero le descontaron $ 6.000.

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