Rafael Nadal se trasladó a La Coruña a dar una charla patrocinada por Banco Sabadell y deslizó muchas frases dignas de reproducción.

Al referirse al comienzo de año con su llegada a la final de Australia, tras lograr el torneo de Abu Dabhi, el de Manacor señaló que "uno queda contento de haber podido jugar partidos largos y emocionantes. Me satisface más un partido de cuatro horas que de una. El cuerpo queda más desagradecido pero la mente no. Cuando uno trabaja meses en casa de forma dura y se siente capacitado para jugar esos partidos vale la pena todo lo que se ha hecho".

El mallorquín dijo que en el quinto set y en situaciones dramáticas se sienten buenas sensaciones y se termina disfrutando del encuentro.

Acerca de ese choque ante Federer dijo que "fue algo especial. La gente tenía ganas de ver el partido. Fueron unas semanas emocionantes aunque el partido a nivel tenístico fue más vistoso el de la semifinal".

Luego confesó que el suizo "jugó mejor y creo que mereció ganar. Me metía mucha presión y jugaba un poco a cara o cruz".

Tras confesar que cometió el error de jugar con su muñeca infiltrada en Roland Garros, dijo que no se arrepiente de la decisión de participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "Volvería a jugar. No me arrepiento. La experiencia de unos Juegos Olímpicos es única. Lo que se vive allí es imposible de encontrar. Sí me arrepiento de jugar en Roland Garros y de infiltrarme la muñeca, pero claro el lunes todo el mundo acierta la quiniela", expresó.

Luego de admitir que pese a que en otros países sería mucho más millonario, nunca se iría de España porque allí está su felicidad, señaló que en 2015 pensó en dejar el tenis. "Tenía ansiedad y había cosas que no podía controlar. Llega un momento en que te sobrepasa el nivel de tensión y la competición te acaba comiendo", dijo.

F.T.

TENISF.T.