Mientras las voces a favor y en contra de quienes le otorgan invitaciones se multiplican, Maria Sharapova volvió a las canchas con un gran triunfo luego de 15 meses de suspensión. La rusa se impuso 7-5 6-3 a la italiana Roberta Vinci.

Luego de cumplir su pena el mismo martes, la rusa retornó con triunfo ante la actual 36 del mundo luego de una hora y 43 minutos.

Positivo de Meldonium, la exuno del mundo y ganadora de los cuatro torneos de Grand Slam no disputaba un encuentro oficial desde el Abierto de Australia de 2016, cuando se midió a la estadounidense Serena Williams.

La siguiente rival de la rusa será su compatriota Ekaterina Makarova. Sharapova ganó este torneo de Stuttgart en 2012, 2013 y 2014, pero ahora no tiene ranking y volvió con cero punto en su cosecha, por lo que depende exclusivamente de invitaciones para retornar al circuito.

Roland Garros y Wimbledon no definieron aún si la invitarán al cuadro final, aunque circuló la posibilidad de que sí lo hagan para la ronda previa y que ella misma se gane el derecho al ingreso.

Mientras jugadoras como Eugenie Bouchard la califican de tramposa y que no debiera tener oportunidades, Markus Gunthardt, director de Stuttgart, afirmó que el "90% del público que asiste este año no llega para verla a Sharapova, sino a Angelique Kerber", la idola local y actual número dos del mundo.

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