TENIS

La vida le sonríe y Gustavo Fernández le sonríe a la vida. Tuvo su revancha en Wimbledon, nada menos que contra el mejor de la historia. El tenista argentino, de 25 años, ganó el Grand Slam británico de silla de ruedas por primera vez en su carrera luego de perder las dos finales pasadas y justamente contra el japonés Shingo Kunieda, con quien había perdido cinco finales de Grand Slam, en cifras de 4-6, 6-3, 6-2.

El japonés, poseedor de 23 títulos de los cuatro torneos grandes, era número uno del mundo hasta antes del campeonato en el All England Club. Desde el lunes recuperó el tope del ranking, donde ya había estado en el pasado.

Para “Gusti” significa estar en camino al Grand Slam (ganar los cuatro grandes en el mismo año) al haber obtenido ya el Abierto de Australia (7-5, 6-3 contra el sueco Stefan Olsson) y en Roland Garros (6-3, 6-1 ante el británico Gordon Reid). Antes ya había sumado los títulos de Roland Garros en 2014 (también contra Reid) y Australia en 2017 (frente al francés Nicolas Peifer).

Fernández, que quedó paralítico de las extremidades inferiores al año y medio de nacido por un infarto medular, conoce muy bien a su rival del domingo. Kunieda, de 35 años y máximo referente del deporte, fue el verdugo del argentino en las finales de Australia 2014, Estados Unidos ese año y Roland Garros 2018 en singles, más las de 2015 en dobles de Australia y París. Para este año en junio los dos se unieron para levantar juntos el trofeo de campeones de Roland Garros contra los franceses Stéphane Houdet y Nicolas Peifer, mientras que un mes después en París se sacó las ganas de ganarle a su verdugo y compañero de dobles.

El “Lobito”, apodo heredado de su padre (el exbasquetbolista y actual entrenador Gustavo Ismael Fernández), se sacó la espina en Wimbledon y dijo: “Es una locura. Más allá de los títulos, ganar Wimbledon es una locura. Lo hablaba con mi entrenador (Fernando San Martín). Vengo de ganar dos grandes en un año y ahora esto. Estoy desbordado, no entiendo qué pasa”. Gusti Fernández va camino al Grand Slam con el desafío del US Open y con muchos años de carrera por delante.