En Roland Garros quedó diagramado el camino al título.

FERNANDO TETES / EN PARÍS - OVACIÓN EN FRANCIA

Lo que podía ser lo peor, sucedió. El sorteo del cuadro de Roland Garros determinó ayer que Novak Djokovic, el uno del mundo, y el jugador más determinante del momento, se las pueda tener que ver con el nueve veces campeón, Rafael Nadal, en un prematuro cruce de cuartos de final para ver quién va a la ronda de los cuatro mejores del torneo masculino.

El azar fue impiadoso, y armó una zona del torneo que parece otro campeonato en sí mismo. Por ese mismo lado del cuadro, en el que se puede vaticinar un cruce en cuartos con el partido más esperado del torneo, también están Andy Murray, invicto en polvo de ladrillo hasta que se retiró en Roma, con sus dos primeros títulos ganados en su carrera sobre esta superficie este año en Munich y Madrid, pero además David Ferrer, el eterno luchador español.

Si la lógica los llevase de la mano hasta cuartos de final, de este cuarteto debería salir un finalista.

La zona baja del sorteo, donde Roger Federer es el principal jugador, lo pone al suizo en hipotéticos cuartos nuevamente ante Stanislas Wawrinka. El otro dúo de jugadores camino a la final, tomando en cuenta su ranking, son Tomas Berdych y Kei Nishikori, ante la ausencia del lesionado Milos Raonic.

Al golpe de vista parece más accesible esta zona, que la endemoniada parte alta, pero para ser campeón, hay que ganarle a todos, como ha hecho "Rafa" de nuevo de los últimos 10 años.

Djokovic iniciará la conquista de su más preciado y deseado trofeo ante el finés Jarkko Nieminen. Y podría cruzarse ante Bernard Tomic en tercera, y luego con Kevin Anderson o Richard Gasquet.

El uno del mundo no ha perdido este año sobre esta superficie y en sus cinco títulos de la temporada se cuentan entre otros Roma y Montecarlo.

Nadal debutará ante el local Quentin Halys, aún desconocido en el gran mundo del tenis y luego podría ir ante Nicolás Almagro o Alexander Dolgopolov, para luego vérselas ante Grigor Dimitrov o Tommy Robredo. Un camino lleno de espinas para su peor llegada a París.

En la zona de abajo, Federer va ante Alejandro Falla de entrada, y luego podría ir ante Marcel Granoller, Ivo Karlovic y en octavos por tercera vez en el año (y en un mes) ante Pablo Cuevas o Gale Monfils, su verdugo en la final de la Copa Davis 2014.

En el cuadro femenino el sorteo tampoco fue piadoso. Serena Williams, la uno del mundo, podría cruzarse en tercera ronda ante la ex uno, Victoria Azarenka, quien viene repuntando tras lesiones y que la puso contra las cuerdas en Roma hace unos días; incluso se podría dar luego el choque entre hermanas ante Venus.

Sharapova, por su parte, podría ir en tercera ronda ante Samantha Stosur, y luego frente a Sanine Lisicki antes de unos hipotéticos cuartos de final frente a Carla Suárez.

El tenista uruguayo Pablo Cuevas comenzará su octava participación en Roland Garros en busca de superar la segunda ronda, donde fue eliminado el año pasado por Gilles Simon y en la edición anterior por Fernando Verdasco.

El salteño se las verá de entrada ante el australiano Sam Groth, que se encuentran en el lugar 73 en el ranking ATP y con quien tiene apenas un antecedente, cuando con muchísimo trabajo se impuso 7-6 (12) y 7-5 en la segunda ronda de la clasificación para el ATP de Washington en 2008, en aquella ocasión sobre cancha dura.

El mejor tenista uruguayo tendrá una buena oportunidad en el polvo de ladrillo de Roland Garros.

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