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Uruguay todavía no ha mostrado una línea de juego en el Preolímpico

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Federico Viñas y Mathías Laborda en el Uruguay ante Bolivia en el Preolímpico Sub 23

SUB 23

La Celeste juega en base a impulsos individuales y aún así estuvo a una pelota de poder ganar el partido frente a Bolivia.

La sensación de amargura fue grande después de la dura derrota de Uruguay a manos de Bolivia por 3-2 en el marco de la tercera fecha del Preolímpico Sub 23.

Fueron muchos los errores que se acumularon durante los 90 minutos, que terminaron en el desenlace menos esperado para todos.

Lo que más ha evidenciado esta selección Sub 23 es que no tiene una línea de juego. En ninguno de los tres partidos se vieron argumentos colectivos como para ilusionarse, aunque todavía la Celeste tiene ilusiones matemáticas de clasificarse a los Juegos Olímpicos.

Ni siquiera en el triunfo contra Paraguay, el técnico Gustavo Ferreyra logró plasmar en la cancha lo que trabajó. También es cierto que Uruguay fue de los equipos que menos tiempo tuvo para trabajar, producto del calendario del fútbol local, pero no es una excusa válida teniendo en cuenta la calidad de jugadores que tiene esta selección.

El arquero De Arruabarrena fue clave en esa primera victoria y fruto de sus atajadas y el trabajo de Rossi, Uruguay abrochó el triunfo.

Contra Brasil Uruguay perdió 3-1, pero la derrota pudo ser mucho peor. La selección mostró muy poco.

Y anoche contra Bolivia fueron innumerables los errores que cometió Uruguay, desde la imprecisión a los pases hasta horrores en la definición. Pero quizás la principal falla fue que Uruguay no salió a atacar a Bolivia sabiendo que tenía que ganar sí o sí. Y luego, cuando en el primer tiempo a Uruguay no le salió nada, Ferreyra salió a jugar el complemento sin ninguna variante; recién puso a Sanabria cuando Bolivia anotó el 1-0. A pesar de todo, la Celeste estuvo a una pelota de poder ganar el partido.

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