Mele, Valverde, Bentancur, Rogel, Bueno, Waller, De la Cruz y Ardaiz se presentan como buenos proyectos para la selección mayor

El sueño compartido por todos los uruguayos de ganar por primera vez la Copa del Mundo Sub 20 se desvaneció. Para ser más precisos, quedó en las manos del arquero venezolano Wuilker Fariñez en ese quinto penal ejecutado por Nicolás De la Cruz.

Todavía falta un partido, el del tercer puesto que se jugará ante Italia el domingo a las 3.30, pero está claro que la motivación ya no será la misma. Ni para los aficionados que hasta ayer madrugaron con todo gusto para ver jugar a los botijas, ni para los propios jugadores, que difícilmente se conformen con subir al último escalón del podio. Por lo tanto, bien puede ya dejar de ponerle prioridad a lo que sucede en la cancha y apuntar directamente a un balance con vistas al futuro.

Cuando el impacto de la eliminación vaya perdiendo intensidad, cuando el alma entre despacito otra vez en el cuerpo, se podrá hacer una lectura más analítica y menos sanguínea de esta actuación de Uruguay.

Ese repaso posibilitará proyectarse hacia el futuro. Y comprobar que quedó buen material para el camino que seguirá transitando el fútbol de las selecciones uruguayas.

No hay que ser un adivino para vislumbrar lo que está por venir. Alcanza con repasar datos contundentes del proceso de las selecciones para encontrarse con realidades y no proverbios.

De aquella selección juvenil uruguaya que participó en el Mundial Sub 20 de Turquía 2013, la que perdió la final por penales contra la Francia de Paul Pogba, están hoy en el grupo de Óscar Tabárez: José María Giménez, Emiliano Velázquez, Gastón Silva, Diego Laxalt, Diego Rolan, Giorgian De Arrascaeta. Quizás falta uno de los jugadores que mayores sensaciones entregaba (Nicolás López), pero no puede desconocerse que varias veces la crítica especializada y la afición pidió una chance para él.

De la anterior a esta generación, la que jugó con poco destaque el Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda 2015, ya han tenido su citación a la selección mayor Gastón Guruceaga y Nahitan Nández.

El número podría ser mayor si el técnico Tabárez hubiese atendido los petitorios que reiteradamente se han formulado (desde las tribunas futboleras): Gastón Pereiro y Mauricio Lemos. Pereiro es figura destacada en Holanda y Lemos supo ganarse la consideración de clubes tan grandes como Real Madrid y Barcelona.

El gran tema que surge ahora, entonces, es qué puede pasar con la generación que está orientando Fabián Coito. A cuáles les puede llegar un llamado de la selección mayor.

Está bien claro que es materia opinable y que la elección dependerá del ojo clínico de quién la realice. Sin perjuicio de ello, hay nombres que parecen estar destinados a tener un rápido mensaje. Quizás antes de que termine la actual conducción del combinado mayor, por ahora fechada hasta el Mundial de Rusia.

Los que pueden llegar

El gran tema que surge ahora, entonces, es qué puede pasar con la generación que está orientando Fabián Coito. A cuáles les puede llegar un llamado de la selección mayor.

Está bien claro que es materia opinable y que la elección dependerá del ojo clínico de quién la realice. Sin perjuicio de ello, hay tres nombres que parecen estar destinados a tener un rápido mensaje. Quizás antes de que termine la actual conducción del combinado mayor, por ahora fechada hasta el Mundial de Rusia 2018.

Santiago Mele: No es común encontrar un arquero que transmita tantas seguridades al resto del equipo. Muy técnico para atajar, porque no es de conceder rebotes, siempre bien ubicado para resolver con mayor facilidad situaciones complejas. Sereno, ganador. Tiene todo para llegar.

Federico Valverde: Tiene la madurez de un jugador que se ganó la experiencia con recorrido. Es líder futbolístico, porque orienta a sus compañeros hasta en los recorridos que deben hacer para recibir el balón. Juega con una serenidad increíble y no acusa miedo escénico. Si se equivoca, que puede pasar, sigue apostando a su estilo. El potente remate y la calidad del pase son otras características importantes que se agregan a su incuestionable inteligencia para leer el juego.

Rodrigo Bentancur:Pasa, rota, crea espacios y desequilibra con su zancada larga. Tiene paciencia para buscar el lugar ideal para poner la pelota y habitualmente acierta en las decisiones que toma. Su capacidad para generar juego en el pasillo central fomenta una interesante progresión colectiva. Volante atípico para el fútbol uruguayo.

Agustín Rogel:Su confianza para salir a cortar juego del rival lo convirtió en uno de los jugadores más destacados del combinado de Coito. Demostró enorme capacidad de marca (por arriba y por abajo) y mucha concentración para aparecer en los momentos que se generó algún hueco en la línea defensiva.

Santiago Bueno: Hay un punto muy importante para destacar: sale jugando desde el fondo sin temer y se ofrece siempre como opción de pase. No es poca cosa para un fútbol que precisa mejorar en el cuidado de la pelota. Además, se complementó muy bien con Rogel para barrer el fondo.

Facundo Waller: Lamentablemente una lesión le impidió seguir en el Mundial, pero es otro de los volantes con características diferentes a lo que suele ver en canchas uruguayas. Ya en el Sudamericano demostró su clase. Tiene una dinámica de juego increíble, porque no es solo uno de los hombres que recupera y después no sabe qué hacer con la pelota. Cuando se va llega al arco rival y también convierte.

Nicolás De la Cruz: Nada de quedarse en el penal errado, porque sería cerrar los ojos a todo lo que tiene por delante el chico de Liverpool. Si sostiene un crecimiento de su picardía y técnica para eludir rivales dará el paso que se espera.

Joaquín Ardaiz:A gusto de este consumidor tiene muchos atributos para ser uno de los delanteros del futuro de la selección uruguaya (junto a Maximiliano Gómez). Combativo, potente, pícaro y hábil para moverse entre dos o tres adversarios. Además, tiene un potente remate.

EDWARD PIÑÓN

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