JAPÓN 2019

Ocho años de dominio de Nueva Zelanda quedarán atrás. Este sábado el mundo del rugby tendrá nuevo campeón tras la final que tendrá como protagonistas a Inglaterra y Sudáfrica en la ciudad de Yokohama a partir de las 6:00 de la mañana de Uruguay.

Los Springboks fueron campeones en 1995 y 2007, última edición antes del doblete neozelandés (2011 y 2015). El XV de la Rosa se coronó una vez, en 2003 ante Australia, entonces dirigida por su actual seleccionador, Eddie Jones.

“Sabemos claramente cómo tenemos que jugar tácticamente, estamos en forma físicamente. Históricamente se trata del equipo más intimidante, habrá que ser duros físicamente”, declaró el técnico australiano.

El seleccionador sudafricano, Rassie Erasmus, confirmó que será su último partido al frente del equipo: “Es emocionante y magnífico estar aquí, pero en tres días habrá finalizado, seguiré implicado con el nuevo técnico”.

Jones decidió mantener su XV para la final, dándole la confianza de nuevo a George Ford como apertura. Suplente contra Australia en cuartos (40-16) y titular ante Nueva Zelanda en semis (19-7) se asociará en el centro con Owen Farrell. El australiano sí hará un cambio en sus suplentes, con el medio scrum Ben Spencer, tres veces internacional y solo 20 minutos siempre desde el banco, tomando la plaza de Willi Heinz, lesionado contra los All Blacks.

En Sudáfrica, el único cambio será el ingreso del wing del Stade Toulousain, Cheslin Kolbe, recuperado de su lesión en un tobillo, quien ocupará el lugar de Sbu Nkosi en la final que definirá al nuevo monarca del rugby mundial.

Para el francés Jerome Garces (46 años) será su primera final en una Copa del Mundo. Lleva 55 partidos arbitrados, 10 en Mundiales.