Los dragones rojos vencieron al local en Twickenham y son los líderes del Grupo “A” del Mundial.

El Mundial de Inglaterra tuvo ayer otra gran sorpresa: Gales le ganó al anfitrión, de atrás, por 28 a 25 y pasó a ser el solitario líder del Grupo "A" que también integran Los Teros.

Gales dio la segunda sorpresa del torneo al derrotar en los últimos minutos al XV de la Rosa en el estadio londinense de Twickenham, con lo que dio un paso importante en su clasificación a los cuartos de final en el llamado grupo de la muerte, dando vuelta el resultado en los últimos diez minutos, en los que marcó diez puntos.

Con este triunfo histórico, que en una similitud futbolística podría tildarse de Twickenhamazo, Gales dejó en una situación difícil a la selección local, que está casi obligada a ganarle al bicampeón mundial Australia, el tercer aspirante en una dura serie, para pasar a cuartos.

De esta manera, los dragones rojos se sobrepusieron a las lesiones de Liam y Scott Williams y Hallam Amos, y lograron un triunfo clave para mantener vivas sus aspiraciones al título ya que en lo previo se dudaba del favoritismo de los galeses por las bajas.

Sudáfrica, otro de los favoritos a pelear por el título, cambió la pisada y tras la histórica derrota ante Japón, vencieron ayer a Samoa 46-6 en el Villa Park de Birmingham.

El rugby es un asunto muy importante en Sudáfrica y los Springboks debían buscar el perdón. Incluso su ministro de Deportes, Fikile Mbalula, puso presión antes del inicio del partido, con un tuit: "La victoria es innegociable".

Dos horas después, los 23 Springboks que participaron del partido respondieron con creces, con seis tries, sinónimo de punto de bonus ofensivo. Los sudafricanos se quedaron con una inobjetable victoria, recuperaron la confianza y ahora quieren seguir de largo para clasificarse a cuartos.

A pesar de que sufrió para lograrlo, Italia salió victorioso del duelo ante Canadá, ganó 23 a 18 y consiguió su primer triunfo en el Grupo “D” del Mundial tras haber debutado el fin de semana pasado con derrota ante Francia, uno de los candidatos. A los canadienses les quedó el consuelo de que tras su derrota abultada contra Irlanda (50-7) sumaron el punto bonus defensivo ante los italianos y, sobre todo, con una gran imagen, ya que los norteamericanos jugaron mejor que los europeos y fueron superiores en el contacto.

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