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Croacia lo dio vuelta y es el segundo finalista de la Copa del Mundo

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El agónico festejo de Croacia por el gol de Mario Manzukic. Foto: Reuters
Soccer Football - World Cup - Semi Final - Croatia v England - Luzhniki Stadium, Moscow, Russia - July 11, 2018 Croatia's Mario Mandzukic celebrates scoring their second goal with teammates REUTERS/Carl Recine SOCCER-WORLDCUP-CRO-ENG/
CARL RECINE/REUTERS

RUSIA 2018

Con goles de Perisic y Manzukic, los balcánicos vencieron 2-1 a Inglaterra pese a comenzar perdiendo con un gol a los cinco minutos. Enfrentarán el domingo a Francia en la final del mundo a la que llegan por primera vez, luego de superar lo hecho en 1998 por la generación de Davor Suker.

Los dirigidos por Zlatko Dalic vencieron 2-1 con el físico deshecho, pero no el orgullo ni el honor, después de remontar un tanto en contra en el minuto cinco y de forzar la prórroga por tercer encuentro consecutivo. Y es que, tras una fase de grupos primorosa, en la que doblegaron a Nigeria, Argentina e Islandia, los Vatreni alteraron su ruta. Su continuidad pasó a depender del funambulismo.

En dos tandas de penales culminadas por Ivan Rakitic, ante Dinamarca y Rusia, hilaron su progreso hasta semifinales.

La historia del conjunto ajedrezado pudo eternizar, ya así, al grupo capitaneado por Luka Modric, como en 1998 a Davor Suker, Robert Prosinecki y compañía; pero, coincidiendo con el vigésimo aniversario de aquel bronce, la 'Generación del 2018' mereció un lugar todavía más preeminente en la memoria del fútbol croata.

Los once elegidos por Zlatko Dalic no pudieron oxigenar desde el arranque sus músculos a través del toque de Luka Modric, porque los Tres Leones impusieron su vértigo, evitando que el pulso pasase por el medio, ahí donde el '10' madridista e Ivan Rakitic son normalmente los catalizadores del juego.

A Modric, de hecho, se le esperaba desafiante desde el inicio ante la meta defendida por Jordan Pickford, pero arrancó la semifinal más cerca de su área.

Y en la zona central, próxima al semicírculo, cazó a Dele Alli.

Esa falta habilitó a Kieran Trippier para un formidable golpeo que terminó en gol, en el minuto 5, lo que obstaculizó la hazaña.

El 1-0 de Inglaterra: Kieran Trippier.

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Southgate ya había advertido, no obstante, de la versatilidad del conjunto inglés. En Rusia se está mostrando tan capaz de vencer con un gol en el último minuto, como ocurrió ante Túnez en su primer partido de la fase de grupos; como de vencer sus miedos en una tanda de penales, como pasó ante Colombia en los octavos de final.

Con relativa comodidad resolvieron, en cambio, el cruce de cuartos ante Suecia, con una exhibición de su potencial aéreo.

En Moscú, con su afición descontando los cuatro días que restaban para la final que alumbrará al campeón en Luzhniki al grito de 'Football's coming home', el equipo inglés quiso ratificar su candidatura gracias al valioso pie del lateral derecho del Tottenham Hotspur.

Su compañero Harry Kane y Jesse Lingard, del Manchester United, pudieron castigar igualmente al combinado croata, excedido en la cautela en el primer parcial, pero el 0-1 se mantuvo hasta la pausa.

Apocado ante la vigorosa propuesta de los Tres Leones, vibrantes y punzantes en sus ataques, el conjunto ajedrezado contó apenas tres arrebatos de Ante Rebic. Ese fue todo el discurso ofensivo de un equipo que no halló al Modric brillante de otras ocasiones.

Durante los 45 minutos iniciales estuvo dubitativo -como el resto- ante la grandeza del escenario, mientras parte del estadio se unía en abucheos a Domagoj Vida, señalado desde que gritó '¡Gloria a Ucrania!', mientras celebraba la eliminación de la anfitriona.

Su ánimo mudó con el comienzo de la segunda mitad.

Se aguardaba que jugadores con el carácter de Rebic y Mandzukic y la jerarquía de Modric y Rakitic mostraran su reacción. Se sumó igualmente Perisic, con un disparo lejano que tumbó a Walker.

En el siguiente ataque sí acertó el '4' al levantar el pie sobre la cabeza del '2' inglés. Batido también Pickford (1-1, 68') se reabrió el juego, la semifinal y el deseo de hacer historia.

El 1-1 de Croacia: Ivan Perisic.

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Por la parte croata, por poder disputar su primera final mundialista. Por la parte inglesa, por reaparecer en la ronda definitiva tras haberlo hecho en 1966 -de ese año data el triunfo del plantel capitaneado por Bobby Moore, el único de Inglaterra-.

Ganó peso entonces la experiencia de los muchachos de Zlatko Dalic, amenazantes con un potente remate de Perisic que negó el palo, solo tres minutos después de su gol.

El palo de Perisic a los 70'.

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Stones recomendó calma desde el eje, pero Southgate aderezó la partida con otro jugador rápido, Marcus Rashford, aunque la semifinal no la pudo decantar ningún futbolista en 90 minutos.

Trató de hacerlo John Stones, con un poderoso cabezazo que apaciguó Vrsaljko mediada la primera parte de la prórroga. Y poco después Mandzukic, ante un muslo salvador de Pickford.

El atacante del Juventus condensó en sí toda la gloria en un mágico minuto 109. Tras un sutil cabezazo de Perisic peinándola hacia adelante, encontró el balón donde quería: presto para fusilar con su zurda a Pickford en una acción que convierte a Croacia en finalista.

El 2-1 de Croacia: Mario Mandzukic.

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Estrenará esa condición este domingo, ante el equipo 'bleu', con la convicción de poder tumbar también al vencedor de la edición de 1998. Ésa en la que Croacia firmó la segunda página más relevante de su historia.

La más importante es la que escribió hoy.

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