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Víctor Rostagno derribando prejuicios

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Víctor Rostagno. Foto: Marcelo Bonjour.
MARCELO BONJOUR

JUEGOS PANAMERICANOS

Se la jugó por la gimnasia, un deporte catalogado como para mujeres, y hoy se apronta para representar a Uruguay en los Juegos Panamericanos junto a Pierina Cedrés.

Después de hacer natación, atletismo y jugar al handball, Víctor Rostagno sabía que ese camino no era el suyo. Un verano en la Plaza de Deportes de Las Piedras vio a un grupo de mujeres haciendo gimnasia y todo empezó a cambiar.

“Tenía ese gustito por estar dando vueltas y vi que estaban haciendo gimnasia social. Como ya estaba terminando el verano fue poco tiempo. Veía también que era más para mujeres que para varones. Tenía ese temor, pero al año siguiente me metí de cabeza y empecé”, le contó a Ovación.

Así inició todo. El apoyo de sus padres, las ganas de superarse y crecer y sobre todo hacer lo que realmente sentía que quería hacer, fueron las grandes claves.

Su profesora en Las Piedras le vio muchas facilidades de movimiento y no dudó en invitarlo al Club Olimpia. Empezó a entrenar en la Cúpula de Colón con 8 años y hoy hace 12 que está ahí.

Muchas cosas pasaron en la vida de Víctor en 12 años. Tuvo de las buenas y de las malas. Hoy se apronta para un nuevo gran desafío: los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Rostagno será uno de los representantes de la gimnasia uruguaya en este evento. La otra competidora será Pierina Cedrés y los entrenadores que los acompañarán serán Mario Martínez y Sonia Pereyra, mientras que el delegado será Juan Rostagno, padre de Víctor y presidente de la federación.

Víctor Rostagno. Foto: Marcelo Bonjour.
Víctor Rostagno será uno de los representantes de gimnasia en Lima 2019. Foto: Marcelo Bonjour.

Vencer y derribar los prejuicios fue una de las grandes tareas de Víctor desde que comenzó a hacer gimnasia. “Mis padres me decían que no hiciera caso a lo que se hablaba y tampoco era algo que me afectara tanto mi rendimiento porque eran cosas comunes a pesar de que yo era muy chico en ese entonces”, recordó.

Que la gimnasia era cosa de mujeres, que usaban malla o short corto y que si un hombre la practicaba era homosexual eran algunas de las cosas que le decían a Víctor Rostagno.

“Eran cosas del momento y por ahí lo que más molestaba era que dijeran que es un deporte solo de mujeres, pero yo nunca les di bola y seguí haciendo lo que más me gustaba, sin importarme lo que decían los demás”, dijo un convencido Víctor que ahora ultima detalles para sus próximas dos grandes competencias: los Juegos Panamericanos y el Mundial de Alemania.

Seis podios sudamericanos y tres viajes a China para perfeccionarse forman parte de la carrera de Víctor, quien explicó las dificultades a las que se somete esta disciplina a la hora de competir internacionalmente: “El gran paso que tuvo Uruguay fue el gimnasio en Canelones (Prof. Salvador Mauad), que se inauguró en 2015. Ahora falta que tengamos más infraestructura para que los más chicos se contagien y tengan herramientas para crecer. Hoy, en las competencias internacionales nos enfrentamos a potencias y es complicado poder ganarles, pero siempre vamos con el objetivo de mejorar”.

Rostagno y Cedrés competirán en gimnasia artística y la prueba recorre los seis aparatos: barra fija, paralelas, salto, caballo con arcos, anillas y suelo. “La realidad marca que si otros competidores fallan, podemos tener chances siempre y cuando hagamos lo nuestro y muy bien”, explicó.

Rostagno no tiene nutricionista ni fisioterapeuta y mucho menos un psicólogo. Él junto a su entrenador Mario Martínez tratan de informarse y mejorar día a día para intentar cubrir esas falencias de un deporte amateur que dirá presente en Lima 2019 con la ilusión de seguir mejorando con la base de todo lo bueno que se ha logrado y, sobre todo, derribando los prejuicios, porque la gimnasia artística es para todos, sin distinción de género.

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