CORREMOS

A Gerardo Basignani lo llevaron al running y está agradecido; ahora él es quien alienta a integrarse

Emiliano Esteves

Gerardo Gasignani empezó a correr por una novia, pero terminó la relación y siguió corriendo. “Empezás a conocer el mundo del running. Es un abanico de personas que se te abre que están en el mismo sistema: vida sana, compañerismo, ejercicio, entrenamiento... entonces te cambia todo. Lo mejor que podemos hacer es recibir eso y no quedárnoslo, sino empezar a trasmitirlo para quienes están a nuestro alrededor”, comenta el corredor.

Pero todo es paso a paso. No se puede comenzar con una maratón. “La primera vez que salí a correr hice 200 metros y no podía más. Hoy en día tengo distancias que diría no puedo correr ni loco. Es todo entrenar, todo cabeza. Empecé con la 10k que puse 1:23, no me olvido más porque es como tu primera novia. La mejor me acuerdo que fueron 43 minutos”, cuenta.“Después de dos o tres años corriendo 10k”, agrega, “un amigo me dijo ‘vas a correr 21k’. ‘Estás loco’, es lo que decimos todos, pero la cosa fue llevando, preparé 14k, 15k y un día corrés 21k. Hoy en día perdí la cuenta de cuántas 21k llevo. Pero un día alguien me dijo ‘vas a correr 42k’. ‘Ahí sí, estás mal del todo’. Pero decís ‘voy a probar’. Y te dicen que son tres meses de preparación si estás en rodaje, alimentación, mucha cabeza y disciplina porque llueva o truene tenés que salir; la maratón no es joda”.

También Gerardo compartió la pasión por el running. “Tengo la satisfacción de que a dos personas le dije ‘vas a correr 42k’, y me dijeron ‘estás mal de la cabeza’. Las dos los corrieron. Es como el legado”, dice.

Pero es consciente que estar en un grupo ayuda. “Es genial, te motiva. Si estás solo en tu casa, es invierno y es de noche, decís: ‘mirá si voy a salir a correr’. Pero si el grupo arranca de noche, vos vas. El grupo es lo que te empuja. Siempre digo: comprate un calzado para correr en vez de una caja de remedio para tomar”, concluyó.