SUPERBOWL

Los derrotados en la semifinal llaman a un boicot y presentan demandas judiciales.

Estados Unidos se paralizará el próximo domingo para seguir el Super Bowl, la final del fútbol americano entre los Patriots de Nueva Inglaterra y los Rams de Los Angeles, en Atlanta.

La expectativa habitual por este encuentro, que suele recoger las mayores audiencias de televisión, este año se caldeó con fuertes polémicas.

En Nueva Orleans se está llamando al público a boicotear el Super Bowl, debido a que los aficionados de los Saints de esa ciudad denunciaron el “robo” sufrido durante la semifinal ante los Rams, con un error de los árbitros a poco del final. Un empresario hincha de los Saints contrató enormes carteles de publicidad para manifestar su enojo por el “robo descarado y a plena luz del día”. Abogados locales presentaron demandas para que el partido vuelva a jugarse. Y varios bares de Nueva Orleans anunciaron que en vez de emitir la final para sus clientes organizarán fiestas “anti Super Bowl”.

Por otro lado, la estrella de los Patriots, Tom Brady, no es muy querido fuera de Nueva Inglaterra según la prensa. Hace pocos días, un estudiante de 10 años, Ace Davis, se convirtió en la sensación de Internet al presentar un trabajo para la feria de ciencias escolar cuyo tema es exponer que Brady “es un tramposo”. Entre sus argumentos figura el episodio en el cual desinfló la pelota en un partido de 2016, por el cual la NFL lo multó con un millón de dólares.