MARCA PERSONAL

El Celtic y el Paris Saint Germain se enfrentaron en un amistoso en el Parque de los Príncipes y todo iba a normal hasta que Neymar de a poco le fue sacando al partido el carácter de amistoso, al punto de hacer enfurecer a los rivales y a su entrenador visitante. 

Cuando corría poco menos de media hora de partido, los defensor del Celtic ya estaban ofuscados con el brasileño, que ante la pierna fuerte de los escoceses le reclamó al entrenador Neil Lennon. Los dos tuvieron una discusión y la actitud del brasileño molestó aún más al director técnico.  

“Neymar es exasperante, irritante pero él lo sabe”, dijo el Lennon en alDaily Record cuando finalizó el partido. “Estaba tratando de molestarnos y les dije a los jugadores que mantuvieran la disciplina y no mordieran el anzuelo”, pero de nada sirvió. El juego del jugador del PSG hizo que sus rivales perdieran la cabeza aunque, enojado, él también cometió varias infracciones. 

En lo que fue el último partido del defensor y capitán Thiago Silva en el PSG ante 5.000 personas, el equipo francés goleó al Celtic por 4-0 con vistas a las próximas participaciones oficiales del equipo: la Copa de Francia ante Saint-Ettiene, la Copa de la Ligue 1 ante Lyon y el duelo ante Atalante cuando vuelva la UEFA Champions League. 

El rendimiento del PSG fue muy bueno, se vio a un equipo veloz e inspirado y los goles los convirtieron Kylian Mbappé (1'), Neymar (25'), Ander Herrera (48') y Pablo Sarabia (67'). Si, al minuto una magistral asistencia de 'Ney' dejó mano a mano a Mbappé.

Es que el ex Barcelona y Santos estuvo inspirado. Y mucho más después de que anotó el segundo. Recostado sobre la banda izquierda Neymar comenzó a hacer lo que mejor sabe, aguantar la pelota, tirar lujos y encarar cuando parece que los rivales se le amontonan y no tiene espacio. 

Los defensores del Celtic empezaron a castigarlo con infracciones y el brasileño cada vez se quejaba más. Luego de una discusión con el técnico rival, Neymar empezó a responder también con infracciones cada vez que perdía el balón y se dio el lujo de tirar una rabona y sacar todo su repertorio exasperante para los rivales. 

No paró de mostrarles la pelota y, aunque el brasileño era el único que hacía lujos, las infracciones se terminaron dando de los dos lados. Al final, ni los jugadores del Celtic ni el propio Neymar parecieron disfrutar del partido.