Algo mas de 3700 reclusos forman parte del lugar. Llegamos y todo era novedad; para nosotros y para ellos. Era la primera vez que veian un equipo de futbol profesional llegar a su cancha, donde no entrenaban hacía más de un mes como castigo por algún mal comportamiento colectivo.

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

En frente a la cancha, se veía la fábrica y un montón de troncos de árboles utilizados como insumos. Varios con uniformes especiales encargados de las actividades de limpieza del establecimiento. Ahí se trabaja, y por cada 2 días trabajados, se reduce un día la pena. pic.twitter.com/s9i4iwF1os

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

"En este, a la derecha, son 700 reclusos. Los más violentos y reincidentes, que prácticamente no pueden salir a hacer actividades". Todo cercado, doble tejido además de la seguridad de todo el establecimiento. Una cárcel dentro de la cárcel. "Un infierno complicado" dicen algunos

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

Alguien comentaba q podría ser "motivante" pasar de un módulo a otro como progreso hacia la libertad, donde cada módulo represente una mejor forma de pasar el día a día, a cambio de tareas comunitarias y compromiso con el trabajo. Una escala divisional en idioma futbolístico..

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

Atras de un arco, una garita con policías, y un cuadrado verde donde había 2 profes enseñando fundamentos técnicos con pelota. Todos escuchando y concentrados en la actividad. Buen síntoma.

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

El objetivo es mejorar comportamientos y disminuir la reincidencia. Vimos que generan una adhesión muy grande a sus actividades, y les permite olvidar por un rato su pasado, su presente y su futuro. Acá su página: https://t.co/J2Vzl7BPMf

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

El programa que busca realizar estas actividades integradoras se llama "programa nacional de actividad física, deporte y recreación" y ya viene funcionando hace más de un año. Es realizado por el depto de deporte del INR. Acá dejó el Link: https://t.co/EsAE3ZDvlA

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Jugamos el partido, 50 minutos. Ahí, si no tenes técnica, no podes jugar. Hicieron un gol, golazo, de afuera del área, y el predio explotó en aplausos. Doy fe que jugaron varios ex proyectos de futbolistas. pic.twitter.com/vuR6ZWve66

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Luego del partido nos quedamos conversando con algunos. "Yo jugué en Rocha y Juventud. Me equivoqué. Si te gusta lo dulce tenes que aguantar lo salado... Trabajo todos los días, soy herrero. Nunca había hecho rejas pero se aprende. Me quedan 8 años pero trabajando salgo en menos"

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

Estaba invadido de prejuicios antes de ir. No me sentía convencido. Creo que la forma de ver y tomar las cosas depende mucho de las vivencias y experiencias que haya tenido cada uno, y toda opinión es respetable. A mi, seguro me hizo crecer y entender otras cosas

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

No se si estás cosas serán suficientes, pero seguro ayudan y son positivas. Destinar recursos a este tipo de actividades, a mi entender, es trascendental para un diagnóstico y potencial rehabilitación. "El deporte es un derecho, no un privilegio."

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

A todos mis compañeros de Wanderers, que dejamos las diferencias y los prejuicios de lado, para aportar nuestro granito de arena en este complejo problema de rehabilitar personas privadas de libertad.

— DiegoRiolfo (@DiegoRiolfo) 6 de diciembre de 2018

Van algunas fotos: pic.twitter.com/iejzluEZz2

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