CONTROVERSIA DE JUGADORES

Bryson De Chambeau siempre es generador de polémicas. Sus últimas actuaciones reabrieron la controversia sobre los pegadores largos.

Hace un año, el jugador estadounidense manifestó públicamente su intención de dar un giro de 180 grados a su golf y su físico y sin dudas lo ha logrado.

En ese período no solo ganó en potencia (pasó de ser un pegador promedio del PGA Tour a convertirse en el más potente) sino que lo ha respaldado con dos victorias, la más importante, el US Open.

Después finalizó en el sexto puesto en el Shriners Hospital for Childrens Open, desplegando un sólido juego. Más allá de eso, dejó algunos conceptos interesantes: “No voy a competir más de aquí hasta el Masters, (se disputa en 30 días aproximadamente). Las primeras dos semanas se las dedicaré a mi físico, ya que quiero llegar a 245 libras (unos 120 kilos), y luego a afinar algunos detalles de mi juego, probando nuevo equipamiento”.

De Chambeau tiene pensado colocar en su bolsa un drive de 48 pulgadas, la medida más larga permitida, para intentar maximizar su distancia. “Mi intención es llegar a pegar 400 yardas, algo así como romper la barrera del sonido en términos golfísticos”, explicó.

Desde que Bryson inició esta transformación, varios colegas se le han vuelto en contra, diciendo que no se podía permitir y advirtiendo que si no se tomaban medidas drásticas el golf sería “solamente pegar fuerte”. Voces como las de Matthew Fitzpatrick se alzaron diciendo que están haciendo parecer al golf como algo ridículo, dejando de lado la habilidad de los jugadores

Otros, como Justin Thomas, respandan a Bryson, dando crédito al enorme sacrificio y habilidad que exigen lo que este joven de 27 años está haciendo.

Se espera ahora el enfoque de los entes reguladores del golf mundial sobre este tema, pero a nuestro juicio lo que ha logrado Bryson De Chambeau es para sacarse el sombrero. No creemos que sea justo penalizarlo a él y por ende a todos los demás jugadores por su plan para avanzar en su profesión.