RYDER CUP

La Copa Ryder finalizó con un inolvidable triunfo de Estados Unidos sobre Europa, recuperando el trofeo luego de la contundente derrota en París hace tres años. Pero en un fin de semana cargado de golf en Wisconsin, el momento más significativo de toda la acción se vivió el viernes. El protagonista fue el estadounidense Jordan Spieth que con un golpe milagroso dejó la pelotita a un metro del hoyo, pero casi tiene sus consecuencias: la caída al lago Michigan. Luego, todo finalizó en festejos.

El hoyo 17 de la sesión matinal de ‘foursomes’ del viernes encontró a Spieth y a su bola arrinconados, en una ladera sin ángulo, pero el norteamericano se encargó de sacar un ‘flop shot’, un globo imposible desde una de las posiciones más complicadas vistas jamás y dejando la pelota a un metro de la bandera. Luego de su extraordinario impacto, Spieth casi termina en el lago, debido al envión que le provocó la ejecución desde una posición muy vertical. La habilidad del estadounidense hizo que pudiera frenarse justo a tiempo, a centímetros de la costa.

Hasta los rivales Sergio García y Jon Rahm se rindieron ante el magnífico golpe del estadounidense y lo aplaudieron. Spieth, por su parte, también se dio cuenta de su mágica ejecución y también celebró, a pasitos del agua.

En esa bandera, el partido se definió para Europa que, de esa forma, logró uno de sus dos puntos de ese día en la Copa Ryder que finalmente fue para los Estados Unidos por 19 a 9. El español Sergio García fue uno de los que se refirió al momento y expresó: “Realmente tuve miedo de que se lastimara y pasara algo grave. No pensé que hubiera una posibilidad de que pudiera dejarla en el ‘green’ desde donde estaba”, comentó García sobre ese momento.