Hubo sesenta mil personas en las tribunas. Hubo apoyo, cantos, aliento permanente.
JOSÉ MASTANDREA
También hubo una amplia zona de exclusión, varios controles policiales, y se vivió una fiesta. No hubo violencia ni delincuentes. Esa, también es la magia que tiene la Celeste. Se puede vivir el fútbol en familia, de otra manera, bien a la uruguaya, sin malos ejemplos ni barras barvas. No es tan difícil. ¿O sí? Cuando todas las partes se ponen de acuerdo y cumplen con su rol, puede haber un espectáculo como el del jueves a la noche en el Centenario. Y como dijo Jorge Vázquez, el subsecretario del Ministerio del Interior, "que los dirigentes se dediquen al fútbol, que de los delincuentes nos preocupamos nosotros". No hay que inventar nada del otro mundo. Zapatero, a tus zapatos.
DESDE EL ARCO - JOSÉ MASTANDREA