CAMPEONATO URUGUAYO

El vestuario está cerrado con llaves. Los jugadores tienen que ir a entrenar cambiados desde su casa. La ronda de mates ya no corre y las bromas entre varios compañeros tampoco. Es la nueva normalidad, pero más allá de ese sabor amargo que no es del mate, el regreso a los entrenamientos marcó un antes y un después en plena pandemia de coronavirus.

Las charlas antes de empezar un entrenamiento quedaron reducidas a grupos de WhatsApp. El contacto es mínimo, pero eso lo marca el protocolo y si la intención es que el fútbol vuelva cuanto antes, hay que respetar.

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El lunes 15 de junio la gran mayoría de los clubes de Primera División comenzó los entrenamientos luego de una semana en la que los hisopados marcaron la agenda.

Los trabajos físicos se adueñan del día a día por estas horas: evaluaciones y ejercicios de fuerza. Cada uno con lo que tiene y con lo que puede, ya que como es costumbre, el fútbol uruguayo sabe más de sacrificio y humildad que de abundancia.

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De todas maneras, los clubes hacen un gran esfuerzo para adaptar sus instalaciones y cumplir estrictamente con un protocolo diseñado para evitar contagios y propagación de un virus que económicamente hizo mucho daño a las instituciones.

Por eso todos los protagonistas pedían a gritos regresar a entrenar primero para volver a jugar cuanto antes y ese camino ya se empezó a transitar.

Román Cuello, director técnico de Liverpool, contó que la sorpresa fue que sus jugadores volvieron con menos grasa corporal y mayor masa muscular. José Luis Tancredi (37), jugador de Cerro, dijo que hay movimientos que aún no se anima a hacer y Alan Rodríguez (20), futbolista de Defensor Sporting, remarcó la responsabilidad para cumplir con el protocolo, pero todos coinciden en algo: la alegría del reencuentro y la cercanía del regreso de la actividad oficial.

El entrenador de Liverpool no ocultó la felicidad por el retorno y contó que esta semana es de evaluaciones y trabajos progresivos para encarar luego los amistosos.

En “La República de Liverpool” el plantel negriazul retomó el lunes los entrenamientos y ese hecho para Román Cuello significó “la misma sensación que tenés de niño cuando tu madre te deja salir a la calle a jugar con tus amigos. Así lo sentí yo. Y hablando con los jugadores, ellos también lo ven así. Hay mucha alegría”.

En diálogo con Ovación, el entrenador remarcó que “la planificación la hicimos con las limitantes que tenemos en cada fase y por eso comenzamos con trabajos progresivos, porque si bien sabemos que los jugadores estuvieron entrenando de manera individual, ahora la exigencia no es la misma y eso hay que tenerlo en cuenta todos los días en el comienzo”.

Evaluaciones físicas y trabajos de fuerza marcaron esta primera semana de trabajos, pero consultado por cómo llegaron los futbolistas el lunes 15 al complejo deportivo negriazul, Cuello contó que “hicimos un test de fuerza que nos mostró datos interesantes, como por ejemplo que en líneas generales los jugadores volvieron con menos índice de grasa corporal y más volumen de masa muscular, por lo que vinieron mejor en relación a como se habían ido. De todas maneras hay una caída en el índice de fuerza y ahí debemos trabajar, pero para eso aprovecharemos estas fases”.

Respecto a los trabajos, el técnico contó que “el lunes hicimos circuitos de ocho estaciones en dos canchas con cuatro grupos. Cada uno tenía su pelota, que la iba llevando a cada instancia. No se tocaban los materiales. El martes avanzamos un poco con trabajos de fuerza individual, pero ya sin estaciones, sino que todos haciendo lo mismo. Ese día dividimos la cancha con el profe y se trabajó en grupos de ocho, ya con la pelota, haciendo hincapié en la técnica. Todo esto ya lo teníamos planificado a nivel macro, pero a veces vas variando algo en el día a día, dependiendo la disponibilidad de los materiales”.

Román Cuello confirmó que Liverpool jugará entre cuatro y seis amistosos. Todo dependerá de la fecha de inicio que aún no está confirmada: “Es un cambio muy grande porque nos vemos acotados a la elección de las tareas. Tiene que haber mucho ingenio. El hecho de no pasarse la pelota es complicado en el fútbol, pero hay que ser cuidadosos y respetar el protocolo, porque lo que más queremos es jugar cuanto antes”.

A los 37 años, el regreso lo tiene tomando más cuidados que los necesarios porque la idea es estar bien físicamente para luego empezar a tener rodaje con pelota.

Las charlas de José Luis Tancredi con el preparador físico se volvieron una constante en los últimos meses. El volante de 37 años nunca dejó de entrenar en cuarentena, pero en la nueva normalidad sabe que tiene que tomar algunas precauciones.

Una de las cosas que más converso con el profe son los movimientos del fútbol que hace meses no hacemos y no sé si me animo a hacerlos ya, porque hoy mirás un partido y ves que muchos jugadores en movimientos básicos se lesionan”, le contó el jugador de Cerro a Ovación, agregando que “si me dicen de patear al arco mañana no sé si lo hago. Prefiero no hacerlo. De jugar al fútbol no te olvidás nunca, pero yo con 37 años tengo que tener algunos cuidados diferentes”.

En cuanto al regreso a los entrenamientos, el “Gato” contó que “en estos días hacemos trabajos físicos en cancha y si tenemos algo de pesas, hay que limpiarlas para que las use otro después. Es muy raro no poder estar en el vestuario y tomar unos mates, charlar un rato, bobear con tus compañeros, hacer algunas bromas y venir ya cambiado desde tu casa. No estamos acostumbrados a eso, pero es el protocolo y debemos respetarlo”.

Tiene 20 años y es una de las grandes promesas de la cantera de Defensor Sporting. En la cuarentena se propuso, a pedido del DT, mejorar su técnica con pelota.

Una de las cosas en las que más hizo hincapié Alan Rodríguez durante la cuarentena fue en mejorar la técnica de manejo de la pelota con las dos piernas a pedido de Alejandro Orfila.

El volante de Defensor Sporting le contó a Ovación: “Soy derecho, pero intenté pegarle con la zurda contra una pared, dominarla y esas cosas que te llevan a tener más contacto. Es un proceso largo igual, eh (risas)”.

Acerca de cómo se dio la vuelta a los entrenamientos, el volante remarcó que “se disfrutó mucho, más allá del protocolo que impide varias cosas pero que debemos respetar para que en el corto plazo podamos estar jugando partidos. En lo físico no cambió nada en lo personal, porque no es una cosa que digas ‘pah, terminé muerto hoy’; eso no me pasa”.

El regreso es por ahora con trabajos físicos, pero Alan Rodríguez dejó en claro que “tenemos la responsabilidad de entrenar con el objetivo de estar todos lo mejor posible, tomando precauciones porque ya vimos que en Europa por ejemplo volvieron a jugar y hubo muchas lesiones. Por eso no debemos apurarnos y cumplir con cada una de las fases con conciencia, aunque nos mata la ansiedad por jugar”.