EN BELVEDERE

Sebastián Sosa y Jorge Graví anotaron para los arachanes, Juan Ignacio Ramírez en dos ocasiones y Pablo Caballero para el conjunto negriazul.

El partido que se esperaba fue el que se terminó viendo. Interesante, con muchos goles y con emoción hasta el final del mismo. Lo cierto es que el triunfo de Liverpool terminó siendo justo si uno analiza el trámite de un choque en el que Cerro Largo pegó primero y por duplicado.

Dos minutos y dos goles para el arachán que daba la sorpresa en Belvedere. Sebastián Sosa y Jorge Gravi pusieron los goles de la visita que caían como un balde de agua fría para los locales que debían remontar, pero nunca se desesperaron.

Era algo que podía suceder. Una distancia de dos goles podía llevar a que los locales equivocaran los caminos, pero con las palmas hacia abajo Paulo Pezzolano les pidió una y otra vez calma y la terminó encontrando.

Con Olivera, Figueredo y Ramírez en el ataque y el empuje de Cáceres y Acevedo desde mitad de cancha para atrás, terminó llegando el descuento en el momento justo: antes del final del primer tiempo. Juan Ignacio Ramírez anotó y le dio esperanza a los locales.

Sin duda que las esperanzas se renovaron todavía más cuando los negriazules hicieron el empate en otro momento exacto: en el inicio del segundo tiempo. Asistencia del "Colo" y gol de Pablo Caballero.

La visita no pateó al arco en todo el segundo tiempo y así se le hizo muy difícil a un Cerro Largo que cada vez estaba más comprometido en defensa hasta que un error de Magallanes le dio la chance a Ramírez. El zaguero pifió y el balón le quedó al "Colo" que tocó por encima de Aguerre para definir con el arco libre de cabeza.

De la única manera que tenía Liverpool para darlo vuelta lo consiguió: con fútbol y sin desesperación. Lo dio vuelta, ganó y el hincha negriazul se fue contento de Belvedere.