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Uruguay no sólo está lo más olímpico

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Martino. Le debían siete meses, no le consiguieron rivales, no le daban jugadores...y se fue. Foto: AFP
FREDERIC J. BROWN

A 57 días de jugar con los celestes por las Eliminatorias, Argentina no tiene técnico ni a varias figuras...

Gerardo Martino fue al complejo de la AFA en Ezeiza a reunirse con Claudio Tapia, vicepresidente tercero del organismo rector del fútbol argentino, quizá con el deseo de tener respaldo para hacer efectiva la citación de los 35 jugadores convocados a la selección y así empezar a entrenar desde el próximo lunes con vistas a los Juegos Olímpicos de Rio, pero no debe haber escuchado lo que esperaba y, según La Nación, le dijo al dirigente: "Estoy desganado; si sigo, perjudico a la selección"; y dejó el cargo.

Es cierto, una mayoría de clubes del exterior habían negado la cesión —no obligatoria— de los futbolistas, y los argentinos hicieron otro tanto; pero la decisión de Martino no tuvo que ver sólo con el futuro, sino también con el pasado, donde se fueron sumando las desprolijidades de la AFA: la indefinición en el nombramiento de un cuerpo técnico para las selecciones juveniles; el desajuse organizativo de la participación albiceleste en la Copa América Centenario, en el que estuvo incluida la falta de "sparrings"; la renuncia de Messi; y, por qué no, el atraso de siete meses en el pago de los salarios al propio"Tata".

Además, quizá, la decisión de Martino fue parte —o consecuencia— de una realidad a la que aludió el Prof. Elvio Paolorosso, preparador físico de la selección, al reflexionar que "en un país exitista parece poco llegar a tres finales", con lo que aludió a las que Argentina jugó en las copas América 2015 y 2016 con Chile, y en el Mundial 2014 ante Alemania.

Esto es, en los 693 días que Martino dirigió la selección, Argentina ganó el 74% de los puntos disputados, pues en 29 partidos cosechó 19 triunfos, sólo tres derrotas y siete empates, con lo que redondeó la segunda efectividad más alta después de la llegada de César Luis Menotti en 1974.

Es más, Argentina perdió sólo un partido oficial en los 90 con el "Tata": 1-0 ante Ecuador por las Eliminatorias, el 8 de octubre pasado en Buenos Aires.

Sin embargo, Martino tomó una decisión cuyos efectos alcanzan al fútbol uruguayo, directa o indirectamente, no sólo por si "la Celeste" llega a ir a los Juegos Olímpicos de Río, aunque más no sea por descarte: Argentina y Uruguay jugarán el jueves 1° de septiembre por las Eliminatorias de Rusia 2018 en Mendoza; y 57 días antes, el local sabe que no contará con Messi, y casi seguro que tampoco con Agüero y Mascherano, a la vez que está sin técnico, mientras que el visitante llegará con todo su potencial y tiene el mismo entrenador desde hace diez años.

América: hay cuatro afuera

En cierta medida, ayer la copa América Centenario cobró su cuarta "víctima", porque luego de finalizada cuatro entrenadores sobre 12 países (33%) dejaron sus cargos: Geraro Martino en Argentina y Ramón Díaz en Paraguay, renunciaron; mientras que Dunga en Brasil y Julio Baldivieso en Bolivia fueron cesados. Así está el mundo, amigos...

Argentina: 10 que no vienen

De los 35 citados por Martino, 10 no son cedidos: Batalla, Vega y Maidana (River Plate); Mammana (Olympique Lyon); Mussachio (Villarreal); Lanzini (West Ham); Cervi (Benfica); Dybala (Juventus); Correa (Sampdoria); e Icardi (Inter). Boca cede a Pavón y Silva, pero sólo después de jugar la Copa.

Paraguay: dos platos de sopa

Por la séptima fecha de las Eliminatorias, Uruguay en Mendoza con Argentina, que no tiene técnico, y en la octava tendrá más de lo mismo: por la octava, el martes 6 recibirá en el Centenario a Paraguay, que también carece de entrenador, pues Ramón Díaz también dejó su cargo después del final de la Copa América Centenario.

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Martino. Le debían siete meses, no le consiguieron rivales, no le daban jugadores...y se fue. Foto: AFP

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