ENTREVISTA

El mejor técnico del continente según la "Encuesta América le responde a El País" habló con Ovación y puso a La Celeste entre las candidatas a ganar el Mundial de Rusia 2018.

Adenor Leonardo Bacchi, más conocido como Tite, llevaba horas concediendo entrevistas a diferentes medios del mundo. Claro, es el técnico de la selección de Brasil y el Mundial de Rusia está cada vez más cerca.

A pesar de eso, la simpatía de este hijo de un carnicero nacido en Caxias do Sul hace 56 años, se mantenía intacta. Y a los pocos minutos de conversar con él, parecía que se lo conociera de toda la vida.

-¿Qué significa haber sido elegido como el mejor técnico del continente en la encuesta “América le responde a El País”?

-Creo que es un homenaje al trabajo realizado a lo largo de toda la carrera y sobre todo a un momento muy importante de la selección brasileña, que consiguió unir un buen fútbol y un buen espectáculo al resultado. Sé la importancia que tiene este reconocimiento, pero fundamentalmente esta premiación es el resultado del buen desempeño y del buen fútbol de la selección.

-Pero usted tuvo mucho que ver con ese buen fútbol. ¿Cómo hizo para cambiar tanto a la selección desde que llegó allá en junio del 2016?

-No sé analizar profundamente lo que estaba pasando antes, pero sí el momento en el que asumí. Era una responsabilidad muy grande porque se había jugado un tercio de las Eliminatorias, Brasil estaba sexto en la tabla y teníamos que jugar con Ecuador, que en ese momento era el líder. La Eliminatoria es algo muy difícil. Un ejemplo de esas dificultades es Chile, que fue el equipo que jugó el mejor fútbol en los últimos dos años y medio, que ganó dos Copas América consecutivas y quedó afuera del Mundial. Son dificultades muy grandes. No sé si yo cambié a la selección, lo que hice fue rescatarla. Lo que busqué fue que se recuperara la confianza. Que los futbolistas jugaran más tranquilos y confiados. Que los atletas sintieran la alegría de jugar al fútbol. Ese factor psicológico de confianza fue determinante. Y más allá del sistema táctico, que puede ser un 4-3-3 o un 4-1-4-1, el equipo es más agresivo. Procura crear y ofender. La confianza y la función que cada atleta cumple en el campo fue lo que nos permitió hacer tantos goles y jugar tan bien.

-Supongo que después de la Eliminatoria que hicieron, el objetivo para Rusia es ser campeón.

-La meta es la misma para todos, para Uruguay, para Argentina, para Francia y para Colombia, todos queremos ser campeones. Hay que analizar el proceso. Si se juega bien, se es creativo y eso se traduce en victorias, se va a estar más próximo. No asumo como responsabilidad tener que ser campeón, y tampoco los jugadores. La responsabilidad está en jugar bien.

-¿Cuáles son sus candidatos para Rusia?

-Je, je. ¡Esa pregunta! Alemania y España, que son los últimos campeones, pero si hablamos de Uruguay con Suárez y Cavani tiene un poderío muy fuerte. Colombia tiene muchos jugadores en Europa rindiendo a alto nivel y Argentina al mejor jugador del mundo. Y Brasil recuperó su patrón de juego. Esos son los candidatos y creo que la sorpresa la puede dar Bélgica, que no tiene tradición histórica, pero tiene muy buenos jugadores. Esta generación belga es buena.

-Recién mencionó a Messi. ¿Es verdad que dijo que le hubiera gustado que naciera en Brasil?

-Sí, claro. El brasileño que diga que no le gustaría que Messi hubiera nacido en Brasil, es un mentiroso. Un talento de esos... claro que lo quisiera en Brasil.

-Messi no nació en Brasil, pero Neymar sí.

-Neymar es un jugador diferente, con una capacidad técnica individual impresionante. Lo que me sorprendió de Neymar es la capacidad de asistencia, de pases que tiene. Una estadística reciente dice que el jugador más efectivo, teniendo en cuenta los goles y las asistencias, es Neymar. Hace la diferencia y está en un proceso de evolución.

-¿Este es el mejor momento de su carrera?

-Voy a abrir el corazón para ti. Fui campeón de la Copa Libertadores y del Mundial de Clubes con Corinthians en 2012. Ahora estamos en 2018 y soy un profesional mucho más experiente, he vivido más. No estoy en la plenitud, pero sí en mi mejor momento profesional.

-¿Qué le queda por hacer si ya llegó a dirigir la selección de su país?

-Dirigir la selección nacional es lo máximo, es haber alcanzado la cumbre de la montaña, el punto mayor de una carrera. Es el mayor orgullo y la mayor realización, pero aún me queda poder dirigir en Europa.

Brasil

El giro necesario de la "canarinha"“No sé si cambié a la selección, lo que hice fue rescatarla”.

-¿Cómo era como jugador?

-Más o menos. Me gustaría decirte con orgullo que era un gran jugador, pero no. Era un poco lento. Pensaba rápido, pero la ejecución era lenta. El cuerpo no tenía la misma rotación que el pensamiento.

-¿O sea que no se pondría en su equipo?

En un club capaz que sí, en la selección no.

-¿Cómo fue su niñez en Caxias?

-El deporte siempre estuvo ligado a mi formación. A los 14 años, en el colegio, el profesor nos dijo que éramos un equipo talentoso y que algunos podíamos llegar a ser profesionales. Me hizo despertar y pensarlo por primera vez. Y me di cuanta lo importante que era la profesión de profesor y la influencia que podía tener en el despertar de un muchacho. Y los valores que podía transmitir. Cuando dejé de jugar, a los 28 años por una lesión, me sentí muy frustrado. Fue una gran decepción. Algunos dicen que un atleta profesional muere dos veces: la primera cuando deja de jugar. Yo morí, no sabía para dónde agarrar. Entonces me formé como profesor de educación física, iba con muletas a las clases, me llevaba mi esposa y luego lo uní con el fútbol.

-Hablaba de su esposa, ¿cómo se hace para estar felizmente casado 33 años?

-Me casé con 22 años, mi mujer es de Caxias también y cuando me fui a jugar a San Pablo llevábamos tres años de amores: o me casaba o me separaba. Estoy muy orgulloso de mi matrimonio. Con el tiempo la pasión se transforma en amor y en complicidad. Uno pasa momentos lindos y también adversidades juntos. Hay que entender que no cada momento complicado es un motivo de rompimiento. Hay que tener la capacidad de superar esos malos momentos. Y quedarse con las alegrías y con lo bueno. Con mi esposa hemos superado los malos momentos y tenemos una larga complicidad.

-¿Le gusta el fútbol a su esposa?

-Le gusta que le cuente de los problemas de los jugadores, sobre todo el lado humano, no tanto la parte técnica.

Tite saluda a Tabárez en el partido entre Uruguay y Brasil en el Centenario en marzo del año pasado. El técnico norteño considera a Uruguay como uno de los candidatos a ganar el Mundial de Rusia.

“Esa tradición uruguaya, esa fuerza que tiene la celeste, y los años que lleva Tabárez al frente de la selección la convierten en una de las candidatas, en una de las grandes selecciones en Rusia”.

Tite está convencido que Neymar no se equivocó al pasar al PSG. Cree que los grandes equipos del mundo (Bayern, Chelsea, Real Madrid, Barcelona, PSG) son parecidos y que la diferencia está en dónde el jugador se sienta bien humanamente.

“Se ha hablado mucho de los problemas, de lo del penal y de la hinchada, pero son situaciones normales cuando un jugador llega a un equipo”, dijo.