ARGENTINA

Sin Gustavo Munúa en la cancha, por estar contagiado de covid-19, Unión dio el batacazo y venció a Boca Juniors por 2-1 en un partido donde jugó con equipo alternativo pensando en el duelo ante Nacional por Copa Sudamericana.

Santiago Mele y Diego Polenta estuvieron en el banco de suplentes, mientras que Jonatan Álvez se recupera de una lesión.

El juego tuvo ánimos caldeados sobre el final por varios motivos y uno de ellos fue que el gol del triunfo para Unión terminó llegando la minuto 105 ya que se jugaban 15 minutos de adición a los 45 del complemento.

Como si eso fuera poco Franco Troyansky, autor del gol, celebró mostrando su camiseta a los hinchas de Boca lo que no cayó nada bien en los jugadores Xeneizes que rápidamente se lo recriminaron.

Después de que anularan la primera ejecución por el adelantamiento del arquero Javier García -había contenido el remate-, el delantero tatengue volvió a patear y marcó.

Se sacó la camiseta y se la mostró a los hinchas, en una actitud tan innecesaria como repudiable. Enseguida se desencadenaron los empujones y las amenazas: los dirigidos por Sebastián Battaglia fueron derecho a encarar al delantero, que se retiró forzosamente del campo de juego escoltado por la policía.

¿A qué debió la actitud del exjugador de Olimpo y San Lorenzo? Acumuló resentimiento porque los rivales le pisotearon el punto de penal y le dijeron muchas cosas antes de patear. Pero tras la escaramuza, se disculpó por su reacción y explicó que se trató de un desahogo, porque llevaban mucho tiempo sin ganar en la Ribera.

"Pido disculpas a la gente, no fue contra ellos mi reacción, fue un desahogo por poder cortar esta racha. Los jugadores de Boca me hablaron antes de patear el penal, pero es algo lógico en estas circunstancias", expresó el delantero del Tatengue.