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La unión entre los jugadores y Giordano

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EDWARD PIÑÓN

OJO CRÍTICO

EDWARD PIÑÓN

Las imágenes del juego del Gran Parque Central fueron las hermanas gemelas del primer choque en la altura de Quito. La sensación que se entregaba era prácticamente la misma: la de Independiente del Valle dueño de la pelota y Nacional ejecutando una misión solidaria y cumplida a rajatabla por todo el equipo. Y ahí es donde entra a tallar lo mejor. El equipo unido. Compenetrado con una tarea. Convencidos del primero al último de que había que ajustarse al plan elegido para alcanzar el objetivo.

EDWARD PIÑÓN

Y cuando el viento te empuja para el lado al que querés llegar, porqué hay que desviarse del camino. Nacional alimentó una idea, estudiada por su entrenador para minimizar el poderío del rival o para controlarlo lo máximo posible, y la fidelidad de los jugadores fue tan alta que ni uno solo tuvo la mínima sospecha de que algo del plan podía salir mal.

Entonces, por encima de los gustos futbolísticos, y hasta de la idea particular de quien escribe de que algo más se pudo hacer en el encuentro de local, lo único que termina siendo significativo es saber qué se quiere hacer y ejecutarlo de la mejor manera para conseguirlo. Nacional encarriló esta clasificación a partir de algo elemental: la convicción de los jugadores y la mancomunión con Jorge Giordano.

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