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Tira del carro: Mateo, el motor pedrense

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Mateo Carro en Juventud-Peñarol. Foto: Gerardo Pérez.
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El volante de Juventud fue clave en la victoria ante Peñarol.

Mateo Carro tiene solo 21 años y la risa fácil, aunque en la cancha parece mucho mayor. El volante, nacido en Atlántida y criado en Fénix, dejó a los albivioletas porque necesitaba un cambio. Y lo que lo entusiasmó de Juventud de Las Piedras fue su entrenador. Hoy disfruta del presente y sueña con jugar algún día en España, donde vive su familia.

"Me desperté muy tranquilo. Fue un triunfo muy importante. Estoy cansado todavía, sin piernas, por el desgaste que fue mucho y por la tensión, pero estoy muy contento porque estamos ahí arriba", contó Mateo en la puerta de la casa de sus suegros, donde aprovechó el día libre en compañía de su mujer, Silvana, y la pequeña Aitana, de cuatro meses.

Juventud está segundo en el Uruguayo Especial, a solo un punto del líder Danubio. El volante sabe porqué. "Somos un equipo muy práctico. Hacemos las cosas fáciles, sencillas. Y sabemos que tenemos nuestras armas, todos tratamos de defender y cuando se puede, atacar todos también", explicó.

"Una de las cosas por los que vine a Juventud fue por Jorge (Giordano), por su manera de entrenar y de ver el fútbol. Había preguntado qué tal era y me habían dicho que estaba por encima del resto de los entrenadores", aseguró el volante, quien no tardó en poder comprobar lo que le habían comentado.

"Es impresionante la manera en que trabaja y la forma en que te explica cada entrenamiento. Todo tiene un por qué. Con él mejora el equipo y mejoramos todos individualmente", agregó y pasó a contar cómo vivió el partido del domingo en el Centenario.

"Peñarol tuvo muchas posibilidades. Tuvo dos clarísimas: la de Hernán Novick que dio el pase al medio y entraron tres solos y después la tijera de Gastón Rodríguez. Esa la vi adentro y sentí que se me venía el estadio arriba", reconoció. "Por suerte tenemos a Fabián (Carini), que metió esa mano. Sólo algunos privilegiados pueden hacer eso y Fabián es uno de ellos", añadió.

"Fue un partido muy trabado, había que meter mucha pata en la mitad de la cancha y yo soy un especialista en eso. Je. Lo mío es correr y meter y cuando se puede, jugar", dijo con humildad.

"Me estoy adaptando muy bien al juego de Juventud. Creo que la continuidad y la confianza que me está dando Jorge (Giordano) me están ayudando a conseguir regularidad. Como decía, lo mío no es solo correr, cuando tengo la pelota trato de jugar y de hacer jugar a mis compañeros", aclaró.

Historia.

Arrancó a jugar al baby fútbol en Atlántida Junior y de allí pasó a Fénix. Comenzó en pre-Séptima y realizó todas las formativas. Rosario Martínez era entonces el técnico de la Tercera División y lo subió.

"Salimos campeones ganándole a Nacional y al otro año él asumió como técnico de Primera y me llevó a hacer la pretemporada con ellos".

Tenía solo 16 años y debutó con el equipo principal por la Copa Sudamericana frente a la Universidad de Chile en Santiago. "Era un chiquilín, me acuerdo que cuando me llamaron miraba para todos lados, no sabía ni por dónde arrancar", admitió sonriendo. "Como llevo muchos años en Primera tengo mucho roce con gente más grande, creo que por eso parezco mayor", afirmó.

"No seguí en Fénix por esas vueltas de la vida. Hacía mucho tiempo que estaba en el club y a veces uno precisa un cambio de aire. Pero tengo muy buenos recuerdos porque es el club que me dio la confianza y la posibilidad de jugar profesionalmente", contó sobre la razón por la que no siguió en Capurro.

Vive en Rivera y Soca y va todos los días a entrenar a La Chacra, en Las Piedras. No tiene auto y antes lo llevaba Fernando Machado, pero cuando éste dejó de jugar y se fue para trabajar con Medina en la Tercera de Nacional, pensó que se le complicaba. "Ir en ómnibus es bravo, hay que tomar un par de ellos. Por suerte apareció Luciano Isola, que vive a unas cuadras de casa, y me voy con él todos los días".

Tiene muchos años de carrera por delante, pero no quiere pensar mucho más allá del presente. "En Juventud estamos pensando en este campeonato que es corto y todas las posibilidades se pueden dar. Además, venimos bien. Si seguimos por ese camino podemos llegar a una copa o el título mismo", se ilusionó.

"Si miro más lejos, me gusta el fútbol europeo. Tengo familia en España y pasaporte comunitario y sería muy lindo ir a Europa a jugar", reconoció al final quien aún debe unas materias de quinto y sexto de liceo, pero sabe que tiene tiempo de ponerse al día.

"Había que meter pata en la mitad".

"El partido estuvo trabado y había que meter mucha pata en la mitad de la cancha y yo soy un especialista en eso", contó sobre cómo vivió el partido con Peñarol. "Lo mío es correr y meter y cuando se puede, también jugar".

"Sé como es Hernán, lo conozco".

"No le hice penal a Novick", aseguró Carro. "Traté de ganar la posición. A Hernán lo conozco porque estuvimos mucho tiempo juntos en Fénix y sé cómo es. Después le fui a recriminar, pero bien", contó sobre la incidencia.

Un flechazo de arranque y llegó Aitana.

"Creo que la llevo bien de padre. Bien de bien. Al principio es como todo, cuesta un poco, hasta que uno se va acostumbrando a ella. A sus horarios, a cuando llora, a saber por qué llora", dijo sobre la paternidad, experiencia que vive hace cuatro meses, cuando Aitana vino al mundo. "Por ahora la llevo bien, además es una santa que duerme toda la noche. No quería varón, siempre dije que solo quería que fuera sanita y por suerte salió una belleza", añadió.

Conoció a su mujer, Silvana, en una reunión con amigos en común. Y empezaron a verse. Él tenía 18 años y tuvo que remarla. "Para mí, fue un flechazo de arranque, pero tuve que trabajar. Porque soy más chico que ella y me costó. Tuve que pelearla bastante", contó sobre su pareja.

Mateo Carro en Juventud-Peñarol. Foto: Gerardo Pérez.
Mateo Carro en Juventud-Peñarol. Foto: Gerardo Pérez.
El eterno femenino de una imaginativa pintora
El papá. El volante pedrense Mateo Carro posa orgulloso con su hijita Aitana, de cuatro meses. “Es una santa”, dijo. Foto: Francisco Flores.

JUVENTUD DE LAS PIEDRASSILVIA PÉREZ

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