En 1923, la Celeste volvió a organizar el torneo y sumó su cuarta estrella.

Luego de festejos frustrados en 1921 y 1922, la Celeste volvió a organizar la Copa América. El objetivo en ese 1923 estaba claro, como siempre: ganar el torneo.

El Campeonato Sudamericano de Selecciones, así todavía se lo conocía, estaba fijado en Paraguay, pero los problemas sociales y económicos que atravesaba dicho país hicieron que la Confederación Sudamericana de Fútbol analizara la situación y decidiera cambiar de sede. Entonces, Uruguay se hizo cargo de la competencia.

Para ello, la Celeste debía encargarse de recibir a Argentina, Brasil y Paraguay. La sede elegida era el remodelado Parque Central. De apuro, se puso a punto el escenario tricolor para recibir al torneo más importante del continente. El 5 de marzo de ese año, dicho estadio sufrió un incendio sobre la por entonces cancha de tablón registrando pérdidas casi totales. Con el apoyo de la Sociedad Comercial de Montevideo, se lo dejó en condiciones para mediados de noviembre y la Copa América se llevó adelante sin ningún tipo de problemas.

Bajo la dirección técnica de Leonardo De Lucca, Uruguay presentó 17 jugadores: cinco de Nacional, tres de Lito, dos de Bella Vista, dos de Liverpool, dos de Belgrano, uno de Wanderers, uno de Universal y uno de Charley.

El debut se produjo el 4 de noviembre ante el seleccionado guaraní. Con goles de Héctor Scarone y Pedro Petrone, el equipo charrúa arrancó con buen pie.

Para la segunda fecha, el 25 de ese mes, Uruguay recibió a un desconocido Brasil. El último campeón venía de dos derrotas y chocaba con el local. Uruguay no tuvo piedad y con goles de Petrone y Pedro Cea, ganó 2 a 1 y lo enterró en la última posición.

Para la última fecha, la suerte del calendario armó una especie de final entre Uruguay y Argentina. Ambos llegaban con dos triunfos encima por lo que ese partido significaba un mano a mano. El que ganaba, se llevaba la Copa América. El 2 de diciembre, ante un Parque repleto, la Celeste volvió a ganar con un contundente 2 a 0 con tantos de Petrone, goleador del certamen con tres gritos, y Pascual Somma.

El equipo de De Lucca sumó su cuarta estrella y al igual que los anteriores planteles, volvió a consagrarse de forma invicta. (Estadísticas: Willy Viola).

El Campeonato Sudamericano de Selecciones de 1923 significó para José Nasazzi su primer título con la Celeste. Fue la primera de las cuatro veces que ganaría la Copa América (1923, 1924, 1926 y 1935); además del Campeonato del Mundo de 1930 y las medallas de Oro conseguidas en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928. La base de este equipo campeón fue con: Pedro Casella bajo los tres palos; José Nasazzi y Fermín Uriarte en la última línea; zona de volantes con José Leandro Andrade, José Vidal y Alfredo Ghierra; y Ladislao Pérez, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Pascual Somma en la delantera.

Peñarol no aportó jugadores, porque se había desafiliado de la Asociación Uruguaya de Fútbol. De 1922 a 1925, el mirasol participó en la Federación Uruguaya de Football. Lo mismo hizo Central. Sus lugares fueron ocupados por Bella Vista y Fénix. Charley, Lito y Wanderers presentaron equipos alternativos para disputar simultáneamente ambos torneos.

Copa AméricaÁNGEL ASTEGGIANTE