Tras una rueda soñada, el negriazul no repite; Apud lo explica: “Nos vieron ascendidos, y nos perjudicó”.

El director técnico Alejandro Apud pitó el final del entrenamiento previo al partido de hoy ante Rocha, pero los futbolistas de Liverpool no se quieren ir de la cancha, en Lomas de Zamora. Algunos juegan a pegarle al travesaño mientras otros estiran, en un clima distendido. En un costado del campo, y ya mano a mano con Ovación, el DT se toma su tiempo, piensa y luego responde la pregunta que se hacen los futboleros: ¿Qué pasa con Liverpool? “Esta situación se debe a muchas variables”.

Liverpool, que ganó el 90% de los puntos de la primera rueda, pasa por un momento difícil: consiguió el 42% de los puntos en este semestre y hace cuatro fechas que no gana. Lejos está de aquel equipo que en la primera rueda ganó 12 partidos y empató dos. A pesar de esto, sigue primero y ocho puntos sobre el segundo.

“Influyó que todo el mundo nos viera ascendidos. Inconscientemente nos perjudicó”, argumenta Apud, quien cree que otro factor clave fue la postergación del torneo. Planificó para debutar el 14 de febrero, pero el torneo comenzó el 7 de marzo. “En 45 días jugamos un sólo partido”, dijo.
El liderazgo no solo transmite felicidad, también trae una mochila difícil de cargar. “Hemos jugado muchos partidos para la TV y los rivales te conocen más”, argumentó Apud.

Paulo Pezzolano, referente del plantel, cree que jugar frente al líder estimula al rival. “Es algo muy uruguayo. Somos jugadores con rebeldía, le queremos ganar al primero y hacemos lo que cueste”, explicó.
En la recta final del Uruguayo de Segunda y con un pie en el círculo superior, Pezzolano y Apud coinciden en que no basta con el ascenso sino que deben ser campeones. Están cerca, pero tienen que ganar el partido más difícil: la ansiedad.

LIVERPOOLMATEO VÁZQUEZ