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Tapia: empieza su carrera contra el tiempo

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Tapia
FABIAN MARELLI

Fútbol argentino: un nuevo presidente sostenido por un frágil equilibrio político.

LUIS PRATS

Justo cuando la FIFA anunciaba los cuatro partidos de suspensión a Lionel Messi, terremoto que sacudió los ya endebles cimientos de la selección argentina, Claudio Chiqui Tapia subió a las redes sociales una foto suya en la peluquería. Faltaba muy poco para su elección formal como nuevo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino —que se concretó el miércoles— y se supone que quería estar prolijo para el acontecimiento, pero quedó en off side ante una afición ya harta del caos en el fútbol bicampeón mundial.

De hecho, Tapia tendrá que despeinarse bastante para tratar de reducir esa pena, que deja al astro fuera del equipo hasta la penúltima fecha de las eliminatorias. No es el único asunto que lo obligará a tirar de su cabellera: también deberá decidir si Edgardo Bauza continúa siendo el técnico del seleccionado y si no, designar pronto a un reemplazante. Una carrera contra el tiempo, con una fecha clave: 31 de agosto, el día del partido con Uruguay.

Después, pero no demasiado tarde, deberá encarar una larga lista de problemas, como reestructurar los torneos locales, pues el actual campeonato de 30 equipos representa una desmesura.

El fútbol, tradicional pasión de los argentinos, se está convirtiendo en un elemento perturbador. La semana pasada, un profesor de futsal murió tras una pelea en un partido amistoso. Según la prensa argentina, dos jugadores se trenzaron a golpes, el técnico quiso separarlos y recibió un puñetazo del tío de uno de los futbolistas. Cayó mal, se golpeó la cabeza y tras unas horas en coma, falleció.

Equilibrio.

Tapia, un exbarrendero de 49 años, creció en su actividad privada gracias a su matrimonio con la hija del poderoso dirigente sindical de los camioneros, Hugo Moyano. Ex jugador y extécnico y finalmente presidente del club Barracas Central, de la tercera división, fue creciendo en el mundillo de la AFA como líder de un frente común de los clubes del ascenso y del interior. Además es vicepresidente de Ceamse, una entidad pública que gestiona la basura de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

Su elección fue el resultado además de una serie de acuerdos que mezclan los temas políticos, económicos y deportivos. El primer vicepresidente es Daniel Angelici, hombre de Boca y de Mauricio Macri, definido por La Nación como "los ojos del Gobierno en la AFA". Hugo Moyano, quien además de suegro de Tapia es presidente de Independiente, ocupa la segunda vicepresidencia, y Guillermo Raed, representante del club Mitre de Santiago del Estero, la tercera. Marcelo Tinelli, en tanto, recibió el cargo de "presidente de las selecciones nacionales" y junto al titular de River Plate, Rodolfo DOnofrio, estará al frente de la Superliga, el ente a crearse que administrará los torneos y sus ingresos al margen de la AFA. Además, hay cargos para San Lorenzo de Catamarca y las ligas de Tucumán y Río Negro, así como para Racing, Huracán y Estudiantes de La Plata, tras un acuerdo entre los equipos grandes y el fútbol del interior.

A diferencia del largo reinado de Julio Grondona, cuando el ferretero de Sarandí devenido hombre fuerte de la FIFA concentraba todo en sus manos, ahora el poder está repartido y sostenido por un delicado equilibrio de intereses.

Sin embargo, ese equilibrio parece demasiado delicado, advierten los observadores. Tapia no se lleva bien con Tinelli y Angelici fue definido como "el archienemigo" de DOnofrio. Por eso, más que los malos resultados, lo que juega en contra de Bauza es su cercanía con Tinelli.

Las negociaciones previas a la elección también dejaron heridas. Moyano salió a defender a su yerno con inusitada dureza: "Vamos a demostrarles a todos los que hablan de más que un barrendero puede ordenar la AFA. Esto va para los incapaces mentales, ignorantes y cucarachas que quisieron evitar que Claudio Tapia llegue a la presidencia", afirmó el viernes.

La primera medida de Tapia fue iniciar la gestión para apelar la sanción a Messi. Los abogados tienen siete días para fundamentar el pedido. Y se especula que Diego Maradona, cercano al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, pueda incidir a favor de Lio.

A partir de mañana se resolverá lo de Bauza. El principal obstáculo para despedirlo no es el deseo de dar continuidad a su labor, sino el económico: para rescindirle el contrato hay que pagarle 900 mil dólares, que se sumarían a una deuda que todavía mantiene la AFA con su antecesor, Gerardo Martino, por unos 800 mil dólares que se están pagando en cuotas. El principal nombre que se maneja para reemplazar a Bauza es el de Jorge Sampaoli, cuya desvinculación con Sevilla asciende a 1.600.000 dólares.

Si lo terminan echando. el nuevo DT será el octavo que pase por la selección argentina en los últimos 13 años: José Pekerman (2004-2006), Alfio Basile (2006-2008), Maradona (2008 hasta el Mundial 2010), Sergio Batista tras el Mundial y la Copa América que ganó Uruguay en suelo argentino, Alejandro Sabella desde ese momento hasta la final del Mundial 2014, Martino a continuación y hasta la Copa América Centenario 2016 y Bauza en apenas ocho partidos.

Encuesta: los hinchas le dijeron no a Lavezzi, Agüero y Higuaín.

Según una encuesta en la web del diario Olé, con 125 mil votantes, los hinchas no quieren en el equipo a Lavezzi (88%), Agüero (86%), Roncaglia (82%), Zabaleta (81%) e Higuaín (71%). El más pedido es Dybala (92%), incluso por encima de Messi (90%).

Mascherano: acusado de dirigir el "club de amigos"de la selección.

Carlos Dibos, preparador físico de la selección argentina durante el mandato de Alfio Basile (2006 a 2008 ) afirmó que Javier Mascherano lleva "las planillas del club de amigos de la selección", es decir, el que determina los jugadores que pueden ser citados al equipo.

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