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Talento en la cancha y afuera

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Recursos. Paulo Pezzolano en su centro de rehabilitación. Foto: Marcelo Bonjour
Archivo El Pais

Paulo Pezzolano ya es técnico, gerente deportivo y lleva adelante varios negocios de su propiedad.

Es un hombre inquieto. Por eso, a los 32 años, ya tiene los cursos de entrenador y de gerente deportivo. Además, el talentoso futbolista es dueño de un centro de fisioterapia y un centro estético, entre otros negocios. "Me gusta estar siempre informado. Leo mucho libros de finanzas, de inversiones. Y soy atrevido, me gusta invertir e ir para adelante", cuenta Paulo Pezzolano.

"Lo hablo mucho con amigos futbolistas. Lo ideal es terminar de jugar pero teniendo otra cosa. Eso te ayuda a retirarte cuando quieras y no estirarla por necesidad. Por lo general el fútbol se termina cuando recién estás arrancando otras cosas, como por ejemplo la vida de padre, y es bueno tener otro respaldo. Además, cuando te ocupás de otra cosa vas más fresco a entrenar al otro día, no tenés la cabeza puesta sólo en el fútbol", explicó, quien aún no sabe si va a ser entrenador.

"Todavía no lo sé, pero me gusta. Para mí hoy el fútbol uruguayo necesita técnicos jóvenes, pero le cuesta ir a buscar a alguien que recién terminó de jugar como pasa en Argentina. Los jóvenes son más atrevidos, no cuidan tanto el resultado. Para mí lo lindo del fútbol es mirar al arco rival, como hace Carrasco, o Líber Vespa, que lo tengo en Torque y es un técnico ofensivo. Como todo en la vida, si te cuidás vas a perder, pero si salís a ganar, a la larga ganás".

NEGRIAZUL.

El "Papa"tuvo que irse de Liverpool cuando aún tenía seis meses de contrato. Le dolió, pero conocedor del fútbol como es no lo tomó a mal. "Son cosas que pasan en el fútbol, en un almacén o en cualquier otro trabajo. El dolor es que el técnico que tomó la decisión hoy ya no está. Pero las decisiones no las toman sólo los técnicos, las avalan los dirigentes. Sé que en Liverpool, Palma se maneja con el técnico de turno y si este no te quiere... Es su manera de trabajar. Es el fútbol, que es muy ingrato", comentó.

"Creo que los técnicos de alto nivel se adaptan a los referentes de un plantel. Capaz que lo que le faltó a Gabriel (Oroza) fue adaptarse a los referentes que tenía. A veces las cosas se ven mucho más fáciles de afuera. Cuando estás adentro, ves la realidad. El lo veía de afuera. Y quería un jugador más aguerrido y el Papa no le servía. Capaz que en las últimas fechas se dio cuenta que el Papa le podía haber servido. Hablo de mí, pero podía ser cualquier otro".

Justamente, algo parecido pasó antes con Carlos Macchi, otro ídolo y referente de los de la Cuchilla. "Por algo hoy Liverpool no tiene ídolos. Capaz que es porque no pudo conseguir un título, pero para mí un ídolo va más allá de una copa. Por ejemplo, Emiliano Alfaro que dejó muchas cosas por venir a Liverpool cuando estaba en la B, es un ídolo y no necesita ganar un campeonato. De repente hay que valorar más las cosas", reflexionó quien a pesar de todo prefiere quedarse con lo positivo.

"Viví cosas muy lindas con la gente de Liverpool, como cuando volvimos a la A, o la fiesta de los 100 años que fue espectacular. Cuando me tuve que ir me llegaron muchos mensajes y llamadas. Recibí mucho cariño de la gente y me quedo con eso".

Hoy Pezzolano disfruta de Paulina, su hija de cinco meses. "Es lo más lindo que te puede pasar". Y valora a Gabriela, su esposa desde hace casi siete años. Ella, una contadora que no ejerce, lo acompañó a España, China y México. Y hasta aprendió a hablar chino. "Es una gran compañera", dijo Paulo orgulloso.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Recursos. Paulo Pezzolano en su centro de rehabilitación. Foto: Marcelo Bonjour

HISTORIASSILVIA PÉREZ

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