ENTREVISTA

Agustín Rogel no es muy amigo de las entrevistas. Está en el lugar opuesto de los futbolistas mediáticos, seguramente impulsado por el bajo perfil que ha tenido a lo largo de su carrera y por su manera de ser.

Está jugando en el Toulouse de Francia, equipo que disputa la Ligue 1. Anteriormente disputó una temporada en el Krylya Sovetov de Rusia.

Como gran parte de los futbolistas en el mundo, el zaguero está cumpliendo la cuarentena por el COVID-19, en este caso con la compañía de su padre, que justo había viajado para visitarlo antes que empezara lo peor de la pandemia.

“Cuando se te corta la rutina habitual estás medio perdido. Yo leo libros, salgo a caminar o correr; acá tenemos un permiso especial por el cual podemos salir por un máximo de una hora sin alejarte más de un kilómetro de tu casa. También tengo un patio y meto pelota, y aprovecho para conversar mucho con mi padre. Antes no cocinaba nada, y ahora me la juego un poco más, je, no queda otra”, cuenta a la distancia.

Toulouse compró la ficha de Rogel en dos millones y medio de euros y el zaguero firmó por cuatro temporadas a mitad del 2019. “Jugué el primer partido de la temporada y a los 70’ me quebré la clavícula en una jugada para nada fortuita, caí mal y se me quebró en tres o cuatro partes. Justo fue en un partido de visitante, viajar con esa lesión fue difícil y después me llevó tres meses de recuperación, menos de lo previsto porque el club tenía mucho lesionado y necesitaban que jugara, cuando ya tenía el alta médica”, dice.

Hasta que se paró la actividad, Rogel venía siendo titular. Completó diez partidos, nueve de ellos empezando desde el inicio. “Me adapté bien al fútbol de Francia. Después de una lesión que te lleva tiempo es difícil, pero el técnico me dio confianza. Estaba de titular, había hecho una buena seguidilla. Es un fútbol distinto al de Uruguay y al de Rusia; otra intensidad, otros jugadores, con sistemas distintos, es un nivel más alto. Es un nivel que para un jugador joven como yo me ayuda muchísimo a seguir creciendo. Enfrentás a grandes delanteros y a técnicos que siempre están proponiendo”, cuenta Rogel cuando ya es la noche de Francia.

Toulouse no atraviesa buenos tiempos ya que está último en la Ligue 1. “Hubo varios cambios de técnico, estás constantemente adaptándote a una idea de juego. También hay factores de suerte que inciden. Si analizás el plantel tenemos un equipo competitivo, con jugadores de selección, futbolistas africanos que físicamente son muy buenos y jóvenes franceses con buena proyección. También entró a incidir un tema de confianza. Todos queremos salir de esta situación, voy a seguir teniendo esperanzas de salvarnos del descenso hasta que no haya más chances”, analiza.

En Rusia Rogel jugó 18 partidos, todos como titular. “Gracias a eso me vendieron a Francia. Fue una experiencia linda, me fui joven de Uruguay. No fue fácil la adaptación por el idioma, la cultura, el clima, todo era muy distinto. Pero fui a Rusia con un objetivo, tengo las cosas claras, sé a lo que apunto, tengo mis metas bien claras y la verdad es que en Rusia lo traté de hacer lo mejor posible y pienso que tuve buenos rendimientos”.

El defensa tomó al fútbol ruso como un trampolín para llegar a una liga todavía más competitiva: “Era la idea que teníamos con mi familia, con Ariel (Krasouski, su representante), sabíamos que no era el mejor primer paso a un lugar tan distinto a Uruguay, pero sabía lo que quería y era consciente que para poder estar en una liga europea capaz que necesitaba dar un paso previo, Rusia me vino bien, me ayudó”.

Rogel analiza, sobre los aspectos que ha mejorado, que “físicamente estoy mucho mejor. Pienso que agarré un poco más de velocidad y tengo más timming que antes. El fútbol de acá te obliga a estar mejorando constantemente. Aunque pasó poco tiempo, me siento más maduro e intento leer mejor las jugadas. Me queda muchísimo por aprender. Tengo que seguir mejorando la salida con el balón y los temas tácticos. Soy un niño en el fútbol”.

NACIONAL. Rogel recién tiene 22 años, se fue muy joven de Nacional, el club que lo formó desde pre-séptima. Su salida de los tricolores fue algo polémica. 

Rogel señala que “a Nacional le voy a estar agradecido toda la vida porque fue el club que me formó, el que me ayudó en los primeros pasos, el que me hizo debutar. Si no fuera por Nacional yo no estaría acá, es la realidad. Pero son situaciones que pasan, no voy a ser ni el primero ni el último que decide no renovar. Es una situación que la hablé con mi familia, con los directivos de Nacional, y nada, cuando salió la oferta de Rusia se le dio a Nacional un dinero, que era el de formación. Yo con Nacional no tengo ningún rencor. Haciendo un balance, no creo que me haya equivocado. Son escalones que se van subiendo de a poco. Si fuera al revés la situación y es el club el que decide no renovar, no se armaría tanto revuelo. Mi único objetivo era seguir creciendo en el fútbol y lo sigo haciendo, quiero seguir mejorando, quiero subir de nivel, seguir aprendiendo”.

Rogel jugó 16 partidos en Nacional en 2017 bajo la conducción de Martín Lasarte.

Después de sus buenos rendimientos en la selección uruguaya Sub 20, con la que fue campeón sudamericano, hubo un pedido por parte de la hinchada de que debía ser titular.

Rogel jugó dos partidos por la Libertadores, uno de ellos en los octavos de final, en la vuelta contra Botafogo, donde tuvo la mala suerte de cometer un error que terminó con gol de los brasileños. “Son cosas que pasan y que me van a seguir pasando. Somos jugadores y constantemente estamos arriesgando. Es normal que la gente busque un culpable en ese tipo de situaciones. En su momento me dolió un poco todo lo que se generó, pero más que nada por cómo soy yo, que cuando termina un partido cuento los pases que erro, o los duelos que perdí. Yo soy así, si fallo un pase me enojo. Hasta Messi erra pases, ¿no los voy a errar yo? No hay que darle tanta importancia, porque a los tres días estás jugando de nuevo y hay que estar mentalizado para rendir”.

SELECCIÓN. “Jugar en la mayor de Uruguay es mi sueño. Tuve la posibilidad de estar en el Preolímpico de enero, pero el Toulouse no quiso dejarme ir porque no era una competición oficial FIFA. No se pudo dar, pese a que le dije al club que quería ir, pero ellos son los dueños de mi ficha y fueron los que decidieron”, revela.

“Me quedé contento de que me estuvieran mirando. Saben cómo estoy e incluso estaban al tanto de que me había lesionado en 2019. Dios quiera más adelante se me de la oportunidad y me citen. Me estoy preparando para ese objetivo, pero hay que trabajar duro para competir con los jugadores que hay en la selección, que son top, top”, concluye.