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Robert Flores, el "nuevo Francescoli", dejó el fútbol: sus anécdotas con Carrasco, Tabárez y Gallardo

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Robert Flores en 2022. Foto: MArcelo Bonjout
MARCELO BONJOUR

FÙTBOL

El futbolista decidió colgar los botines y repasó su carrera profesional que lo llevó a compartir equipo con Marcelo Gallardo y ser uno de los emblemas del "tiki tiki" de Juan Ramón Carrasco.

El 13 de mayo, Robert Florescumplirá 36 años y la semana pasada anunció que dejó el fútbol profesional y buscará nuevas actividades.

El futbolista oriundo del departamento de Canelones, acaba de ser padre y confesó a Ovación que se cansó del mundo del fútbol.

“Se me terminó el contrato en Boston River, después de estar a préstamo en Villa Española, y me quedé sin equipo. Estaba cansado del ambiente del fútbol, porque veía que los clubes pensaban más en los negocios que en los equipos. Creo que me ganó el enojo por ese lado y decidí dejar la actividad”, explicó el exatacante surgido de River Plate.

Además, reveló que ya no tenía ganas de despertarse temprano y salir a entrenar, pasar frío o calor.

Si algo tiene claro Flores, es que por el momento se alejará de las canchas. A pesar de que se formó como entrenador y obtuvo las dos primeras licencias, no las usará: “No hice el tercer curso porque no sentí mucha motivación para poder seguirlo porque tampoco me interesa mucho. Quiero extrañar el fútbol y vivirlo como hincha, espectador y separarme un poco para que me vuelva el amor que tenía hasta hace un tiempo”, aseguró.

Y señaló que se dedicará a otros emprendimientos que tiene extra fútbol.

Robert Flores en Nacional. Foto Archivo El País
Robert Flores en Nacional. Foto Archivo El País

Una carrera memorable.

Entre el 2006 y 2022, Robert Flores pasó por 1o equipos de siete países distintos: River Plate (Uruguay), Villarreal (España, donde alternó con el equipo B), River Plate (Argentina), Nacional (Uruguay), Litex Lovech (Bulgaria), Palestino (Chile), Deportivo Quito (Ecuador), Sport Recife (Brasil), Boston River (Uruguay) y Villa Española (Uruguay).

La experiencia de 15 años como futbolista profesional fue variada. Sin embargo, el lugar donde se sintió mejor fue en Ecuador.

“Donde me encontré más cómodo y con más confianza fue en Deportivo Quito. Ahí me tocó jugar en una posición distinta a la habitual, de doble cinco. No sé si fue la altura, el ambiente u otra cosa, pero me sentí muy cómodo y jugué el 90% o 95% de los partidos y clasificamos a Copa Sudamericana”, contó.

Pero no todo fue color de rosas: “Por problemas económicos no pudimos seguir. Estábamos con Fabián Carini y nos enfrentamos a un momento delicado económico y social, que no se reflejó en lo deportivo”.

Robert Flores en su presentación en Villarreal. Foto Archivo El País
Robert Flores en su presentación en Villarreal. Foto Archivo El País

Entre los países en los que vivió, donde disfrutó menos fue en Europa del Este.

“El lugar más difícil fue en Bulgaria. No me gustó mucho, era una ciudad muy antigua, donde no había mucho para hacer y estaba complicado vivir. Estuve seis meses y cuando me surgió la oportunidad de jugar en Chile, me dejaron ir”, sostuvo.

Recuerdos y pendientes.

El gol de su carrera que recuerda con más cariño fue el que hizo en su primer partido en River Plate de Argentina.

“El que más contento me puso en su momento fue el que hice en el debut con River argentino. Fue un gol soñado, lo grité mucho y lo disfruté muchísimo. No era algo que se diera siempre”, relató.

Según Flores, lo máximo a lo que puede aspirar un futbolista es a representar a su país, por lo que la citación del entonces técnico uruguayo, Óscar Washington Tabárez, para los partidos amistosos que jugó Uruguay contra Turquía y Noruega lo sorprendió: “Fue en el año 2008, cuando estaba en River y nos convocó a mi y mis compañeros de equipo, Henry Giménez y Jorge “Japo” Rodríguez “, dijo.

Y agregó: “La verdad es que me tomó por sorpresa pero también traté de absorber toda la experiencia posible de mis compañeros. En ese momento estaban en su mejor etapa Diego Godín, Luis Suárez y Edinson Cavani, e intenté aprender un montón de ellos y llevarle el mejor recuerdo posible”.
“Aunque no me tocó jugar oficialmente la experiencia la tengo y la recordaré por siempre”, enfatizó.

El deportista, reveló que no siente que le hayan quedado cosas pendientes con el deporte.

“Tal vez viéndolo a la distancia hubiese tomado algunas decisiones distinto. Ahora no vale la pena ni decirlo, pero sabiendo, con el diario del lunes hubiese actuado diferente. Pero ahora ya está, hice una carrera linda, larga y estoy muy contento con lo que me tocó vivir y lo que me dio el fútbol”, concluyó.

Robert Flores y Óscar Washington Tabárez en la selección uruguaya. Foto: Archivo
Robert Flores y Óscar Washington Tabárez en la selección uruguaya. Foto: Archivo

La etapa dorada con Juan Ramón Carrasco

Si bien Robert Flores no debutó en el primer equipo de River Plate con Juan Ramón Carrasco, fue con ese técnico con quien agarró rodaje y despegó en River en Primera División.

“Si bien no fue la persona con la que tuve mi debut absoluto en Primera, quien lo hizo fue Leonardo Rumbo. Obviamente fue Juan quien me dio la total confianza en 2008 para despegar”, indicó Flores.

En el año 2008, el Darsenero e de la mano del técnico logró terminar primero en el campeonato y perdió la final con Peñarol. Además, clasificó por primera vez a la Copa Sudamericana.

“Con Juan vivimos una etapa divina, histórica para el club, por como se dio ese año. Éramos muchos jugadores juveniles que estábamos dando nuestros primeros pasos en Primera, explotamos con él y de verdad fue un momento muy lindo. El grupo era muy bueno y estuvimos en la misma sintonía, guiados por algunos compañeros con más trayectoria que estaban en la misma línea que el entrenador”, sostuvo.

La buena campaña, además, llamó la atención del entonces técnico de la selección uruguaya, Óscar Washington Tabárez, quien lo convocó para una serie de partidos amistosos, contra Turquía y Noruega. Su debut fue el 25 de mayo de 2008.

También de la mano Juan Ramón Carrasco, Flores llegó a Nacional, pero la experiencia no fue tan grata como la que vivió en la era del “Tiki tiki” en el Darsenero.

“En esa etapa me costó un poco adaptarme a lo que era el club, pero me quedo con la parte de que se logró el objetivo de salir campeones, que es a lo que apunta Nacional. Fui a préstamo, no renové, pero jugué la mitad de los partidos y me quedo con haber cumplido el objetivo”, aseguró.

Roberrt Flores en el 2008. Foto: Archivo
Roberrt Flores en el 2008. Foto: Archivo

La experiencia en River Plate de Argentina y ser compañero de Marcelo Gallardo

En 2008, luego de su éxito con River Plate en Uruguay, Flores fue vendido al Villarreal de España por 2,1 millones de euros.

El submarino amarillo se quedó con su ficha, pero lo cedió a préstamo a River Plate de Argentina. La llegada del futbolista al equipo Millonario generó revuelo porque se lo presentó como el “nuevo Enzo Francescoli”.

Sobre aquel momento, Flores recordó: “Fue un poco fuerte, la verdad, que me recibieran con ese apodo. En ese momento solo tenía 15 partidos en Primera, estaba dando mis primeros pasos, sobre todo en extranjero y en un club tan grande como River”.

Sin embargo, aseguró que no sintió la presión de llevar ese apodo: “No considero que me haya pesado porque no lo tomé como algo en serio, sino como algo que los medios decían para vender un poco más. Obviamente es un club muy, muy grande y yo era muy joven y estaba muy verde futbolísticamente. Fue una experiencia que me sirvió para madurar, volver a Villarreal y tratar de hacer lo mejor posible", detalló.

Además, es consciente de la oportunidad que supuso formar parte del equipo argentino: “Lo viví como una experiencia única que no muchos tienen la posibilidad de atravesar y estoy agradecido”.

En ese momento compartió equipo con Marcelo Gallardo y luego se reencontraron como compañeros en Nacional: “Era como jugar con un técnico adentro de la cancha, hablaba de la misma manera que lo hace ahora con sus futbolistas o cómo se maneja en conferencia de prensa. Veías que tenía pasta para entrenar y sabías que iba a ser muy bueno”, detalló.

Y explicó: “Como compañero intenté absorber todo lo que hacía dentro y fuera de la cancha. En general compartíamos el almuerzo en Los Céspedes, no hablábamos de fútbol en general y aprendí mucho en ese momento”.

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