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El regreso: vuelven Cabrera y Cardacio

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Foto: Francisco Flores
Practica de Defensor ND 20170502, foto Ariel Colmegna - Archivo El Pais
Ariel Colmegna/Archivo El Pais

Defensor Sporting

“Lo único que pedimos es terminar 11 contra 11”, coincidieron los dos volantes violetas de cara a la final frente a Peñarol

Subía las escaleras de la cabecera “25 de julio de 1976” desde donde vio el partido frente a Fénix. Volvía a bajarlas, alzaba sus brazos y protestaba. Mathías Cardacio, uno de los grandes ausentes en el partido del domingo en el Franzini, sufrió mucho estando afuera. “Sabía que iba a sufrir por mi manera de ser, pero el desarrollo del partido hizo que fuera peor. Pero siempre tuve la ilusión de que lo pudiéramos dar vuelta o empatarlo. Lo que nos tranquiliza después de la derrota es la cantidad de chances que tuvimos. Hay maneras y maneras de perder. Y la nuestra fue digna. Se hizo lo de siempre, pero la pelota no quiso entrar”, analizó Cardacio.

Con los mismos nervios lo vivió Matías Cabrera, el creador del fútbol violeta. Estuvo con su familia en la tribuna y el final lo vio desde la ventana de la concentración. “Se sufre mucho, pero tenía gran confianza en mis compañeros, que hicieron todo para ganar. Fénix no merecía ni el empate, esa es la realidad. Se encontraron con los dos goles”.

Si bien Defensor Sporting creó muchas oportunidades de gol, la falta de Cardacio y Cabrera, además de la ya habitual de Carneiro, pareció mucho para los violetas. “Es la primera vez que no estamos los dos juntos, pero el equipo estuvo y no hay nada que reprochar en ese sentido”, indicó Cabrera. “No sé si las cosas hubieran cambiado mucho con nosotros. Lo que se plasmó todo el año se vio el domingo. El equipo estuvo, pero no entró. Creo que faltó fortuna también. Tuve un entrenador en Italia que siempre nos decía, y me quedó para toda la vida, que el resultado puede ser casual, el trabajo no. Lo que se trabaja entresemana es lo que se ve en la cancha. Si la pelota entra o no a veces no depende de nosotros”, añadió.

“Es cierto que tenemos un circuito con Matías, jugamos los dos en la misma línea y de repente somos los de experiencia, pero yo creo que el equipo lo hizo bien. Me podría quedar con otra sensación si no hubiera creado todas las situaciones que tuvo. Pero la sensación es positiva más allá de la derrota”, dijo mientras tanto su tocayo Cardacio. “Por suerte Sud América nos dio vida. Conseguimos entrar en la Copa Libertadores directo, que es algo muy importante para el club en lo económico y para nosotros como prestigio. Y bueno, ahora de tener que jugar una sola final vamos a pasar a jugar dos y ya estamos enfocados en eso”, añadió el “Bocha”, que se enteró de la victoria de Sud América porque seguía el partido de Nacional por las aplicaciones del celular. “Cuando terminó el primer tiempo estábamos afuera de la definición de la Anual, por suerte la remontada de Sud América fue épica”.

Otra motivación.
Eduardo Acevedo no se cansa de repetir que a su equipo los rivales le juegan diferente. “Pasa eso sí y habla bien de nosotros. Los rivales se incentivan. Somos un plus para ellos”, aseguró Cabrera.

“La campaña de Defensor hace que nos respeten y que nos jueguen de otra manera. Fénix fue un caso, creo que si jugamos de nuevo ese partido no lo perdemos. Incluso equipos que juegan de una manera, cambian el estilo para jugarnos a nosotros”, coincidió su compañero.

El equipo del Parque Rodó estuvo arriba en la Anual mucho tiempo y lo alcanzaron al final. “Es una amargura, aunque hay que reconocer el torneo de Peñarol. Las cosas hay que decirlas como son. Hicimos una gran campaña y hoy seguimos estando ahí aunque con Peñarol. Esa es la pena. Además, eso de que te sirva el empate es traicionero, aunque el equipo no especuló y salió a buscar la victoria. El domingo era para abrochar la Anual y no se pudo. En el Apertura nos tocó remar de atrás y alcanzar a Nacional al final y ahora tocó que nos igualen a nosotros. Pero estamos muy orgullosos por la diferencia con las que competimos con los grandes. Económicas, de plantel, de las canchas donde jugamos y el equipo llegó al final a la par de ellos”, dijo Cardacio

“Al final del primer tiempo estábamos afuera. Todo el año arriba y al final nos pasaba esto. Sentía que no lo merecíamos, pero por suerte ahora tenemos otra oportunidad”, agregó Cabrera.

Ambos esperan lo mismo para mañana: terminar con once. “En los tres partidos que jugamos nos echaron dos jugadores en cada uno, pero los resultados muestran paridad. Empatamos en el Franzini y en el CDS, ganamos uno y perdimos el otro. Y tenemos la fe intacta”, se ilusionó el “Bocha”.

“Peñarol viene rematando muy bien el campeonato, pero nosotros tenemos lo nuestro. Lo único que queremos es terminar con 11; medirnos 11 contra 11. Ya sabemos lo que tenemos que hacer”, apuntó Cabrera.

entre hermanos

El pedido de "Romario" a Matías

“¡Levantate, levantate, dale!”, le exigía Héctor “Romario” Acuña a su hermano menor, Matías, que estaba tirado en el piso. El partido estaba 2 a 0 abajo para los violetas. “¡Dale levantate, que recién entré y me quedan nada más que 15 minutos”, insistía el mayor de los Acuña, quien el domingo ingresó a los 68’ por Gonzalo Maulella.
“¡Déjelo, no le hable”, le ordenó Daniel Fedorczuk, el árbitro del partido, al delantero violeta. “¡Si es mi hermano!”, se defendió “Romario”.
Es más, el pedido del delantero de Defensor Sporting a su hermano era coherente. Él quería aprovechar su tiempo en el campo a toda costa. Y anotó un gol de cabeza, fue el único que pudo vencer al arquero Darío Denis, de gran actuación, aunque el árbitro lo anuló porque consideró que era falta.
O sea que “Romario” se quedó sin festejar, lo que sí hizo Matías, que había abierto el marcador a los 33’ para los de Capurro, también de cabeza. De ese gol los hermanos no hablaron. Al menos no lo habían hecho hasta ayer al mediodía, cuando “Romario” dejó la concentración del Franzini junto a sus compañeros.
El experiente delantero es pieza fundamental para el técnico Eduardo Acevedo, aunque no siempre juegue. Aun cuando le ha tocado quedar afuera del plantel, no hace otra cosa que alentar a sus compañeros. Siempre suma para el equipo.

en el franzini

Un tuerto de verdad y los championes del árbitro

Andrés Lamas terminó con un ojo negro tras un choque con el delantero de Fénix Mathías Acuña, el hermano de “Romario”. Su rostro fue tomando color con el correr de las horas y las bromas sobre que era un verdadero tuerto estuvieron a la orden del día.

Daniel Fedorczuk, el árbitro del partido frente a Fénix, se olvidó un par de championes en el vestuario de los jueces del Franzini. Ayer llamó para que se los guardaran. Lo hicieron a pesar del gol que le anuló a “Romario”.

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