Publicidad

Ramos: "Este Peñarol tiene la estirpe de antes, eso me pedían los hinchas"

Compartir esta noticia
Leonardo Ramos. Foto: Ariel Colmegna
Archivo El País

“Soy el mismo de siempre, voy a los mismos lugares, al mismo tablado. Más allá de que en Peñarol la repercusión es otra y de repente estás comiendo y te piden una foto. Pero mi vida es igual que siempre, sigo cocinando y lavando los platos como siempre”, contó el técnico de Peñarol que se prepara para dirigir su primera Copa con el club.

“El otro día estaba en el supermercado del barrio y un vecino se sorprendió al verme. Pensó que me había ido del barrio y vivo en el mismo lugar desde que volví de Argentina”, agregó quien llegó al club para triunfar y está tan convencido de su trabajo, que vive con mucha tranquilidad.

—¿Qué significa la Copa Libertadores

—Es algo muy lindo. Me tocó jugarla varias veces y como entrenador ya lo viví con Danubio cuando nos tocó aquel grupo con Corinthians, San Pablo y San Lorenzo. Es una vivencia única. Es hermoso porque supuestamente, estás jugando con los mejores de América.

—La primera vez fue con Progreso, en aquella edición de 1990 con Defensor, Pepe Ganga Margarita y Mineros de Venezuela, ¿no?

—Sí, yo era repibe, tenía 18, 19 años. Fue único.

—¿Cual es la gran diferencia de jugarla o dirigirla?

—Como futbolista vas, jugás y nada más, de entrenador tenés que estar en muchas más cosas. La organización del viaje, preocuparnos por la altura, aunque en este caso no es tanta. Averiguar cosas del rival. Con el partido de anoche de Wilsterman ya son cinco partidos que he visto. Ya tenemos abundante información de por donde nos pueden hacer daño y por donde hacerlo nosotros.

—¿Y cómo es Wilsterman?

—Es un equipo totalmente distinto de local que de visitante. De local intenta jugar y obviamente, de aprovechar la altura manteniendo la pelota. Tiene un brasileño que está nacionalizado que se mete para adentro y te remata al arco y otro brasileño, un punta que tiene muy buen juego aéreo. Los laterales pasan mucho al ataque, cuestiones que ahí pueden manejar, por eso cambian tanto de local a visitante. Nosotros vamos a tratar de hacer nuestro trabajo manteniendo la pelota.

—¿Entre esos detalles está acostumbrarse al pasto alto?

—Sí, la cancha no está muy bien y el pasto está muy alto por eso le pedimos al Bomba (Villar) para que nos dejara las dos canchas con el pasto largo para acostumbrarnos a la pesadez. Igual no creo que haya mucha diferencia porque acá tenemos canchas muy buenas, pero son tupidas también.

—¿Y cómo llega Peñarol a la Copa?

—Bien, y no por resultado del otro día sino por la forma en que venimos trabajando. El equipo está convencidísimo de lo que tiene que hacer. Los jugadores aceptan de muy buena manera todo lo que les decimos y eso es un gran orgullo para nosotros. Son unas esponjas a la hora de absorber todo y sé que van a seguir mejorando día a día.

—Decís que no llegan bien por el resultado del otro día, pero no es lo mismo debutar después de los cuatro goles.

—El otro día mucha gente mal interpretó lo que quise decir, pero estoy convencido que si contra Liverpool o Boston hubiera entrado una hubiesen entrado más. Es verdad que con Wanderers jugamos muy bien, pero porque a los dos minutos ya íbamos ganado, a los 9 íbamos 2 a 0 y a los 30 ganábamos 3 a 0. Eso te cambia la manera de jugar. Pero estoy segurísimo que si con Boston River hubiéramos metido una, el resultado hubiera sido similar al del otro día. Nosotros siempre después y antes de los partidos le brindamos a los jugadores informes de los rivales y partidos. Cosas llamativas que hicimos o no pudimos hacer por diferentes circunstancias. Y con Boston River tiramos 35 córners y 35 faltas de costado. Y ocho laterales de mitad de cancha hacia adelante. Un promedio altísimo. Eso demuestra que el equipo jugó al ataque. Pero mucha gente no se da cuenta y lo único que le interesa es si entra en el arco.

—¿Que entre no es lo que interesa siempre, más en un cuadro grande?

—Todo se basa en los resultados, es la realidad y lo tengo clarísimo. Pero me baso en lo que le brindamos a los jugadores y en lo que ellos reciben. Estoy muy tranquilo. Sé que tengo que ganar todos los fines de semana, pero no me cambia nada mi pensamiento ni mi tranquilidad. Cuando hay algo que me preocupa, me ocupo para solucionarlo. Y así el margen de error es menor.

—¿Qué es lo mejor de tu equipo de cara a la Copa?

—Que tiene la estirpe de lo que era el Peñarol de las Copas de antes. Cuando fuimos a jugar con Paranaense, de afuera me parecía ver al Peñarol de otras épocas. Un equipo muy aguerrido, tácticamente muy ordenado y que trató de manejar la pelota. Eso es lo que tiene Peñarol hoy. Hay muy buenos jugadores, que por algo están acá, pero creo que nosotros le agregamos otro tipo de cosa, eso que el hincha, o la misma institución pedía. Eso de volver a las fuentes, de no dar pelota por perdida y de correr hasta lo último. Ya no le podemos pedir más actitud, porque la tienen. Pero lamentablemente, siempre depende de si la gallina entra en la trampera.

—¿Y qué es lo que les falta?

—Siempre nos va a faltar algo porque además, somos enfermos de querer mejorar. Siempre le decimos a los jugadores que tenemos que alcanzar la excelencia y para eso hay que entrenar cada día como si fuera un partido. Lo aceptan y entrenan a morir. Y nosotros queremos triunfar acá. El club ha crecido mucho con el estadio, lo que falta son títulos. Y este plantel puede conseguirlos.

—Hablando de títulos, ¿cuál es la expectativa en la Copa?

—Llegar a jugar la final y ganarla, aunque sabemos que va a ser muy duro. Pero nadie nos saca ese sueño.

—La gente quiere la sexta.

—Me lo dicen todo el tiempo en la calle. No me dicen nada del torneo local, lo que nos piden es la sexta. Ojalá que el barba nos toque y nos de esa posibilidad.

—¿Sos creyente?

—No, pero igual digo barba.

—¿Cuánto suma para ustedes y ante los rivales el "Cebolla" en la Copa?

—Tener al "Cebolla" enfrente influye mucho. No es cualquiera. No es Leo Ramos. Sabíamos que iba a ser importantísimo. No sólo por los rivales, él aumenta la forma de jugar y la actitud de los compañeros, por lo que representa y por lo que contagia. Es un líder desde el sacrificio la actitud y el ejemplo. Y además, le da mucho más juego al equipo. Y se complementa muy bien con Junior Arias. En el gol de los 20 toques Junior es el que le da el pase y ya habían hecho goles así en las prácticas. Por eso siempre tuvimos claro que cuando jugara el "Cebolla" iba a jugar Junior.

—¿El "Cebolla" por afuera, o como volante interno?

—El otro día jugamos de otra forma y el "Cebolla" y Nahitan fueron más internos que volantes carrileros, pero cuando no teníamos la pelota, se abrían. Me gusta de las dos formas. Puede ser importante de cualquiera de las dos maneras.

—¿Ya pensaste que te vas a poner para dirigir en la libertadores?

—Un traje. Si me lo entregan a tiempo, un traje con el escudo de Peñarol.

Están listos: "Cachila" y Ángel ya se recuperaron.

S.P.

Peñarol se sigue preparando para el debut en la Libertadores que tendrá lugar el próximo martes en Cochabamba frente a Jorge Wilsterman. La novedad de la práctica llevada a cabo ayer en Los Aromos, fue que tanto Ramón Arias, como Ángel Rodríguez trabajaron con normalidad. Lo mismo hizo Mauricio Affonso.

El doctor Edgardo Rienzi, le había explicado a Ovación que si ayer entrenaban sin sentir molestias hoy ya serían liberados por la sanidad. Y eso fue lo que ocurrió, dado que los tres cumplieron con todo el entrenamiento sin problemas, por lo que superaron sus respectivos esguinces y ya están a la orden de Leonardo Ramos.

Multa.

Los aurinegros viajan el domingo hacia Santa Cruz de la Sierra, donde se alojarán en el hotel Camino Real. La idea sigue siendo subir a Cochabamba el día del partido y ayer estaban averiguando de cuanto era la multa a pagar a la Conmebol para hacerlo.

Tras el partido frente a Wilsterman, regresarán en charter a Santa Cruz donde dormirán y al otro día emprenderán el regreso. Hoy Ramos dará la lista de buena fe que incluye a dos juveniles: uno de Tercera y el otro de Cuarta División.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Leonardo Ramos. Foto: Ariel Colmegna

PEÑAROLSILVIA PÉREZ

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad